
El exjefe de la Policía Local está aislado en el Departamento de Ingresos de la prisión
22 jul 2016 . Actualizado a las 14:25 h.El ex jefe de la Policía Local de Oviedo, Agustín de Luis Criado, se encuentra aislado en una celda, en el Departamento de Ingresos del Centro Penitenciario de Villabona «con el ánimo alto» y convencido de que «va a estar poco tiempo encarcelado». Así lo ha manifestado en las primeras horas que han transcurrido desde su internamiento. Asegura que ha puesto en marcha toda la maquinaria judicial y confía en que habrá una suspensión de condena porque piensa que saldrán adelante los recursos que interpondrá ante el Tribunal Constitucional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo contra la sentencia firme del Tribunal Supremo que le ha condenado a una pena de dos años y siete meses de cárcel.
El Alto Tribunal le impuso la pena por los delitos de infidelidad en la custodia de documentos y omisión del deber de perseguir delitos. Estaba acusado de ocultar un atestado para favorecer al hostelero ovetense J.T. que, en estado ebrio, atropelló a un peatón en el año 2012. Durante el juicio, en el que se personó el sindicato policial Sipla como acusación particular, De Luis aseguró que decidió no dar trámite judicial al atestado y convertirlo en «una diligencia de prevención» tras consultarlo legalmente con el anterior fiscal superior asturiano, Gerardo Herrero, fallecido en 2013, y obtener su visto bueno.
Agustín de Luis entró mental y espiritualmente «sereno» en la macroprisión asturiana, como él mismo escenificó a su llegada a la cárcel, en la tarde del pasado jueves. Tras abrirle una ficha penitenciaria, recibió la visita del médico y el psicólogo, como marca el protocolo interno. «En las primeras 24 horas desde el ingreso de cualquier interno siempre son estos dos profesionales los que evalúan su estado físico y mental. Y en función de su informe, se estudia el módulo al que irá trasladado. De Luis está fuerte anímicamente. Es una persona, como se dice habitualmente, que es echada p'alante y ha anunciado que también se pedirá su indulto», sostienen fuentes penitenciarias.
A lo largo del día de hoy, De Luis será entrevistado por un trabajador social y un educador. Inicialmente estará solo en una celda para salvaguardar su integridad física. Aunque actualmente está jubilado, su pertenencia a las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado durante más de cuatro décadas y su responsabilidad al frente de la Policía Local ovetense, donde se granjeó amistades con grandes ámbitos de poder, pero también numerosos enemigos declarados, especialmente en ámbitos sindicales, han llevado a la dirección de Villabona a considerar más conveniente mantenerle inicialmente en el Departamento de Ingresos.
Posible traslado de prisión
En principio estará unos días en esta unidad, alejado del resto de los internos comunes. Habitualmente los policías y guardias civiles suelen ir trasladados a cárceles específicas para miembros de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado y no se descarta que Agustín de Luis pudiera solicitar él mismo un traslado de prisión o que sea la propia dirección del Centro Penitenciario de Villabona, previa consulta con Instituciones Penitenciarias en Madrid, quien aconseje su conducción a otra cárcel fuera de Asturias, donde pueda pasar más desapercibido.
En el Departamento de Ingresos, el ex jefe de la Policía Local ovetense mantendrá la misma rutina carcelaria que el resto de los internos. En este departamento hoy en día únicamente están ingresados internos de confianza que tienen una actividad de destino diaria, con trabajos como ordenanzas o similares.
En las primeras horas desde su encarcelamiento, Agustín de Luis ha iniciado ya los trámites para solicitar la visita de amigos y familiares, cubriendo las instancias pertinentes para autorizar la entrada en la prisión de las personas más cercanas de su entorno social. Estas visitas podrían realizarse ya este mismo fin de semana.
Fuentes penitenciarias aseguran que el ex responsable de la Policía Local es «un interno más en el centro», por lo que se espera que su ingreso en prisión, a pesar de la notoriedad del recluso, no venga a alterar la normalidad del centro.