Cataluña pone fin a su peor sequía en 200 años

redacción REDACCIÓN / LA VOZ

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Embalse de Sau. A la izquierda, a principios de febrero, cuando la ocupación era del 6,5 %. A la derecha, en la actualidad, con unas reservas por encima del 70 %.
Embalse de Sau. A la izquierda, a principios de febrero, cuando la ocupación era del 6,5 %. A la derecha, en la actualidad, con unas reservas por encima del 70 %.

La Generalitat ha levantado la alerta después de 56 meses de restricciones en el consumo de agua

05 abr 2025 . Actualizado a las 19:46 h.

La portavoz del Gobierno de Cataluña, Sílvia Paneque, ha anunciado que, tras 56 meses de sequía, las últimas lluvias permiten levantar las restricciones al consumo de agua en el sistema Ter Llobregat, que abastece a 202 municipios del área metropolitana de Barcelona y Girona, donde viven seis millones de personas. De esta forma se pone fin a la peor sequía que ha vivido Cataluña en los últimos 200 años.

En una comparecencia en el pantano de Sau (Barcelona), la consejera ha afirmado que el nivel de los embalses de las cuencas internas, por encima del 63 %, permite que el sistema Ter Llobregat, el más grande de Cataluña, pase de la fase de alerta a la de prealerta. Si bien aún no es la fase de normalidad, el paso a prealerta permite levantar las restricciones de consumo de agua para riego y usos urbanos, al tiempo que no se modifican los caudales ambientales.

«Damos un nuevo paso en la desescalada, levantando las limitaciones del agua en las zonas más pobladas del país», dijo Paneque, quien considera que se empieza a superar «la peor sequía que ha sufrido Catalunya en los últimos 200 años».

La fase de prealerta solo contempla medidas preventivas, como activar recursos de agua no convencionales, incrementar la desalinización y estudiar medidas de ahorro, pero no implica restricciones al agua.

El anuncio de la consejera se realizó en el pantano de Sau, que en este momentos presenta un almacenamiento por encima del 70 %, cuando mismo en febrero de este año sus reservas llegaron a reducirse al 6,5 %. De la iglesia enterrada por las aguas ahora solo se ve el campanario, cuando hace no mucho podía observarse todo el edificio.

Las reservas de las cuencas internas, que abastecen a la mayoría de la población catalana, se han doblado en solo un mes, gracias a las continuas lluvias, y han subido por encima del 63 %, con lo que alcanza capacidades que no se veían desde el 2021.

Paneque desveló cambios de estado en otras unidades de explotación de las cuencas internas, ambas en Girona: el acuífero Baix Ter, que pasa a normalidad, y el Fluvià Muga, que avanza de excepcionalidad a alerta.

De las 18 unidades de explotación de las cuencas internas, 14 de ellas están ya en escenarios que no contemplan restricciones al consumo de agua: prealerta o normalidad. Pese a este escenario positivo, las desaladoras siguen trabajando al 90 %.