El polémico interrogatorio del juez a Elisa Mouliaá sobre la supuesta agresión de Errejón: «¿No sería que usted sí quería algo con ese señor?»

La Voz REDACCIÓN

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Adolfo Carretero preguntó varias veces a la actriz por qué no le dijo al expolítico que parara y cuestionó si la denunciante estaba o no ebria. «Es que no entiendo por qué se sintió violentada», valoró

21 ene 2025 . Actualizado a las 16:27 h.

Fueron dos horas de interrogatorio, que no han pasado desapercibidas. No por su extensión, sino por las incisivas preguntas que el juez Adolfo Carretero le hizo a la intérprete.

Todo sucedió el pasado jueves cuando el exdiputado y exportavoz de Sumar, Íñigo Errejón, y Elisa Mouliaá declaraban por primera vez ante el juez de instrucción tras la denuncia por agresión sexual que la actriz madrileña interpuso contra quien fue uno de los fundadores de Podemos. 

Al margen de la versión de ambos, totalmente opuestas, lo que no ha pasado desapercibido ha sido el interrogatorio del juez a Mouliaá, insistiendo de forma constante en los detalles. Tanto, que la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha censurado la actitud de Carretero al considerar que «este tipo de interrogatorio revictimiza a las mujeres». Redondo añade que «el juez debe valorar las pruebas, no cuestionar a la víctima».

 El polémico interrogatorio

El juez Carretero puso en cuestión el testimonio de la actriz en primer lugar por la que consideró una tardanza considerable al presentar la denuncia contra Errejón sobre unos hechos que habrían tenido lugar en septiembre del 2021. «¿Y no sería que usted si quería algo con ese señor y, al no corresponderle, por eso ahora le denuncia por haberse reído de usted?», le espetó, a lo que la actriz le respondió que no se «atrevía», entre otras cosas «por miedo, porque tengo una hija».

Elisa Mouliaá explicó en la sala que había conocido a Errejón a través de las redes sociales y que el día de los hechos la había invitado a la presentación de su libro. En un momento en el que compartieron una bebida en un establecimiento cercano, la intérprete explicó que ya se sintió incómoda por la actitud de él. Que decidió irse a la fiesta de un amigo e invitó al expolítico.

Fue en el taxi cuando el entonces diputado le habría puesto las ya tan mencionadas condiciones (entre las que estaba que no se alejase de él o darle un beso esa noche). «¿Usted es una persona acostumbrada al público, no fue capaz de decirle que las condiciones no eran aceptables?», le preguntó el juez, insistiendo en varias ocasiones en por qué no le había pedido a Errejón que parase. «Por qué no le dijo esas condiciones no las voy a cumplir o esas condiciones me parecen absurdas y ridículas?», siguió.

«Me quedé bastante cortada y no supe reaccionar. Me sentí bastante violentada», contestó Mouliaá, con una nueva intervención del juez. «¿No es capaz de decir a ese señor "cómo me dices eso"? Es que no entiendo por qué se sintió violentada».

Al llegar a la fiesta y coger juntos el ascensor, Errejón la habría besado de forma violenta. «Lo interpreté como una manera de bromear, como de saltarse diez pasos de una manera bastante torpe, lo quise pasar por alto», explicó.

En la fiesta

Ya en la fiesta, la actriz madrileña asegura que se sintió bastante ebria y que ha llegado a pensar si le había echado algo en la bebida «porque nunca me había sentido así». «Usted en la denuncia no lo dijo. ¿Estaba muy ebria seguro?», insiste el magistrado.

Elisa Mouliaá explicó que, ya en la habitación, Errejón «se cercioró» de que la puerta estaba cerrada antes de que empezase uno de los episodios más violentos que la denunciante ha narrado. «Cuando me empuja contra la pared le intento quitar porque me estaba resultando muy incómodo», explicó la actriz. «¿Pero le dijo que parara?», preguntó el juez, a lo que Mouliáa aclaró que le dijo que «estaba incómoda». «No, muy incómoda no. Decir "que me dejes en paz, que no me toques". ¿Le dijo algo de eso?», volvió a preguntarle el juez. 

Carretero también le preguntó a Mouilaá si Errejón «se sacó el miembro viril». «¿Sabe usted para qué?». «Supongo que para violentarme», contestó ella. «¿Le intentó bajar a usted las bragas? ¿Cuánto tiempo le estuvo chupando las tetas?», continuó.

Elisa Mouliaá explicó que ella le pidió «que parara, que a una mujer se le pone cómoda» y que se estaba sintiendo «violentada». «Él paró porque yo me zafé», dijo la denunciante a lo que el juez le espetó: «Pero señora, si ese señor la tenía en la cama con la puerta cerrada y a él encima... ¿Cómo se levanta y se va? ¿Forcejeó con él?». Mouliaá contestó entonces de forma afirmativa.

Tras salir de la fiesta, ambos vuelven a compartir coche, un hecho censurado por el juez. «Usted ha sido objeto no ya de un beso, sino de tocamientos a la fuerza. No se entiende que continúe con este señor o no le diga algo». «Yo tampoco lo entiendo», contestó la actriz. 

El Gobierno ve demostrado que la violencia sexual debe verse en juzgados especializados

El ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, ha dicho que la filtración del interrogatorio del juez Adolfo Carretero a la actriz Elisa Mouliaá evidencia que era «imprescindible» cambiar la ley para que los casos de violencia sexual sean abordados en juzgados especializados. Bolaños y la ministra portavoz, Pilar Alegría, se han pronunciado así sobre la actitud del juez al tomar declaración a la actriz que denunció a Errejón por presunta agresión sexual.

El ministro ha afirmado que «se evidencia que lo que hemos hecho es imprescindible», en referencia a la aprobación de la Ley de Eficiencia del Servicio Público de Justicia, para que los casos de agresiones sexuales «se conozcan en secciones especializadas en tribunales de instancia, para que los jueces y magistrados que los conozcan, tengan un conocimiento profundo de estas cuestiones, sepan cómo tratar y cómo encarar este tipo de declaraciones y además, también se les pueda formar con mayor especialización». Bolaños ha recordado que será en septiembre cuando será una realidad «que haya jueces con un nivel de especialización, de información, máxima para que no podamos ver declaraciones interrogatorias como la que vimos ayer», y ante las que «mucha gente se ha sentido abochornada». Previamente, el ministro ha expresado su preocupación por el hecho de que declaraciones de este tipo se filtren y sean «de conocimiento general», algo que se produce con frecuencia a pesar de que tratarse de cuestiones «sensibles y muy íntimas».

Por su parte, la ministra Pilar Alegría ha asegurado que las imágenes del juez interrogando a Mouliaá le han «dolido mucho, profundamente», y ha expresado también su preocupación por «esa facilidad y esa normalidad» en las filtraciones. «Lo que se debe es valorar las pruebas y sobre todo no cuestionar a las víctimas. Y por eso le tengo que decir que como mujer me he sentido muy dolida», ha dicho, añadiendo que cree que este sentimiento lo comparten muchas mujeres. 

Por su parte, el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha rechazado la filtración de la declaración de Elisa Mouliáa y de Íñigo Errejón en sede judicial y ha destacado que la ley exige una protección especial de la intimidad de las víctimas de violencia sexual. En un comunicado, la presidenta del Observatorio, Esther Erice, ha subrayado que confía en que la especialización de los juzgados en violencia sexual y la formación específica en esta materia «aporte una mejora sustancial en la instrucción y resolución» de los delitos sexuales.