
Un juzgado de lo Mercantil ha designado a un administrador concursal para cuantificar los bienes y las deudas que tenía contraídas el fallecido
11 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El caso no tiene precedentes en los tribunales de justicia. Un vecino de Oviedo ha presentado un concurso de acreedores de herencia yacente para conocer la verdadera situación patrimonial así como el estado de contabilidad y financiero de las empresas de su padre, al haber fallecido sin haber dejado escrito su testamento.La causa ha recaído en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo, que ha iniciado ya las diligencias y ha designado a un administrador concursal para cuantificar los bienes y, en su caso, las deudas contraídas, tanto personalmente como en calidad de avalista. Este trámite es imprescindible de cara a conocer el alcance real de la herencia para su posible admisión o rechazo, ya que actualmente está paralizada su aceptación «a beneficio de inventario».
El ovetense D.C. desconocía la situación financiera que tenía su padre, J.C., un promotor inmobiliario, cuando murió el pasado 25 de septiembre de 2015. Era hijo único y, por tanto, su heredero universal. Está casado y tiene su propia familia, por lo que su padre no le había puesto nunca al corriente de la delicada situación económica por la que atravesaba. Sin embargo, su sorpresa fue mayúscula cuando, una vez concluidos los trámites del sepelio, recibió sendas notificaciones de una entidad bancaria y de la comunidad de propietarios de una vivienda de su propiedad, donde le requerían para hacer frente al pago de las deudas que había acumulado su progenitor y que él desconocía.
«Un auténtico quebradero de cabeza»
Ante esta situación, decidió poner el caso en manos del abogado ovetense Manuel Calero García. El letrado le planteó entonces las dos únicas posibilidades que barajaba de cara a estudiar si aceptaba o no la herencia. «Le comenté a mi cliente que teníamos dos opciones: o bien podía ir a un notario y que se declarara en un acta notarial que aceptaba la herencia a beneficio de inventario o bien podía presentar un concurso de acreedores de herencia yacente. De esta manera, una vez que supiera realmente si los activos de las empresas cubrían los pasivos y le quedaba aún remanente para abonar el impuesto de sucesiones, pudiera decidir qué camino iba a tomar. Finalmente hemos acudido a la segunda opción y hemos presentado un concurso de acreedores de herencia yacente», explica el abogado que representa a D.C.
Manuel Calero presentó la solicitud de concurso de acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo. Su titular, el magistrado Miguel Álvarez-Linera, designó al abogado Eladio Javier Rico García como administrador concursal. Su primer cometido es realizar un informe donde refleje el estado real de las cuentas, con la relación de los bienes que tenía el fallecido, así como la lista de acreedores que pudiera tener y saber de esta manera cuáles eran los activos y los pasivos de la herencia.
El abogado de D.C. reconoce que ha sido un duro golpe para su representado conocer el estado provisional de cuentas que tenía delante. «Las entidades bancarias acudían a mi patrocinado para intentar cobrar las deudas de su padre como heredero y era para él un auténtico quebradero de cabeza», ratifica.
Desde la muerte de su padre, D.C. ha pasado un auténtico calvario. La perplejidad inicial que supuso para él conocer la falta de liquidez de los negocios de su padre, de los que él era ajeno al no dedicarse a su misma actividad profesional como promotor inmobiliario, se convirtió en una auténtica pesadilla cuando comenzó a recibir los primeros requerimientos de los acreedores para recuperar el dinero aportado. «Las ejecuciones están ahora paralizadas a expensas del resultado del concurso de acreedores de la herencia», confirma Manuel Calero, que entiende que una dificultad añadida era comprobar «la falta de precedentes en Asturias de un proceso de estas características».