Se reanudan las prospecciones en las minas de litio del norte de Portugal

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La actividad había sido brevemente detenida por una providencia cautelar interpuesta por los propietarios de algunos de los terrenos afectados
22 abr 2025 . Actualizado a las 09:32 h.Tras un breve parón, el municipio de Boticas, en el norte de Portugal, retomó una guerra muy particular contra las minas de litio de Covas do Barroso, en el distrito norteño de Vila Real.
La prospección de la mina, que se ubica en un Sistema Importante del Patrimonio Agrario Mundial, como lo declaró la FAO en el 2018, había sido brevemente detenida por una providencia cautelar interpuesta por los propietarios de algunos de los terrenos afectados, a inicios de febrero. Sin embargo, pocas semanas después, el Ministerio de Medio Ambiente, que previamente había aprobado que la firma Savannah Lithium SA analizara los terrenos, respondió con una resolución en la que reivindicaba el interés público del proyecto y la reanudación de los trabajos.
Desde el pasado diciembre, la empresa británica tiene licencia del Ministerio de Medioambiente para analizar los terrenos de cara a una explotación de litio en el 2027, culminando un proceso de 20 años que empezó con una licencia para la obtención de cuarzo y cuarzo en 120 hectáreas. Poco después, el área aumentaba hasta las 542 hectáreas para extraer litio, en cuatro minas a cielo abierto, que poco tienen que ver con los primeros planos.

La Unión Europea viene de calificarlo como uno de los 47 proyectos estratégicos de minería «para garantizar y diversificar el acceso a las materias primas de la UE», donde no abunda este mineral esencial para un mundo descarbonizado. Sin embargo, para los habitantes locales, no justifica la cantidad prevista de desperdicios generados en este entorno.
La caída de António Costa
Las persistentes protestas de los vecinos, que comenzaron en el 2018, no han dado tanta notoriedad a este proyecto como haber sido uno de los cuatro investigados en el marco de la operación Influencer, que acabó tumbando al Gobierno del socialista António Costa por sospechas en las concesiones.
Por eso, los trabajos tienen, también, ciertas connotaciones políticas, dado su protagonismo en la investigación. Además, hace tres semanas, fue inaugurada otra de las cuatro patas de la causa judicial Influencer, el megacentro de datos de Sines.