Al resurgimiento de los dos grandes clubes de fútbol se han unido en los últimos años los triunfos de muchos deportistas que, en conjunto, dan un nivel excecpcional a una comunidad pequeña. Y no solo se trata de Fernando Alonso. El ciclismo, la vela, el piragüismo, el tenis y el hockey sobre patines aportan campeones
08 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El deporte asturiano sobrevive gracias al esfuerzo casi siempre anónimo y desinteresado de quienes lo impulsan desde pequeñas entidades y clubes. Solo el fútbol profesional, que está en un momento de auge, obtiene recursos suficientes para competir en las categorías superiores mientras los demás deportes colectivos intentan lo imposible y algunos, como el Hostelcur, lo consiguen. Lo demás es un solar en el que sobresalen algunos talentos individuales como Fernando Alonso, Samuel Sánchez o Pablo Carreño.
Los dos grandes clubes viven una cierta estabilidad tras muchas temporadas de incertidumbre. El Sporting, con Javier Fernández, hijo del propietario, al frente, parece capaz de saldar deudas y de reforzarse deportivamente gracias a los altos ingresos por los derechos de televisión. La continuidad de Abelardo como entrenador y la reorganización de la entidad abren una nueva etapa. El Sporting es uno de los grandes iconos de Asturias y el respaldo social creciente -hay lista de espera para hacerse socio- reafirma su posición.
En Oviedo, la llegada del grupo mexicano Carso, vinculado al multimillonario mexicano de origen español Carlos Slim, ha sido una bendición. Primero, porque logró sacarlo de las catacumbas, y, ahora, porque parece empeñado en un proyecto de largo alcance con un entrenador, Fernando Hierro, novato en la tarea pero con sobrada experiencia, que ha despertado gran interés. Y, para redondear la operación, acaba de contratar a Michu, el hijo pródigo que, como otros muchos de su generación (Mata y Cazorla, por ejemplo) surgieron de la cantera azul pero tuvieron que emigrar para crecer. Un Oviedo con estructura y futuro gracias a un grupo internacional que, además, ha logrado un llamativo respaldo de aficionados de medio mundo.
Hay otros deportes que despiertan pasiones en Asturias, como sabe casi todo el mundo: el ciclismo, el automovilismo, el piragüismo o el alpinismo. Y es que esta intrincada región del norte reúne condiciones como ninguna otra para practicar cualquiera de ellos, bien por carreteras que suben a sitios imposibles, bien por ríos cortos pero bravos.
Es verdad que Fernando Alonso, dos veces ganador del Mundial de Fórmula 1, no corrió en circuitos porque no los había. Gracias a su implicación con Asturias, ahora existe uno en La Morgal que lleva su nombre y acoge un museo con su impresionante trayectoria. Un regalo para sus paisanos. El mejor piloto de la historia está en plena madurez, pero duda si seguir, lo que sería una pérdida sustancial para ese deporte.
En ciclismo, aun compite Samuel Sánchez, medalla de oro en la Olimpiada de Pekin, último representante de una larga lista de destacados ciclistas que inauguró José Manuel Fuente, 'El Tarangu'. El ciclismo quiere a Asturias casi tanto como los asturianos el ciclismo: Los Lagos, el Naranco, el Angliru, La Farrapona, el Fitu? Son tantos y tan populares las subidas, que la Vuelta no se entiende sin que pase por este territorio.
Casi todos los grandes deportistas han tenido que, como Alonso, buscarse la vida. Remar a contracorriente, como los piragüistas olvidados en el pantano de Trasona hasta que llega una Olimpiada y abren los telediarios con sus medallas, caso reciente de Saul Craviotto, Christian Toro y Javier Hernanz. Y la mar también debería ser un lugar atractivo para los deportes náuticos, pero siguen sin explotar, aunque Angela Pumariega haya destacado en vela.
Este no es lugar de grandes patrocinios ni de una organización que apoye a los jóvenes talentos. Así que deportes asociativos como el baloncesto, balonmano o hockey sobre patines dependen de mecenas o de esforzados entusiastas que cubren con su impagable actitud las deficiencias crónicas del deporte organizado. Rara vez compiten en la máxima categoría. Ahora el Hostelcur gijonés lo hace en hockey sobre patines femenino, y tiene un lugar destacado en Europa quizá como secuela de aquel gran Cibeles masculino.
De los nuevos deportistas individuales solo el tenista Pablo Carreño parece estar entre los mejores. Acaba de ganar su primer trofeo individual en EE UU, ha debutado con el equipo de Copa Davis y se le augura un buen futuro. Los montañeros, en fin, no compiten ni participan en grandes acontecimientos pero en Asturias se han vivido algunas de las grandes gestas de este deporte y, en cualquier caso, la región ofrece la más rica y variada oferta de actividades ligadas a la montaña.
Luis Enrique Martínez
Hay muchos hitos en su carrera: promesa de Mareo, ídolo del Sporting, campeón olímpico en 1992 y uno de los pocos capaces de jugar en el Real Madrid y en el Barcelona. Como entrenador, se le pidió igualar los éxitos de Guardiola en el Camp Nou y cumplió en su primera temporada con el triplete: Liga, Copa y Champions.
Juan Mata
El jugador formado en la cantera del Real Oviedo formará parte de la reconstrucción de la selección española, aunque aborda un año difícil en su club. Al Manchester United ha llegado Jose Mourinho, el mismo entrenador que lo echó del Chelsea. Su prestigio en Inglaterra, sin embargo, sigue siendo inatacable.
Ángela Pumariega
La regatista gijonesa es una de las medallistas olímpicas en activo del deporte asturiano. Ganó un oro en vela en Londres 2012.
Samuel Sánchez
El veterano ciclista ovetense ganó el oro olímpico en Pekín y completa su palmarés con una etapa del Tour y cinco de la Vuelta.
Pablo Carreño
El tenista gijonés ha hecho muchas cosas este año: cumplir 25, ganar su primer torneo ATP y meterse entre los 40 mejores del mundo.
Fernando Alonso
El doble campeón del mundo de Fórmula 1 vive un momento crucial y medita retirarse si McLaren no logra mejorar su coche.
Biesca Hostelcur Gijón
El gran equipo femenino de Asturias ha ganado cuatro veces la Copa de Europa de hockey sobre patines y tres la Copa de la Reina.