"En la coalición con Podemos quedamos postergados a un segundo plano"

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

El diputado de IU Ovidio Zapico en su despacho en la Junta General.
El diputado de IU Ovidio Zapico en su despacho en la Junta General.

El diputado Ovidio Zapico hace balance del pacto de investura en Asturias y sobre el proceso de renovación de la dirección del grupo en otoño

11 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El diputado Ovidio Zapico ha sonado como uno de los candidatos posibles para suceder a Manuel González Orviz al frente de la coordinación de Izquierda Unida de Asturias. Camino del segundo año de legislatura en la Junta General hace balance del cumplimiento del pacto de investidura que la coalición suscribió con el PSOE y piensa que, si tuvieran que repetirse de nuevo las elecciones, sería necesario revisar los términos en los que se concretó la coalición con Podemos los comicios del pasado 26 de junio.

-Su nombre ha sonado con fuerza para ser el próximo coordinador de IU en Asturias, ¿se va a presentar?

-Estamos a la espera de que haya un consejo político que convoque la fecha para la asamblea. Es cierto que mi nombre sonó en estos compases previos y también es cierto que, más allá de cierto estupor y hasta sonrojo que me produjo el que hubiese determinado grupo, no sé si amplio o pequeño, dentro de la organización que pensase en mí; más allá de eso yo creo que es muy importante que la próxima dirección que se forme en IU sea más que nunca, muy plural y colectiva. Ahora mismo hay muy buenos cuadros en nuestra organización política pero no hay un líder, sea hombre o mujer, una persona carismática que pudiese llevar sin ningún género de dudas la batuta de la organización. Por lo tanto, tiene que haber un coordinador o coordinadora que se encargue de apoyar a toda esa colectividad con muy buenos mimbres en la dirección. En primer lugar, el próximo paso será fijar la fecha de la asamblea y hasta que no la haya va a ser pronto para hablar. Sí es necesario que la persona, hombre o mujer, que vaya a liderar IU de Asturias sea una persona que genere un consenso muy amplio dentro de la organización, o sobre todo, que genere un rechazo muy pequeño. Habrá que ver también otros compañeros y compañeras, qué propuestas tienen en la cabeza, no de nombres sino de liderazgos colectivos y consensos y a partir de ahí entre todos, habrá buscar a esa persona que, junto con un equipo vuelvo a insistir en eso, vaya a dirigir la organización en un momento que sabemos todos que es especialmente convulso en el panorama nacional. Estamos ante un escenario cuando menos preocupante por si estamos ante unas nuevas elecciones a la vuelta de la esquina y con una situación en la que el coordinador general, recién llegado al cargo, ya tuvo que enfrentar unas elecciones y que posiblemente no pueda ponerse a trabajar en lo que es la organización teniendo que afrontar otras nuevas. Soy de los que creo, y lo decía el Che, que sin organización las ideas después del impulso inicial pierden fuerza y por tanto es necesaria una organización fuerte que dé vida a nuestras ideas.

-Usted tiene la ventaja de que diputado y eso da una proyección en el día a día de la política asturiana.

-Es cierto que ser diputado en el parlamento asturiano te da una proyección pública porque el trabajo de día a día genera una noticia, esa proyección; pero yo creo que tampoco va a ser determinante que el futuro coordinador deba ser o no una persona de este grupo parlamentario, seguramente que habría candidatos fuera del grupo que podrían desarrollar bien su labor y una prueba es que durante estos cuatro años el coordinador saliente fue Manolo Orviz que no estaba en ningún cargo público y lo pudo llevar bastante bien y sobre todo especialmente en este último año y medio, que hubo una buena bicefalia entre el portavoz del grupo parlamentario y la coordinación de la organización, entre Gaspar y él.

-¿Qué balance hace del pacto de investidura?

-Hubo unos primeros meses en los que entendimos que todo tiene que ponerse marcha y que lleva su tiempo, una vez que estos primeros meses iniciales pasaron, vimos que el acuerdo avanza a diferentes ritmos. Hay determinadas consejerías que van a un ritmo más lento en las que encontramos más resistencias al acuerdo, mientras que en otras se está caminando de forma más ágil. Entendemos que después de este periodo inicial ahora estamos en una segunda fase de exigencia. Además viendo ahora mismo todo lo que está pasando a nivel nacional se le puede dar más importancia a este acuerdo, por difícil que es grupos políticos de diferente signo alcancen pactos. Con este acuerdo de investidura se desbloqueó la situación en Asturias. A nivel nacional estábamos vislumbrándo el fin del bipartidismo, que casi se le podía dar el certificado de defunción. Lo que no podemos hacer es que el fin de bipartidismo traiga como consecuencia la paralización de las administraciones. Por lo tanto se necesitan políticos que busquen el diálogo, que estén por la búsqueda del acuerdo y el consenso; pero una vez que se logran esos acuerdos, lo que evidentemente hay que hacer es desarrollarlo, quien firma tiene que cumplir el acuerdo. Nosotros cumplimos de forma muy sencilla que fue votando a Javier Fernández,  los diputados de IU nos levantamos, desbloqueamos la situación y Javier Fernández es presidente. A cambio hay unas medidas que están firmadas y nuestra obligación es hacer que se cumplan. Hay cosas que se hacen más rápido, otros temas van a llevar más tiempo pero en lo que vamos a estar es en la exigencia y en la firmeza con el partido socialista. Y además, y este es el mensaje que repetimos en los últimos días, es que sería también interesante incorporar al otro actor progresista de la cámara a todo tipo de acuerdos que se puedan, acuerdos fiscales, presupuestos, en definitiva que esa mayoría social se articule en torno a conceptos concretos para esta legislatura en Asturias.

-¿En qué consejerías se han encontrado con esas resistencias?

-Hay problemas en Medio Rural, también vimos este verano, y ya nos pasó el año pasado, problemas en Educación; y en lo que a mí me compete, que llevo los temas de economía y empleo, de medioambiente y ordenación del territorio, pues en empleo tenemos un hándicap grande desde hace muchos meses con los planes locales de empleo. Hay una mención expresa a fortalecer estos planes en el acuerdo de investidura, y ahora mismo nos parece que es todo lo contrario. No sólo no se fortalecieron, que tengan más recursos que puedan alcanzar a más gente con necesidades y con problemas. Sino que seguimos con esa inseguridad jurídica de los últimos años los ayuntamientos, en los que se fueron encontrando con denuncias en los tribunales y llevándoles a tener que asumir unas cantidades en indemnizaciones que nosotros ciframos en torno a 10 millones de euros. En la próxima convocatoria o se hace algo y se hace algo rápido, o estarán en peligro.

-¿Cree que la expectativa de unas terceras elecciones influye en poner más dificultades a la negociación del presupuesto?

-Estamos con la mano tendida para lograr un acuerdo para el presupuesto de 2017, tanto hacia al PSOE como a ese diálogo que tiene que haber tripartito con Podemos. Es cierto que podría repetirse que en torno a las últimas semanas de diciembre pudiera repetirse unas elecciones generales y es cierto también que podría repetirse el mismo escenario que en 2015 abocó a esta comunidad a una prórroga presupuestaria. Lo que debería de hacer el gobierno durante estos primeros compases de otoño es liderar una negociación, tanto de la reforma fiscal como de los presupuestos, por si llegasen esas elecciones anticipadas, para no tener que meternos en el fragor de la campaña electoral a acordar unos presupuestos. Porque sin duda la dinámica de la campaña los iba a dificultar de nuevo. Por supuesto que nos disgustaría muchísimo, que espero que en ningún caso se produzca, que el PSOE decidiese girar la cabeza a la derecha y con alguna concesión, qué sé yo en el impuesto de sucesiones o en temas de céntimo sanitario llegase a pactar unos presupuestos con el PP.

-¿Lo ve factible? Eso sería la ruptura del pacto de investidura.

-Eso por supuesto cambiaría por completo las relaciones políticas entre el partido socialista e Izquierda Unida. Sería muy difícil desarrollar el acuerdo de investidura con unos presupuestos pactados en los que detrás estuviese la mano de la derecha.

-¿Qué falló el año pasado, en esa negociación presupuestaria, que debería solucionarse en esta? 

-Igual que manifestamos la voluntad de llegar al acuerdo de legislatura seguimos manteniendo la necesidad de llegar la búsqueda del acuerdo presupuestario. En diciembre llegamos a alcanzar aquel preacuerdo que luego el PSOE retiró y creo que los problemas de Asturias siguen siendo los mismos que hace un año. Es necesario ese dialogo tripartito, primero respecto a la recaudación fiscal y y luego para la distribución de ese dinero en los presupuestos.  Abocar a Asturias a una nueva prórroga sería abonar el campo en 2019 a la derecha asturiana para que se hiciera cargo de la comunidad autónoma. Sería un despilfarro ahora mismo que con 28 diputados progresistas, no voy a decir de izquierdas si hay gente a la que le molesta la etiqueta, no lograrlo y abonar el camino a la derecha en 2019.

 -En caso de unas terceras elecciones, ¿debería repetirse coalición de IU con Podemos?

-Si hubiera unas terceras elecciones, en el seno de nuestra organización debería producirse un debate sereno y sosegado en el que, se determinase que las bases tuviesen, mediante un referéndum, la última palabra sobre el acuerdo. Y habría que rectificar o corregir errores que se cometieron en la primavera pasada y que cuando las bases fueran a votar ese acuerdo tendrían que conocer C por B los términos completos del acuerdo. Sigo creyendo que la suma de las fuerzas, vamos a decir, ya no sólo de la izquierda, sino del ámbito progresista, puede ser una herramienta útil si logramos articular desde el principio bien el proceso. Y una herramienta útil para lograr que se forme un gobierno progresista en España. Es verdad que se ha hablado mucho, por el nivel de la presencia de turistas en Asturias este verano, de que repunta un poco la economía asturiana, de que los índices de desempleo están bajando, etcétera. Me congratulo de eso, pero por otro lado creo que está prendido con alfileres, y digo esto porque no podemos obviar que hay una coyuntura internacional que está poniendo en jaque a muchos posibles competidores turísticos del estado español y por ello de Asturias, hablo del norte de África, de Turquía, de países donde hay tantísima inestabilidad, una que hasta golpea a en países vecinos como Francia, en sitios muy turísticos como Niza, y todo eso hace que el turista mire a destinos seguros. Por otro lado, en el momento en el que tengamos ya un gobierno definitivo, la UE va poner de nuevo encima de la mesa nuevas políticas de ajuste, de recortes, de austeridad, de precariedad, en definitiva nuevas políticas reaccionarias. Y están solamente esperando, nos tienen con la sentencia sin ejecutar, precisamente para que la parte progresista del país se confíe, piense que lo peor de la crisis ya pasó. Y yo creo que nos espera una segunda vuelta de la crisis cuando se forme el gobierno y que si encima va a ser un gobierno que no va a poner resistencia a los mandatos de Bruselas, si encima va a ser un gobierno que vaya a seguir primando a las multinacionales o a la banca frente a la mayor parte de la población eso va a ser muy negativo para la mayoría social de los españoles. Y frente a esa situación de excepcionalidad que estamos viviendo hay que poner encima de la mesa propuestas electorales audaces que tienen que pasar por esas alianzas, por esas confluencias. Pero, y vuelvo al principio, se tienen que corregir errores que se cometieron en la primavera pasada. Hay tener negro sobre blanco  todos los acuerdos una vez que se hayan firmado y después llevarlos a la discusión en las asambleas y al sometimiento de nuestra militancia.

-¿Qué errores son los que habría que corregir?

-Uno de los más grandes que se cometió, es que en la primera votación decidismo abrir el diálogo con Podemos; y en la segunda, cuando ya había que votar sobre lo concreto, faltaba por concretar mucho de los concreto. La militancia de Asturias comenzó la votación del acuerdo sin saber qué números nos correspondían en esa coalición y cuando ya llevábamos 15 o 18 horas de votación fue cuando conocimos el número que nos tocaba, más allá del culebrón que empezó después con el sexo de ese número. Eso tiene que quedar claro y muy bien atado, si de verdad queremos hacer algo serio de cara a la próxima legislatura, pero esperemos que se forme un gobierno progresista antes de llegar a ese extremo.

-¿Se sintió maltratada IU Asturias en la negociación estatal con Podemos?

-El acuerdo fue global y en los órganos federales así se acordó. Nosotros mostramos nuestra conformidad a ese acuerdo global y fuimos muy escrupulosos después en lo que fueron todas las negociaciones para que ese pacto fuera efectivamente global, que afectase a todo el estado. Pero es cierto que nuestra federación, en primer lugar por su peso histórico, pero también porque en diciembre fuimos la que mayor porcentaje de voto había logrado, por militancia, por nuestra presencia institucional, tenemos un grupo parlamentario fuerte en la Junta General y somos la segunda fuerza en la política municipal en Asturias, gobernamos unos cuantos ayuntamientos y alguno grande ¿no?, por lo tanto creíamos que nuestra presencia en ese ámbito de negociación estatal tenía que ser preferente y no lo fue. Y la realidad es que ahora mismo hay diputados de IU en federaciones que nunca habían tenido un escaño y una federación como la nuestra, que veníamos de estar todavía el otro día en el Parlamento con Gaspar y con Laura Castaño, pues quedamos postergados en las negociaciones a un segundo plano.