«Blancanieves»: intento fallido de revivir un clásico

Disney lo ha vuelto a hacer, y no para bien. El remake de Blancanieves es un intento fallido de revivir un clásico animado de 1937. En una época donde la tecnología digital puede crear mundos impresionantes, sorprende (y decepciona) que los enanitos luzcan como personajes sacados de una película de bajo presupuesto de hace varias décadas. Pero casi es lo de menos. La decisión de sustituir a actores reales de baja estatura por criaturas animadas, tras la polémica generada por las declaraciones de Peter Dinklage, se suma a la sensación de que esta producción no logra encontrar su rumbo. Los enanos resultan demasiado infantilizados para una obra que, en teoría, se dirige a un público familiar.

En cuanto a la trama, sin sorpresas. La malvada reina, la princesa inocente, los enanitos y la manzana envenenada, siguen el mismo esquema que todos conocemos, sin novedades ni giros que aporten frescura. Gal Gadot intenta dar vida a la Reina Malvada, pero su actuación resulta acartonada, sin el carisma que, por ejemplo, Angelina Jolie relució en Maléfica (2014). Su personaje parece encorsetado en el tópico de la madrastra cruel, sin ninguna profundidad emocional. Rachel Zegler cumple de Blancanieves, a pesar de que su interpretación, excesivamente teatral, choca con el tono del filme. Se siente forzada y poco natural para una cinta de acción real.

¿Una «Blancanieves» latina, con criaturas mágicas en lugar de enanitos y sin beso del príncipe?

Javier Becerra

Visualmente, el exceso de filtros de colores en busca de una estética fantástica, acaba molestando. Recuerda a un comercial de champú donde el brillo y el slow motion se usan sin control. Este abuso, combinado con movimientos de cámara rebuscados, convierte algunas escenas en un desfile de efectos visuales que distraen más que suman. Se fumaron en torno a 232 millones de euros y el filme apenas ha logrado recaudar unos 84 millones en su primera semana, confirmándose como uno de los mayores fracasos en taquilla de Disney. Su mala recepción crítica y el desprecio del público, redondean la jugada. Este remake es simplemente innecesario y, además, aburrido. Blancanieves no merecía tal despropósito.

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