Sumar debilita a Sánchez en Europa

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La portavoz de Sumar en el Congreso y diputada por Pontevedra, Verónica Martínez.
La portavoz de Sumar en el Congreso y diputada por Pontevedra, Verónica Martínez. Eduardo Parra | EUROPAPRESS

El jefe del Ejecutivo pierde posiciones por sus tesis sobre el gasto en defensa

23 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Los cheques que le extienden al Gobierno de Pedro Sánchez desde Junts, el partido de Carles Puigdemont, y desde ERC, la formación liderada por Oriol Junqueras, a cambio de las cesiones del Ejecutivo, tienen cada vez una fecha de caducidad más corta. Se las prometían muy felices en el Gobierno después de haber pactado con Junts la cesión de las competencias en materia de inmigración y vigilancia de fronteras. Pero Puigdemont y los suyos dejaron claro muy pronto a Sánchez que eso lo consideraban un pago de las deudas anteriores. Y, a las primeras de cambio, Junts se alió con el PP y con Vox para rechazar en el Congreso la creación de una Agencia Estatal de Salud Pública para la que el Gobierno ya tenía pensado nombrar presidente al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que fue la cara visible para todos los españoles durante la pandemia.

Entre los tres partidos de derechas sumaron 176 votos, frente a los solo 167 que votaron a favor de la creación de ese organismo. Se trataba de un duro golpe político para el Gobierno, que sufría así otra derrota en el Parlamento, y en especial para la ministra de Sanidad, Mónica García, que fue la que defendió el proyecto en el Congreso. El rechazo de Junts y del PP, que en principio estaban a favor de crear la figura pactada con los partidos tras la pandemia del covid-19, fue un acto de venganza por la negativa del Gobierno a aceptar las enmiendas que ambas formaciones habían introducido a la ley de desperdicio alimentario. «Ninguna agencia española de salud pública está por encima de los ganaderos catalanes», afirmó la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, dejando así claro que no se sienten de ninguna manera atados al Gobierno.

Adiós a los presupuestos

El Ejecutivo incumplirá de nuevo. La semana fue en general un camino de espinas para el Gobierno de coalición, que vio también cómo desde ERC se le advertía de que no cuenten con ellos para aprobar unos Presupuestos Generales del Estado para el 2025. El último clavo para echar por tierra la pretensión del Gobierno de presentar unas cuentas públicas, por más que la ministra de Hacienda y vicepresidenta segunda del Gobierno, María Jesús Montero, insista en que tiene la voluntad de sacar adelante los Presupuestos con diálogo. Todo indica que el Ejecutivo va a incumplir de nuevo el mandato constitucional que ordena al Gobierno presentar unos presupuestos cada año, al margen de si estos cuentan o no con apoyos suficientes.

OTAn y GASTO MILITAR

Rego, estrella por un día. El otro gran disgusto de Pedro Sánchez fue la presentación de una moción del diputado del BNG, Néstor Rego, en la que, entre otras cosas, se pedía la salida de España de la OTAN y la renuncia a crear un fondo europeo de 800.000 millones de euros para el rearme ante la amenaza que supone el ansia expansionista de Vladimir Putin. El diputado gallego, estrella por un día, era muy consciente de la vieja pulsión antimilitarista de la izquierda española, y consiguió dejar al Gobierno en compañía de toda la derecha del Parlamento (PP, VOX, PNV y Junts) para rechazar la moción, mientras que logró el apoyo de toda la izquierda a la izquierda del PSOE, que votó a favor, incluida Sumar, que mete en un problema a Pedro Sánchez en un momento en el que trata de negociar en Europa un aumento de la inversión en defensa con el lastre de que sus socios de Gobierno exigen en un momento crítico la salida de España de la OTAN, e incluso la disolución de la Alianza Atlántica.

Un contratiempo más para Sánchez, que vio también como los líderes europeos ignoraron en un principio su propuesta de no llamar «rearme» al aumento del gasto en defensa, con la intención de no soliviantar a sus socios de Sumar. Las tesis de Sánchez han sufrido un fuerte varapalo en la reunión del Consejo Europeo, que tampoco aceptó su propuesta de que ese rearme no se produzca solo a base créditos de la UE, sino también con aportaciones a fondo perdido de cada uno de los países miembros, y fue advertido por el comisario europeo de Asuntos Económicos, Valdis Dombrovskis, letón, contra la tentación de su Gobierno de convertir el presupuesto de defensa en un cajón de sastre en el que quepa todo. A Sánchez le queda trabajo para convencer a sus socios europeos.