El 20 % de españoles abandonaron X, y según los expertos no sirve de nada

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Analistas y periodistas apuestan por no cederle espacio a la desinformación
09 mar 2025 . Actualizado a las 10:56 h.Una encuesta de la consultora Asesores apunta que a finales del pasado enero habían abandonado X, bien por que dieron de baja sus perfiles o simplemente porque dejaron de usarlos, casi el 20 % de los usuarios españoles. La compra de la red social por parte del multimillonario sudafricano y los recientes cambios en la moderación, que han eliminado la verificación de contenido dejando vía libre a los bulos y los discursos de odio, han generado ese rechazo, que también afecta a Facebook (un 13 % de bajas) y a Instagram, donde se habrían ido un 7,3 % de los usuarios.
Entre las bajas hay numerosos personas e instituciones públicas, sobre todo del ámbito de la cultura, la ciencia, la educación, la política y los medios de comunicación. Sin embargo, los analistas consultados coinciden al señalar que estas medidas, más allá de su carácter simbólico, no tienen capacidad real de acabar con la antigua Twitter, porque las alternativas son residuales, cederle el espacio a la desinformación y los mensajes de odio es asumir una derrota y porque, en la medida en la que van ganando usuarios, las otras redes van reproduciendo los mismos problemas.
Los ejemplos de abandono son múltiples y van desde las universidades alemanas en bloque, medios europeos de referencia como The Guardian o Le Monde y en el ámbito doméstico organizaciones ambientales como Greenpeace, Amigas de la Tierra y Ecologistas en Acción o sociedades científicas. En Galicia la Universidade de Santiago de Compostela o la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz son, quizás, los casos más conocidos. Sin embargo, también hay personas conocidas de los medios que defienden todo lo contrario. «No voy a regalar este espacio a quienes solo odian o mienten», argumenta la corresponsal de Televisión Española Almudena Ariza. «Las personas execrables forman parte de una minoría. El 99 % de los centenares de millones de personas que representan esta red son tan decentes como usted o yo. Y por respeto a ellas me quedo aquí», señala en la misma línea el reportero de guerra Gervasio Sánchez.

Estas posturas coinciden con el análisis de José Alberto García, profesor del Máster de Innovación en Periodismo de la Universidad Miguel Hernández. Cree que «abandonar es contraproducente para un medio de comunicación» porque «está privando a sus miles de seguidores de información contrastada». A su juicio la clave está en que «el usuario sepa lo que tiene delante» y que las redes «no son paraísos del civismo y la cortesía entre los humanos». Pero entiende que «si la gente que tiene cosas positivas que aportar se sale o se calla, los que no tienen cosas tan positivas son los que mueven el tráfico, la atención y dominan el cotarro». Por eso para él es tan importante «no tirar la toalla».
Pavel Sidorenko, profesor de doctorado y del Máster en Comunicación e Identidad Corporativa de la Universidad Internacional de La Rioja, va un poco en la misma línea. Califica estos abandonos de X de «malcriadez». Considera que pueden hacer «un poquito de daño» en el sentido de que la red necesita usuarios que creen contenido, pero «el hecho de que tú como medio de comunicación, como institución académica, abandones este espacio es cederle terreno a los bots, cederle terreno a la desinformación y no luchar».
Tampoco le ve sentido alguno a las migraciones. «Que te vayas a otra plataforma no va a solucionar el problema. El algoritmo recompensa los contenidos que tengan mayor cantidad de engagement [interacción] y curiosamente estos son los contenidos más desinformativos». Tampoco cree el profesor que acabar con el anonimato sea una gran solución porque los difusores de propaganda tienen «perfiles supercurados» en los que ya no puedes saber si es una persona real o no y «al final el ruido lo harán quienes tengan más capacidad».