Casi la mitad de los padres se arrepienten de la edad a la que dieron el móvil a sus hijos
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La media para el primer dispositivo se sitúa en los 12 años, momento que solo le parece adecuado al 22 % de las familias
21 ene 2025 . Actualizado a las 18:28 h.«Nuestro hijo fue el último (o al menos uno de los últimos dos o tres) en tener móvil, con 12 años. Se metían con él por eso y su relación con nosotros se resintió. Aun así, nos hubiera gustado esperar más tiempo». El testimonio de un padre de tres niños acompaña a una gráfica: la de la edad a la que las familias consideran que hay que comprar a los menores su primer smartphone y a la que se lo dieron. Apenas el 22 % de los padres y madres defienden que los niños tengan móvil a los doce, edad, sin embargo, que se ha convertido en la más habitual en la que se les da su primer dispositivo. Y casi la mitad de las familias se arrepienten de la edad a la que hicieron ese regalo.
Son los datos del informe anual sobre los hábitos digitales de los menores que realiza la plataforma de seguridad en línea Qustodio y que este año ha entrevistado a 400.000 familias con menores al cargo de entre 4 y 18 años de España, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y Australia para saber cómo consumen contenido, cuándo y desde dónde. En España, los menores pasan tiempo fundamentalmente redes sociales y su uso sigue creciendo. De media, se pasan más de una hora a día en este tipo de plataformas, (67 minutos, concretamente) lo que los sitúa a la cabeza de los países analizados.
TikTok, que estos días ha estado de plena actualidad por el baneo que ha durado apenas unas horas en Estados Unidos, es la app por excelencia. De media, los menores consumen contenido en esta red social dos horas diarias (ha pasado de 112 a 120 minutos al día en apenas un año) y en España el uso medio es de 103 minutos al día (nueve minutos más que el año pasado) seguido de Instagram, el cual aumenta casi un 23 %, de 71 minutos diarios en el 2023 a los 87 del 2024.
«Estamos en una fase de muchos cambios, de mucha inestabilidad», explica Emily Lawrence, responsable de comunicación de Qustodio y encargada de presentar el informe. Se ha visto con el veto a TikTok pero también con el debate abierto en España sobre la ley de protección digital. «No es algo que ocurre solo en España, está pasando en otros muchos lugares del mundo».
El informe también analiza el impacto del uso de la tecnología en las familias y el ámbito educativo. El debate sobre la edad a la que los menores deben empezar a tener acceso a pantallas y, más concretamente, tener dispositivos propios, lleva tiempo sobre la mesa. La mayoría de las familias creen que los niños y adolescentes pasan demasiado tiempo frente a la pantalla. Cuatro de cada cinco comparten esa opinión. De media, los niños y jóvenes se pasan cuatro horas diarias en este tipo de actividad, en parte también a causa de la educación.
De todos modos, en sus dispositivos personales, el uso de aplicaciones educativas ha descendido. En España está en 5 minutos diarios después de un recorte de un 20 % con respeto al 2023. Las aplicaciones más utilizadas son Smartick, Kahoot y Duolingo. De media, los niños y niñas españoles pasan siete minutos diarios aprendiendo otro idioma.
Y ganan minutos aplicaciones de vídeo gratuitas como YouTube en detrimento de las de pago y como promedio se pasan 44 minutos diarios en ella, diez más, por ejemplo, de la media de consumo al día de Disney+.
«Padres y madres tienen que actualizarse, esto es también un reto para ellos», afirma Lawrence. Si la aplicación de comunicación más popular en España es WhatsApp, los más jóvenes prefieren comunicarse por otras vías, fundamentalmente redes sociales. De hecho Snapchat ha desbancado a la plataforma de Meta como la preferida entre los menores, con 24 minutos de uso diario como promedio.
«Vemos que cuando los padres ponen herramientas de monitorización una de sus grandes preocupaciones es el contenido inadecuado», explica Lawrence. Eso, y que puedan comunicarse con personas de cualquier lugar (y edad). De hecho, los videojuegos que se usa en el móvil son una ventana a esas conversaciones sin supervisión. Uno de los más populares, Roblox, permite no solo conectar con las amistades, sino que tiene un chat abierto.
Los responsables de la app ya han anunciado que permitirán más control parental, pero la psicóloga Gloria R. Ben afirma que es importante hablar con los menores sobre el tipo de uso que hacen de estas aplicaciones y sobre cómo gestionar su privacidad.
En términos generales, la recomendación es abrir la vía del diálogo «y que no todo sea negativo. No puede ser que todo lo que a ellos les guste tenga riesgos», subraya la psicóloga. La conversación debe ser honesta «explicando que no ponemos medidas para controlarlos, sino para protegerlos» y se deben respetar los gustos.
¿Qué ocurrirá en el 2025?
El uso de la inteligencia artificial es una de las tendencias principales que señala Qustodio, sumado a la influencia que pueden tener en los menores y en ámbitos como el de los bulos. La web de OpenAI es la séptima de mayor uso en España y las pantallas «son ya una vía de comunicación, en la que se observa más creatividad a través de más modos: vídeo, audio e IA permiten generar más contenido en el momento».
Ese uso de la inteligencia artificial irá incrementándose, porque ya está en el día a día «y debemos ser más conscientes de lo que implica y, como padres, entender las herramientas» y fomentar el uso responsable.
La influencia de otras redes sociales y si su contenido es apto o no para menores es otro de los grandes temas en el ámbito de menores y tecnologías en este 2025. De hecho, el impacto que tienen las redes sociales en la salud mental seguirá siendo una parte importante el debate y, dice Lawrenson, «veremos cambios en el modo en el que se usan», ya que tanto gobiernos como familias están posicionándose sobre los efectos que tienen las pantallas en el bienestar emocional de los más jóvenes.