PP y Vox abren la puerta a más pactos para presupuestos

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Aragón y Murcia podrían escenificar la reconstrucción de los puentes entre ambos
19 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Con el pacto PP-Vox en Valencia no solo Carlos Mazón consigue ganar algo de tiempo político en medio de la tormenta desatada por la ineficaz gestión de la dana que arrasó el entorno de la ciudad mediterránea el 29-O y la lentitud en el proceso de reconstrucción. Nueve meses después de la ruptura de los pactos autonómicos entre los de Alberto Núñez Feijoo y Santiago Abascal, ambas formaciones han dado luz verde a unas cuentas que, además, abren la puerta a acuerdos similares en otras comunidades autónomas. Eso es lo que trasciende, al menos, de las sedes del PP y Vox. En Génova, los más próximos a Feijoo aseguran que este nuevo entendimiento entre Mazón y sus antiguos socios tiene el visto bueno del presidente del partido. Pese a las críticas de la izquierda por la asunción de los postulados del partido de Abascal en temas como la limitación de la migración descontrolada y la renuncia a la aplicación de la agenda climática, desde el PP insisten en que están acordando «lo mismo que los populares europeos».
Más explícita fue la portavoz de Vox. Pepa Rodríguez de Millán afirmó que «siempre hay conversaciones», sin concretar regiones, aunque fuentes de la formación admiten sintonía en Aragón y Murcia.
Pese a ese tono conciliador, Vox opina que la dirección nacional del PP «sigue queriendo soplar y sorber al mismo tiempo», y estar «en misa y repicando». «Se oponen a esas políticas, pero al mismo tiempo las apoyan», agregó, antes de matizar que el preacuerdo en Valencia y eventuales pactos similares en el resto de las autonomías no implican «necesariamente» lo propio a nivel nacional.
Tensas relaciones
La ruptura de relaciones entre PP y Vox en julio del año pasado causó un grave daño a los de Abascal. Hubo un goteo constante de bajas, y el deterioro de sus expectativas electorales se prolongó hasta que los errores en la gestión de la dana le permitieron recuperar algo de aliento en los sondeos.
Ahora, subidos a la ola populista de Donald Trump, intentan imponer su agenda a cambio de sus votos. En Aragón y Murcia, donde sus respectivos presidentes, Jorge Azcón y Fernando López Miras, están muy consolidados y con encuestas que los acercan a la mayoría absoluta, Génova ha dado libertad para buscar unas cuentas que permitan activar la economía.
En Extremadura, las relaciones son mucho más tensas. María Guardiola fue la dirigente popular que más se resistió a incluir en su Gobierno a Vox. A sus reticencias hay que sumar que el único consejero de los de Abascal decidió pasarse al PP.
También Baleares es víctima de la crisis interna del partido populista. Dos de sus diputados han pasado al Grupo Mixto, y algunas decisiones de Marga Prohens sobre el uso del catalán y el reparto de subvenciones han agrandado la brecha.
En Castilla y León, la cercanía de unas elecciones, probablemente en otoño, como muy tarde en febrero, hacen menos urgente un acuerdo.