La moción de confianza que hará dimitir al Gobierno de Portugal se celebrará el martes

Brais Suárez
Brais Suárez OPORTO / E. LA VOZ

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El primer ministro de Portugal, Luís Montenegro.
El primer ministro de Portugal, Luís Montenegro. Stephanie Lecocq | REUTERS

Conservadores y socialistas se culpan mutuamente por la crisis

08 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La vida política portuguesa ha empezado a centrifugar alrededor del primer ministro, Luís Montenegro, y sus relaciones profesionales. La semana comenzó con la posibilidad de una moción de confianza, que se concretó el miércoles, cuando el Parlamento discutía la segunda moción de censura en dos semanas, ambas rechazadas. Tras confirmar Montenegro su intención de someterse al voto de confianza —sabiendo que sería rechazado—, el líder socialista, Pedro Nuno Santos, le acusó de temer la comisión de investigación parlamentaria que el Partido Socialista (PS) había anunciado la víspera para analizar si el mandatario había declarado todo su patrimonio y respetado la exclusividad que su cargo exige.

Agilizando los plazos lo máximo posible, el jueves el Consejo de Ministros registró la moción de confianza en el Parlamento, que la discutirá y rechazará en la tarde del martes, lo que obligará al Gobierno a dimitir. Este viernes, el ministro de Cohesión Territorial, Manuel Castro Almeida, sugirió que el Gobierno contemplaba retirar la moción si «el PS declara que retira la comisión de investigación parlamentaria». Pero, tras otra larga reunión del Consejo de Ministros, miembros del Ejecutivo anunciaron que su decisión es tajante. Llegados a este punto, el Gobierno solo evitará un prolongado desgaste si salva la moción o, directamente, tras las elecciones.

«Última oportunidad»

De momento, continúa el juego de culpar al adversario. El Ejecutivo presenta la moción como «una última oportunidad» —dijo Montenegro este jueves en Bruselas— para evitar las elecciones. Hasta ahora, el primer ministro no ha dado explicaciones claras y este miércoles llegó a decir que tenía «mejores cosas que hacer que responder las preguntas del Parlamento», con una soberbia que no ha sentado bien a nadie. Menos, cuando las dudas sobre su transparencia y exclusividad no dejan de crecer.

Aunque los socialistas se han abstenido en dos mociones de censura y no parecen entusiasmados con ir a las urnas, han prometido desde las pasadas elecciones que votarían contra cualquier moción de confianza. El Gobierno les reta a no hacerlo y, en rueda de prensa, el ministro de Asuntos Parlamentarios, Leitão Amaro, recordó que Montenegro «está disponible para cualquier esclarecimiento». El Gobierno ha hecho «todo para intentar mostrar que es posible evitar elecciones», zanjó.

En estos momentos, el calendario más factible es que, tras el debate parlamentario del martes, el Gobierno dimita y el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, convoque a los líderes de los partidos y el Consejo de Estado para definir los próximos pasos. Aunque una opción es que nombre a otro primer ministro, lo más probable es que disuelva el Parlamento y convoque elecciones para mediados de mayo.