La Autoridad Fiscal propone que Muface sea voluntario y que los nuevos funcionarios entren en la sanidad pública

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID | LA VOZ

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Una mujer participa en la concentración frente a la sede central de Muface del pasado 22 de enero
Una mujer participa en la concentración frente a la sede central de Muface del pasado 22 de enero Mateo Lanzuela | EUROPAPRESS

En su análisis del sistema, el organismo ha detectado ineficiencias

24 mar 2025 . Actualizado a las 15:48 h.

Desde el Gobierno ya lo había avanzado el ministro de Función Pública, Óscar López, cuando se renegociaba con las aseguradoras cómo sacar a flote el nuevo convenio con Muface, y este lunes la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) lo ha puesto negro sobre blanco: las ineficiencias del sistema que da cobertura sanitaria privada a alrededor de un millón y medio de funcionarios y sus familias requieren tomar medidas. En su análisis sobre Muface, publicado prácticamente tres semanas después de que la concurrencia de Adeslas y Asisa -después de que el ministerio mejorara hasta en tres ocasiones su oferta económica- hicera posible sacar adelante el convenio que peligraba, la AIReF propone que la adscripción actualmente obligatoria de los funcionarios a Muface pase a ser voluntaria y que, de cara a la incorporación de nuevos trabajadores públicos, estos ya pasen directamente a la sanidad pública.

 

Precisamente, la potencial llegada de 1,5 millones de mutualistas este mes de abril -de no haberse desbloqueado finalmente el convenio de Muface- preocupaba ante la posibilidad de un colapso del sistema, ya sobrecargado. Por eso la Autoridad Fiscal indica en su análisis que el paso de los funcionarios a la sanidad pública debería ser progresivo, además de secundario a un refuerzo del Sistema Nacional de Salud.

Cabe recordar que son mutualistas con carácter obligatorio los funcionarios de carrera de la Administración Civil del Estado y el personal funcionario en prácticas que aspire a ingresar en los Cuerpos de dicha Administración. La incorporación inicial al Régimen del Mutualismo Administrativo es obligatoria, única y permanente (salvo variaciones y bajas) desde el momento de la toma de posesión o, en su caso, desde el comienzo del periodo de prácticas.

De este modo, tras esa adscripción obligatoria, con la normativa actual, el mutualista debe escoger entre acogerse a la sanidad pública o a la privada. Para esta última, el Ejecutivo celebra periódicamente conciertos con las aseguradoras, que son las encargadas de prestar dicho servicio.

Es precisamente ante los problemas que plantea esta dualidad sobre los que la AIReF propone acometer reformas estructurales. En este sentido, plantea transformar la adscripción obligatoria vigente en un régimen voluntario, algo para cuya implementación propone una consulta a los mutualistas durante el próximo concierto. La institución -que señala que el sistema español es «una excepción singular» respecto a los países vecinos- entiende que esta fórmula permitiría racionalizar el modelo y generar ahorro, tanto para el funcionario como para las arcas públicas.

Estas recomendaciones forman parte de la primera parte del Spending Review 2022-2026, donde la AIReF también señala que actualmente la mayoría de los nuevos mutualista (el 72 %) escogen la sanidad pública en lugar de la ofrecida por las aseguradoras privadas. 

En este sentido, hay que matizar que solo el 24 % de los mutualistas optan por la sanidad pública, pero que el porcentaje escalada hasta llegar a siete de cada diez cuando se trata de patologías importantes y que requieren tratamientos complejos y largos u hospitalización. Ejemplos de ello son los casos de los tratamientos oncológicos, como quimioterapia, o servicios de nefrología y diálisis. Según la AIReF, más del 66 % de las hospitalizaciones de severidad mayor o extrema de los mutualistas son atendidas en centros de titularidad pública, porcentaje que se eleva hasta el 90 % cuando el mutualista que presenta estas patologías es menor de 40 años.

En el extremo contrario, la AIReF detecta que entre quienes optan por la sanidad privada, esta muestra una accesibilidad mayor en especialidades como la traumatología, la dermatología y la ginecología.

Medicación más cara y menos genéricos

«Esta característica se refleja especialmente en la utilización de ciertas pruebas diagnósticas avanzadas de imagen, particularmente en resonancia magnética en la que la tasa supera en más de tres veces la del sistema nacional de salud», ha explicado el organismo en su informe.

En el ámbito de la eficiencia, la evaluación revela notables diferencias entre las modalidades pública y privada, especialmente en el sector farmacéutico, ya que los centros privados facturan a las mutualidades medicamentos hospitalarios a pacientes externos a precios significativamente más elevados que el de adquisición de los servicios públicos de salud. En algunos casos a sextuplicar el coste. También hay usos dispares en la prescripción de medicamentos genéricos  (el 40 % en la pública frente y el 32 % en la privada) y biosimilares, con diferencias de hasta 23 puntos porcentuales en algunas moléculas.