Marlaska se queda solo en su intento de minimizar el asedio del narco en Andalucía

Javier Romero Doniz
Javier Romero REDACCIÓN / LA VOZ

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De izquierda a derecha, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la Reunión Ministerial de la Coalición de Países Europeos contra el Crimen Organizado, celebrada el 14 de febrero en Cádiz.
De izquierda a derecha, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la Reunión Ministerial de la Coalición de Países Europeos contra el Crimen Organizado, celebrada el 14 de febrero en Cádiz. Nacho Frade | EUROPAPRESS

El ministro del Interior, al igual que en Galicia y pese a las evidencias, dice que está controlado

03 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El asesinato de dos guardia civiles embestidos en febrero del 2024 por una narcolancha al abrigo del puerto de Barbate no solo recordó que el trasiego de planeadoras y descargas en la costa andaluza es diario; también evidenció la complejidad de solucionar el problema de fondo por su aceptación social. Decenas de testigos del doble crimen aplaudían y jaleaban al piloto marroquí que causó ambas muertes. Aquella fatal noche propició declaraciones solemnes y discursos políticos que anunciaban una renovada táctica policial y judicial dimensionada para atajar la gravedad del problema. Trece meses después, nada ha cambiado en la estrategia del Estado; es la misma que la víspera del doble crimen de Barbate. Lo evidencia la llegada diaria de alijos descargados con éxito, el bajo precio de la droga por su elevado stock, la gran cantidad de aprehensiones y los constantes ataques de las organizaciones contra sus captores.

La calma tensa que se respira a diario en la trinchera del narco en el Estrecho mutó en indignación y contestación tras la última visita a Cádiz del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Ocurrió el 14 de febrero, el magistrado, en excedencia de la Audiencia Nacional, aseguró que el narco del sur vive «acorralado» y que las narcolanchas están «asediadas». En definitiva, que la guerra está próxima a la victoria final. El foro elegido para verbalizar estas afirmaciones no fue menor; la cumbre europea contra el crimen organizado. Le acompañaba Félix Bolaños, ministro de Justicia; la otra cartera con competencias en la lucha contra el narco. Bolaños asintió al escuchar las conclusiones de su compañero de gabinete Marlaska.

Asociaciones de guardia civiles, sindicatos de la Policía Nacional, asociaciones antidroga o la Junta de Andalucía arremetieron contra Marlaska por minimizar un problema imposible de disimular. A mayores, la responsable de la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional, Rosa Ana Morán, explicó dos días después de la visita de Marlaska a Cádiz su punto de vista sobre el problema, que poco o nada tiene que ver con el expresado por el ministro del Interior y secundado por Bolaños: «La Justicia no está adaptada al sistema de delincuencia organizada», dijo Morán. «Los fiscales me dicen que la situación está siendo preocupante y efectivamente la visualización por parte de la población de tanta narcolancha da una sensación de impunidad y de peligro y de falta de reacción suficiente», añadió. «Lo que es cierto es que el fenómeno es cada vez más grave, hay más violencia, más organizaciones y hay que prestarle la atención que se merece», recalcó. «Otro factor para mi determinante de la competencia de la Audiencia Nacional es la corrupción de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o incluso de entes privados, como los estibadores de los puertos. Estos casos deberían instruirse en la Audiencia Nacional para garantizar la confidencialidad, porque no se puede investigar la corrupción en sitios muy pequeños sin que se filtre. Es imposible», concluyó.

Escenario empeorado

El litoral de las provincias de Cádiz y Huelva concentra la mayor actividad y presencia asentada de organizaciones internacionales del crimen organizado de Europa. No hay otro lugar con tanto delincuente de puño blanco en menos territorio. A mayores, están las descargas diarias de alijos de hachís procedentes de Marruecos, el blanqueo de capitales, el negocio de construcción de narcolanchas o la contratación en serie de tripulaciones o personas para colaborar en tierra. Nada nuevo, esta es la realidad que comenzó hace 40 años y no ha dejado de expandirse. Pero todo ese problema histórico se ha visto sobrepasado en el último lustro por el nuevo escenario que impera en Andalucía: la llegada en lanchas de toneladas de cocaína desde Marruecos a través de la ruta africana.

«Llega tanta o más cocaína por el Estrecho que por Galicia sin que nadie reaccione», explican en las unidades especializadas de la Guardia Civil en Huelva. El litoral de esta provincia, y sobre todo el acceso al río Guadalquivir por Sanlúcar de Barrameda, es la nueva puerta giratoria de la cocaína en Europa. «Los narcos no se conforman con tocar tierra para descargar —añaden las mismas fuentes—, remontan el río kilómetros y kilómetros hasta entrar en la provincia de Sevilla. ¡Nunca han visto tanta cocaína en Sevilla! El precio del kilo está sobre 17.000 euros, igual que en Galicia. El escenario ha cambiado, se sabe desde hace unos años, pero el Estado no reacciona. Somos los mismo de siempre y con los mismos medios humanos, materiales y herramientas judiciales».

La llegada de toneladas de cocaína a la provincia de Sevilla por la costa y los ríos de Cádiz y Huelva es un hecho que en el último trimestre se hizo innegable por la incautación de toneladas de esta droga. En diciembre se decomisaron 7.000 kilos en un zulo en Coria del Río; en enero, otros 2.883; y en febrero, 1.500 más. Este última aprehensión se realizó el 9 de febrero. Pese al elevado pesaje de los decomisos, Marlaska, cinco días después, afirmó en Cádiz que el enemigo estaba sometido y sus organizaciones maniatadas. El relato del magistrado en excedencia de la Audiencia Nacional —que instruyó grandes causas en el sur y en Galicia durante su etapa en activo en la Carrera Judicial— parece más encaminado a minimizar el problema que a reconocerlo. Lo segundo implicaría la toma de medidas extraordinarias, consignar más dinero en los Presupuestos Generales del Estado y ambiciosas y costosas reformas judiciales.

Las grandes causas cayeron un 21 % tras la desactivación del OCON en el 2022

Las estadísticas judiciales desacreditan también la visión oficial aportada por el ministro Grande-Marlaska, y reviven las críticas dirigidas a su ministerio en septiembre del 2022 por la decisión política que implicó desmantelar la mayor unidad de élite activa en Andalucía: el Organismo de Coordinación de Operaciones contra el Narcotráfico (OCON-Sur) de la Guardia Civil. La creo el Ministerio del Interior en el 2018 para frenar la expansión del narco en el Estrecho de Gibraltar y las costas de Cádiz. Sus resultados fueron visibles en dos años. No solo por echar del Campo de Gibraltar a las grandes organizaciones, también por asediarlas en el resto del litoral andaluz hasta atomizarlas. Pero en el 2022, se decidió su desmantelamiento asegurando que nada iría a peor. En el 2025, la realidad dice lo contrario.

La responsable de la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional, Rosa Ana Morán, también se refirió al OCON-Sur recientemente: «En estos momentos que se tiende a la organización supraestatal y a la especialización, ¿cómo se entiende que haya caído un 21 % los procedimientos abiertos en Cádiz tras el desmantelamiento por parte del Gobierno de la unidad del OCON-Sur?».

Sobre las formas del Ministerio del Interior a la hora de desmontar el OCON-Sur, la unidad de élite contra el narco en la comunidad, Morán recuerda cómo se enteraron en la Fiscalía de la Audiencia Nacional: «Hablé con el presidente del Tribunal Superior de Justicia andaluz y con la fiscal jefa de Andalucía y ninguno recibió información de las razones por las que se cambiaba el sistema de OCON-Sur. Yo tampoco tengo información, lo que sí es cierto es que hay menos procedimientos judiciales. Tampoco es un tema [desmantelar el OCON-Sur] que me corresponda a mi decidir. Lo cierto es que no sé por qué se desmanteló».