Ana Obregón, señalada por una actriz de «Ana y los 7»: «Para que te tratase bien tenías que ser gorda, fea y con poca ambición»

P. V. LA VOZ

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Ana Obregón, en una fotografía de archivo
Ana Obregón, en una fotografía de archivo Europa Press Reportajes

La productora de las Campanadas canarias niega la versión de la bióloga en su rifirrafe con Nia Correia: «Cuando la vio en un traje despampanante, le dijo: "Si no te queda bien, se te notan las lorzas"»

22 ene 2025 . Actualizado a las 20:25 h.

Ana Obregón sigue en el punto de mira después de que el canario Roberto Herrera destapase el supuesto trato vejatorio de la bióloga a la cantante Nia Correia durante la grabación de un spot publicitario de las Campanadas. Y mientras el cerco se estrecha cada vez más sobre ella, con declaraciones de testigos allí presentes, se suman ahora testimonios de excompañeras de su pasado más lejano, concretamente de la serie Ana y los 7.

Ha sido una actriz la que, en vista de todo el revuelo que se había armado en los últimos días y la huida hacia adelante de Obregón, ha decidido salir a la luz y —aunque anónimamente— ha contado cómo fue su experiencia durante el rodaje de la serie. «Ana no trataba bien a la gente», ha contado esta fuente a la revista Lecturas, «para que te tratase bien tenías que ser gorda, fea y con poca ambición». Ella se había incorporado a la ficción ya cuando esta estaba en marcha, y como sustitución a otra persona a la que Obregón «destrozó», según comenta.

Esta actriz que no revela su identidad tampoco aguantó mucho. Y eso a pesar de llevarse estupendamente bien con el equipo y del alto salario que percibía por su participación. Uno de sus compañeros ya la había advertido «que tuviera cuidado con ella porque creía que le hacía sombra». Y al cabo de un tiempo lo descubrió ella misma. Ante el irrespirable ambiente que propiciaba la protagonista de la serie, abandonó. Se fue ganando «más dinero que nunca con uno de los mejores equipos y haciéndome falta el dinero». Pero se dijo que nunca más. «Me juré que jamás volvería a trabajar con ella». 

La actitud de Ana Obregón afectaba a todos los compañeros del equipo, a los que, según comenta la revista, no respetaba. «Tenía faltas de respeto muy gordas», dice una fuente del rodaje de Ana y los 7, «y nadie tenía huevos para decirle nada». Las supuestas malas formas de la actriz iban encaminadas a dos cosas principalmente: llamar la atención y tirar por tierra el trabajo de quienes trabajaban con ella. «Hacías tu trabajo y te daba la espalda para crearte inseguridad; decía: "No lo estás haciendo bien", cuando no era cierto».

Una sensación compartida tanto por actores como por directores y productores. «Todos estaban hartos de ella. Se quejaba siempre de algo y era para llamar la atención», dice.

Más testigos que corroboran la versión de Nia

Hablando de productores, precisamente la de las campanadas de TVE en Canarias, Clara Morales, ha hablado del tema en Ni que fuéramos Shhh. En su conversación con María Patiño, empieza ya negando que Nia llegara tarde, como había dicho Ana Obregón en su defensa y que confirmó en Y ahora Sonsoles el peluquero que la atendía ese día. Pero la versión de Morales es diferente.

«Estaban todos abajo, incluida Nia, y Ana estaba en la planta de arriba acabándose de maquillar, para bajar ella de última», ha contado sobre cómo sucedieron supuestamente los hechos en el día de la grabación del spot para las Campanadas. No solo niega que nadie tuviera que esperar a la cantante canaria, sino que además, según comenta, cuando la bióloga bajó y vio a la joven en un vestido «despampanante», fue cuando estalló y «empezó a decir: "Le habéis dado ese vestido a ella y a mí me habéis dado uno más discreto"».

Un primer comentario que no sentó bien a Nia, que se vio de repente en medio de una pelea que aparentemente no iba con ella. Pero sí que tenía que ver con la joven, como descubrió con sus siguientes palabras, las que hicieron romper a llorar. «Si además ese vestido no te queda bien, si se te notan las lorzas», le espetó supuestamente la actriz. La canaria se fue llorando, mientras Roberto intentaba calmarla y le ofrecía un Valium. En todo momento, Ana la animaba a quitarse el vestido y ponerse otro. En la versión de Obregón, al contrario, era Nia la que quería cambiarse de vestimenta, cosa desmentida por los representantes de la canaria, que aseguran tener pruebas de que el traje estaba acordado de antemano.

Pero la cosa, según la productora, no acabó ahí. Fue entonces cuando empezó a minusvalorarla, asegurando que no tenía que ponerse nerviosa. «Si por la frase que tienes que decir», dijo supuestamente con malicia. Después, amenazó a producción con no aparecer en el spot si Nia salía con ese vestido.

Lo que también niega tajantemente la productora de las Campanadas canarias es la acusación por parte de Ana Obregón y de Alessandro Lequio de que lo que buscaba Roberto Herrera al hablar de este episodio es promocionarse. «Roberto es el Juan y Medio de Canarias. ¿Qué promoción va a necesitar? Esta es la primera mentira que me molesta», asegura Clara Morales.

Plantón a «Espejo Público»

Ana Obregón ya tuvo la oportunidad de contar su versión de los hechos y de defenderse de las acusaciones en Y ahora Sonsoles. Este mismo miércoles iba a hacerlo de nuevo en Espejo Público. Sin embargo, finalmente la bióloga no ha accedido a conectarse en directo.

«Se había comprometido a entrar hoy en este programa», explicó la presentadora Gema López, «la estamos llamando y tiene el teléfono apagado. Debe de estar trabajando o descansando», dedujo.