G3 Atlas, el cometa que brilla más que Venus y que reaparece después de 160.000 años
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El astro alcanzará este lunes su mayor aproximación al Sol, pero aún existe incertidumbre sobre si será visible a simple vista o si se desintegrará en este tránsito
11 ene 2025 . Actualizado a las 10:54 h.Podría ser uno de los cometas más brillantes de la historia, con una luminosidad muy superior a la de Venus, o también podría acabar desintegrándose durante su máxima aproximación al Sol, el perihelio, lo que ocurrirá el próximo lunes. Los aficionados a la astronomía cruzan los dedos ante el que podría ser uno de los fenómenos celestes del año, pero sobre el que todavía reina la incertidumbre.
Estas interrogantes están puestas sobre el cometa G3 Atlas, que fue descubierto en abril del pasado año y que en principio se creyó que era un astro nuevo que procedía directamente de la nube de Oort, una enorme burbuja compuesta por miles de millones de objetos helados que rodean nuestro sistema solar. Pero una vez se analizaron las órbitas se determinó que era un objeto antiguo y que había realizado al menos un acercamiento al Sol hace 160.000 años, su período orbital.
Si entonces sobrevivió al calor extremo de su encuentro con el astro rey también podría hacerlo ahora y ser visible a simple vista. O al menos esa es la esperanza. Los modelos indican que su brillo en el cielo va en aumento a medida que se aproxima al Sol, pero lo que ocurrirá durante su máximo acercamiento es algo que todavía se desconoce, ya que no existe demasiada información sobre su comportamiento.
«Más brillante que Venus»
«No conocemos bien su composición ni sabemos muy bien cómo es y eso significa que puede pasar de todo, que puede ser tremendamente brillante o no», resume de forma gráfica el astrofísico Borja Tosar, quien también está sorprendido por la magnitud de su brillo, «que podría llegar a -4, con lo cual sería mucho más brillante que Venus».
En todo caso, este lunes, con el cielo despejado en Galicia, puede ser una buena oportunidad para mirar al cielo durante el atardecer, justo después de la puesta de Sol. El hemisferio norte tampoco es el mejor lugar, ya que las condiciones de visibilidad serían mejor en el sur, donde incluso podría ser visible durante el día. La Luna llena prevista para el lunes tampoco lo pondrá fácil, pero valdrá la pena intentarlo. «Lo que hay que hacer es salir a observarlo al sitio más oscuro y más alto posible y mirar justo por donde se pone el Sol», aconseja Borja Tosar, quien también recomienda utilizar prismáticos, aunque no debe hacerse justo cuando la estrella aún está brillando.
Si G3 Atlas sobrevive al perihelio, cuando el astro se situará a una distancia de 14 millones de kilómetros del sol, los astrónomos calculan que podría alcanzar una magnitud superior a la del llamado «cometa del siglo», que alcanzó una magnitud de 0,22 en otoño del año pasado. Pero su máxima aproximación a la estrella es un arma de doble filo.