Un joven con autismo queda gravemente herido en un nuevo caso de violencia policial en EE.UU.

Iago García
I. GARCÍA LA VOZ

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Víctor Pérez, a la izquierda, en una escena doméstica. A la derecha, recibiendo los disparos de los policías en su casa de Pocatello, Idaho.
Víctor Pérez, a la izquierda, en una escena doméstica. A la derecha, recibiendo los disparos de los policías en su casa de Pocatello, Idaho. GIFFORDS | FOX

Víctor Pérez, de solo 17 años, recibió 9 disparos en el jardín de su casa en Idaho. Sufrió una crisis y portaba un cuchillo en el momento en el que fue tiroteado, indefenso sobre el césped. El vecino que contactó con emergencias lamenta lo ocurrido: «Llamé a la policía para ayudar a la familia, no para que viniera un escuadrón de ataque»

11 abr 2025 . Actualizado a las 08:22 h.

El trastorno del espectro del autismo (TEA) supone a quien lo padece serias dificultades a la hora de comunicarse y relacionarse socialmente. Cuando una persona autista sufre una crisis, le cuesta adaptarse a nuevos espacios y personas, y se altera según determinados estímulos. Es una «condición del neurodesarrollo que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral», explicó en La Voz de la Salud la psicóloga Cristina Couto. Así, un saludo inocente puede ser considerado una amenaza. Y un abrazo, una agresión. Quizás una crisis de este tipo fue la que sufrió a finales de la semana pasada Víctor Pérez, un joven de 17 años, que se revolvía en el jardín de su casa portando un cuchillo ante los intentos en vano de su familia de calmarle.

Fue entonces cuando un vecino próximo a la casa donde estaban ocurriendo los hechos en Pocatello, Idaho, EE.UU., alertó a emergencias. «Llamé a la policía para ayudar a la familia a tranquilizar la situación», declaró a medios locales. Sin embargo, la secuencia iba a acabar adquiriendo tintes mucho más dramáticos cuando llegaron las patrullas policiales. Al ver a los agentes gritándole e instándole a tirar el cuchillo la crisis de Víctor se agudizó, tal y como acreditan las imágenes grabadas por el móvil de un testigo.      

Hasta cuatro policías desenfundan sus pistolas frente al chaval, completamente indefenso y tumbado sobre el césped, cercado además por una valla metálica. En el momento en el que trata de incorporarse, una ráfaga de disparos impacta en su cuerpo. «Estábamos tratando de echar una mano —continúa su relato el vecino que llamó al 9-1-1, el teléfono de emergencias estadounidense—, no llevar un pelotón de fusilamiento», lamenta sobre el desenlace. «Fue realmente traumático para mí presenciar esto, para mí y para mi hijo ser parte de ello —al ser él quien efectuó la llamada—», añade entre lágrimas. Tristemente Víctor, se encuentra hospitalizado en estado crítico tras lo ocurrido y ha sufrido la amputación de parte de su pierna izquierda. Nueve balas hicieron blanco en el chaval.

Mientras el joven de 17 años se encuentra en coma, el suceso ha conmocionado a la sociedad norteamericana en lo que parece un nuevo caso de violencia policial, en el que además se estudia si ha podido tener connotaciones racistas. «Cuando llegaron los oficiales, ni siquiera preguntaron qué estaba pasando», dijo Ana Vázquez, tía del adolescente a KIFI TV, incidiendo el problema que sufría su sobrino: «tiene el cerebro de un niño de 5 años y apenas puede caminar». La ascendencia latina de la víctima, es remarcada por organizaciones sociales como Giffords, centrada en la problemática de las armas de fuego. «Los tiroteos policiales dañan desproporcionadamente a negros y latinos», recuerdan desde esta entidad, mientras cargos policiales han tratado en las últimas horas de justificar el empleo desmesurado de fuerza en esta intervención. «En situaciones como esta, los oficiales deben tomar decisiones en segundos», difundió en un vídeo publicado en redes sociales el jefe de policía de Pocatello, Roger Schei. Schei explicó que el Grupo de Trabajo de Incidentes Críticos del Este de Idaho ha abierto una investigación al respecto, siendo prudente a la hora de ofrecer más valoraciones hasta que se produzca «una revisión cuidadosa de todos los hechos y pruebas».