Alejandro Suárez apuesta por buscar «causas comunes» con los morados pero no «una casa común» y defiende que, de llegar a ser coordinador de IU, su dirección será como «Camelot, una mesa redonda»
26 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Alejandro Suárez es uno de los cuatro candidatos que concurrirá este viernes a la elección del nuevo Coordinador General de IU de Asturias, la primera que se decidirá por voto directo de los militantes. Dirigente de la agrupación de Oviedo se muestra muy crítico con el posicionamiento del PSOE en el Estado y se siente identificado con la estrategia de Alberto Garzón, aunque rechaza la posibilidad de llegar a una unificación con Podemos y limita las relaciones a las alianzas electorales.
-Manuel González Orviz avanzaba que debe ser el próximo coordinador general el que fije cuál será a partir de ahora la relación con el PSOE en Asturias, ¿qué hará usted si gana las primarias?
-Desde hace al menos 4 meses, desde antes del verano, llevamos viendo que Javier Fernández no está interesado en el pacto e IU dio señales de alarma. A nadie le puede sorprender la posición de IU tras este viaje al que nos somete Javier Fernández , ante una decisión de este calibre el pacto político con el PSOE es inviable. Hay un consenso entre los 4 candidatos en ese sentido. Creo que tendremos que ir a un referéndum sobre la continuidad del pacto de investidura porque es una decisión que votaron los militantes; pero eso no significa que la dirección política no tenga una posición clara. Javier Fernández administra concursalmente Asturias desde hace tiempo y ahora lo hace con el PSOE, nadie puede pretender que las bases de IU ahora puedan sostener un acuerdo con quienes silencian a sus propias bases. No obstante, para que Asturias no caiga en el bloqueo institucional, llevaremos las cuestiones en el parlamento partido a partido, buscando acuerdos tanto con Podemos como con el PSOE. Es sorprendente que Javier Fernández, con esa actitud de pompa fúnebre, pida a Rajoy que como está minoría se busque los acuerdos día a día cuando aquí estamos en una situación de bloqueo, e Izquierda Unida se tiene que reforzar para solucionar eso. Javier Fernández tendrá que respondernos ¿qué gana Asturias con este nuevo gobierno para la tarifa eléctrica, para la variante de Pajares? Que nos lo explique porque, de momento, sólo satisfizo sus propias obsesiones con el tema catalán.
-¿Se someterá de nuevo el pacto a la militancia, cómo se articulará ese proceso?
-Ahora tenemos un momento asambleario, en la primera semana de noviembre, pero se podría hacer inmediatamente después porque es muy importante para Asturias, porque la militancia necesita expresarse y porque hay mucha indignación.
-Llamazares dijo que era el PSOE el que había roto el pacto porque la abstención supone romper los «pilares» del acuerdo, pero tiene puntos concretos que, desde el gobierno, se dice que sí se cumplen.
-Una cosa es romper una relación política, una relación de sintonía y la otra es que hay que ir tema a tema para huir del bloqueo institucional en Asturias. Y las cosas que podamos sacar con un acuerdo de izquierdas las haremos porque hay que desligar la actitud del PSOE de asuntos como la incineradora o el empleo. Buscaremos una relación preferente con Podemos para sacar adelante propuestas orientadas con el cambio. Pero, como decía, Javier Fernández dice en Madrid que la estabilidad hay que buscarla día a día cuando no lo ha hecho desde hace meses en su propio parlamento.
-En la falta de ese gran acuerdo a tres bandas ¿qué responsabilidad tiene, en su opinión, Podemos? Se han puesto obstáculos a la reforma de la ley electoral y también discrepan sobre la relación de un pacto fiscal con los presupuestos.
-Mucha, en Podemos tienen un planteamiento que no comparto y que es un no ideológico al PSOE. Pero es verdad que somos aliados electorales y que tenemos que buscar una relación junto a quienes pedimos apoyo conjunto a los ciudadanos. La táctica de Podemos en el parlamento es profundamente equivocada pero tenemos que construir. El no ideológico al PSOE nos condena al día de la marmota de los años 80 y 90, pero eso es algo que debe resolver la dirección de Podemos. Para tener un cambio nuestro grupo parlamentario trabaja día a día. La nueva política es eso, trabajar en un parlamento plural en el que hay que construir, no demoler gobiernos para ver si saco más diputados en unas nuevas elecciones. Pero eso no es óbice para que tengamos que ser coherente con nuestros aliados en el parlamento en cuanto a propuestas de cambio.
-La relaciones de IU con Podemos en Asturias comenzaron con mucha tensión y se apaciguaron tras las últimas elecciones generales, ¿cuál es, a su juicio, las que deben tener en el futuro?
-Causas comunes las que quieran, casa común no. Si el modelo es ir a Unidos Podemos como partido político unificado, no. Hacer un bloque de cambio, el que quieran. Desde la mayoría federal de Alberto Garzón, con la que me identifico al 100%, creo que tiene una apuesta estratégica a la que digo sí pero a una unidad orgánica, no, eso sería un profundo error. Además en el bloque de cambio deben unirse los sindicatos, para nosotros, sobre todo CCOO. Y esa es la respuesta que debe dar un candidato a coordinador en estas elecciones en Asturias. Pablo Iglesias es distante y distinto a IU y Podemos también. Un partido es sus sistema ideológico, sus alianzas electorales y su programa; en lo primero no estamos de acuerdo con Podemos, en las otras dos cuestiones sí podemos llegar a acuerdos.
-Uno de sus adversarios, Fernando Díaz Rañón, dijo que detrás de su candidatura estaba el PCA y Francisco de Asís, ¿cómo lo valora?
-Son debates tan manidos... Los militantes del PCA optarán por una opción u otra en su legítimo derecho, es como si yo ahora me pongo a gritar que hay una parte del APCA enfrentada a Asís que ha avalado a Ramón Argüelles ; son debates de otra década, unos militantes optan por una línea y otros por otra. Nos toca ya tener una visión superada de los conflictos endémicos de IU, es una afirmación de una IU que ya no existe. Eso no significa que esté contra toda la propuesta de Fernando, sólo contra eso, hay otras cuestiones que aporta que son absolutamente imprescindibles para IU.
-Usted ha recibido el respaldo de Ovidio Zapico, que sonó intensamente como posible candidato en el verano.
-Zapico, Jaime Gareth Flórez o Mayka Barros son referentes políticos de nuestra organización y los son también para mucha gente, todo esto representa que yo no lidero nada sino que aspiro a dirigir una propuesta política; esos apoyos significan el respaldo a una propuesta coral con muchos polos de liderazgo. Estas tres personas, que están en la dirección saliente, son referentes políticos, no miembros de un equipo, mi idea es que el coordinador debe ser un primum inter pares, yo estoy encantado de que esto sea así. Todo tiempo nuevo necesita cambios pero también vamos ligados a la dirección que deja IU de Asturias como la más fuerte del Estado. Luego, bienvenidos a Camelot, porque esto va a ser una mesa redonda. Habrá gente no va a votar a Alejandro Suárez sino a la propuesta en la que están Zapico, Gareth o Maika, creo que la naturaleza de esta candidatura es distinta por el peso político del equilibro de poder.
-¿Cuáles son en su opinión los aciertos y errores de la dirección de Orviz?
-Ahora tenemos una fortaleza en los municipios, en las agrupaciones pequeñas del medio rural que se han sentido muy identificadas, aunque queden cosas por hacer, Manolo ha tenido una cercanía casi emocional con las agrupaciones y las alcaldías y también tenemos un grupo parlamentario muy sólido. Quizá habría que mejorar cómo fue la relación con el PSOE, igual se tendría que haber pisado más el acelerador, pero otro de sus grandes aciertos fue llevar a Asturias a la mayoría federal de Garzón, pese a todas las dificultades que hubo, manteniendo la tradición de IU de Asturias de estar en la mayoría federal con una personalidad propia.
-Ha habido también una cierta bicefalia con Llamazares que lidera el grupo parlamentario y no siempre ha coincido con las tesis mayoritarias, ¿cuál sería su relación si fuera coordinador?
-Gaspar participa en la dirección pero las decisiones políticas son comunes, no preveo ningún conflicto. Eso es un valor de la dirección saliente. Gaspar es un gran valor social y electoral de Izquierda Unida y estos referentes hay que saber gestionarlos en beneficio de la organización. La pluralidad en la unidad, que decía Pascal, y con la relación con el grupo parlamentario tiene que ser así.