Sánchez solo convence a PNV y CC y evitará llevar al Congreso el gasto en defensa
ACTUALIDAD
Insiste en que el Gobierno no recortará «ni un céntimo» en políticas sociales
14 mar 2025 . Actualizado a las 08:06 h.«Le agradezco el café, pero lo podíamos haber solucionado con una charla de pasillo». Es la valoración del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijoo, de su encuentro, de poco más de media hora, con el presidente del Gobierno, —por cierto, con quien no se citaba desde hace casi 15 meses— en el marco de las reuniones que Pedro Sánchez celebró ayer con los líderes de los partidos con representación parlamentaria, excepto Vox, para abordar la guerra en Ucrania, la seguridad en Europa y el aumento del gasto en defensa. El fracaso de Sánchez fue prácticamente rotundo: solo el PNV y CC se manifestaron abiertamente a favor de ese incremento. Y aunque todos reclamaron que se pronuncie el Congreso, el asunto «probablemente» no pase por la Cámara Baja, adelantó el presidente al portavoz del BNG, Néstor Rego, con lo que buscaría evitar la derrota.
Tras los encuentros, Sánchez enfatizó que el Ejecutivo no recortará «ni un céntimo» en políticas sociales, y citó como ejemplo que en los últimos siete años se aumentó el gasto en defensa en más de 10.000 millones y, al mismo tiempo, en 120.000 millones en cuestiones sociales. El presidente se mostró optimista y señaló que «puede ser una oportunidad para España». En ese sentido, hizo un llamamiento a empresas emergentes, emprendedores y pymes para que, junto a las grandes compañías, contribuyan al desarrollo tecnológico de las industrias de defensa y propicien el gran salto tecnológico que necesita Europa y que «España puede liderar».
Ni plazos ni cómo lo hará
Además, anunció que el país está preparado para conseguir antes del 2029 llegar al 2 % del PIB en defensa, y dijo que su compromiso de aumentar el gasto es «firme», pero se ahorró los detalles de los plazos y de cómo lo hará, a la espera de la cumbre de la OTAN en junio.
El presidente, dijo previamente Feijoo, le ofreció «cero información» sobre cuánto quiere gastar y cómo quiere pagarlo, por lo que dedujo que «no tiene ningún plan o no quiere contarlo» y criticó que pretenda «esquivar» el control del Congreso, ya que «no puede haber un incremento de gasto ni un compromiso internacional sin que esté autorizado por el Congreso». «Basta ya de regatear la Constitución», reforzó.
El líder del PP se jactó de que Sánchez «no pueda hablar ni en nombre de todos sus ministros», en alusión a los de Sumar, que defienden definir un modelo de seguridad europea antes de incrementar el gasto en defensa, e incidió en que llegó a la Moncloa «sin ninguna información» y no puede decir que saliese «con alguna». Es más, se quejó de que formuló al presidente varias preguntas —qué porcentaje del PIB tiene que alcanzar el gasto en defensa, el incremento, en qué plazos, cómo se financiará, si está abierto a enviar tropas a Ucrania...— y no obtuvo respuestas.
No dar un cheque en blanco
Feijoo insistió en que si elude el Congreso «no puede esperar del PP que le firmemos un cheque en blanco, que nos prestemos a hacer de muleta del Gobierno». Alejaba así un acuerdo. La misma expresión fue usada por Alberto Catalán, de UPN. El líder de los populares abundó en la debilidad del Gobierno: «Tiene que decidir si más defensa, más seguridad, más soberanía» o seguir «el camino que le marcan sus socios» y hacer «exactamente lo contrario de lo que piden los miembros de la UE y de la OTAN. Pretender las dos cosas al mismo tiempo es imposible».
«No ha estado a la altura de las circunstancias», le recriminó poco después el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. En estos momentos, insistió, «lo que España necesita es una oposición de Estado y no de desgaste».
Los partidos que apoyan al Ejecutivo, excepto CC, que se mostró dispuesta al incremento en defensa si no afecta al gasto social, y el PNV, que respaldó el aumento aunque reclamó un debate en el Congreso, inversión en el tejido industrial y hasta entendió que Sánchez no diese detalles de sus planes, los demás evitaron posicionarse con el presidente con más o menos contundencia.
Inversiones en Cataluña
Míriam Nogueras (Junts) trasladó una idea similar a la del PNV, pero con vertiente nacionalista catalana: que el aumento del gasto en defensa conlleve inversiones en Europa y, específicamente, en Cataluña. La posconvergente, que acudía por primera vez a la Moncloa, no desveló su postura a la espera de que «se concreten más cosas». Sí lo hizo Gabriel Rufián (ERC). Mostró su disconformidad y coincidió con Feijoo en que Sánchez le dio «poca información». Apuntó, además, que en vez de gastar más, la solución podría ser «gastar un poquito mejor» y que «en vez de 27 ejércitos, haya uno solo europeo» .
Mertxe Aizpurua, la primera dirigente de Bildu que pisa la Moncloa, anunció su apuesta por la «diplomacia» para hacer frente al contexto internacional, frente al aumento del gasto que planea la UE. Ione Belarra (Podemos), manifestó su oposición frontal al incremento del gasto, al igual que Néstor Rego (BNG). «Mayor gasto militar no implica necesariamente más seguridad, sino todo lo contrario, más inestabilidad», afirmó el gallego, quien pidió a Sánchez «que se desmarque de esa posición fijada por la UE, que en el fondo es ceder a los deseos de Trump».