Nueva York desafía a Trump con la implantación de un polémico peaje para acceder a Manhattan

Alicia Sánchez Gómez NUEVA YORK / EFE

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Acceder a Manhattan costará una media de nueve dólares
Acceder a Manhattan costará una media de nueve dólares Angel Colmenares | EFE

Es la primera ciudad de Estados Unidos en aplicar una tarifa a los vehículos, que ha entrado en vigor este domingo, para evitar la congestión del tráfico

06 ene 2025 . Actualizado a las 21:52 h.

Desde la medianoche de este domingo, acceder a las zonas congestionadas por el tráfico en Nueva York, prácticamente todo el centro de Manhattan, costará 9 nueve dólares por vehículo. De esta forma, la ciudad más populosa de Estados Unidos se convierte en la primera de todo el país en implantar un peaje, una medida que llega después de décadas de demoras y desafíos y tras un intento desesperado del Estado de Nueva Jersey de detener en los tribunales la denominada tarifa de congestión.

 Acceder al centro de Manhattan o algunos de los barrios más famosos de la ciudad como el distrito de los teatros, Times Squere, Hell's Kitchen, Chelsea, Wall Street o el Soho costará una media de nueve dólares, aunque el precio varía en función de diversos factores. Por ejemplo, si el conductor tiene una tarjeta llamada E-Z Pass, en hora punta pagará 9 dólares y por la noche 2,25, mientras que quien no disponga de esta ficha pagará 13,50 dólares en hora punta y 3,30 dólares por la noche.

Serán cámaras de vídeo situadas en los puentes y túneles de entrada a Manhattan los que grabarán a cada vehículo y harán llegar sus facturas al propietario por vía electrónica. La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha indicado que el peaje -que se aplica desde la calle 60 hasta el extremo sur de la isla- mejorará la calidad del aire en Manhattan, aliviará sus avenidas atascadas durante varias horas al día y se utilizará para financiar a la empresa metropolitana de transportes (MTA), que gestiona el metro y los autobuses.

El plan, según las autoridades municipales, ayudará a generar 15.000 millones de dólares para mejoras cruciales en el sistema de transporte público de la región. Pero sus argumentos no han servido para convencer a muchos vecinos de la Gran Manzana y de otros estados colindantes, que dudan de que el impuesto vaya a ser efectivo y se quejan de que tendrán que tomar con mayor frecuencia el metro.

El programa, conocido como Congestion Pricing, se aplicará a pesar de la polémica y la férrea oposición de Donald Trump. Las autoridades esperan que con esta medida se disminuya la circulación en la zona en aproximadamente 80.000 vehículos diarios.

Donald Trump, que asumirá este mes el cargo de presidente de los Estados Unidos, calificó el peaje como «el impuesto más regresivo que conoce la humanidad» y criticó que esta tarifación perjudicaría a las familias trabajadoras y a las empresas, afirmando que «será prácticamente imposible» que la ciudad de Nueva York se recupere mientras el impuesto de congestión esté en vigor. Asegura que piensa revocar el impuesto cuando llegue a la Casa Blanca el próximo 20 de enero.

Muchos conductores también cuestionan que el dinero vaya a ayudar al sistema de metro de la ciudad, que en las últimas semanas ha sido el epicentro de varios episodios violentos, entre ellos un hombre que empujó a las vías a otro pasajero y un viajero que quemó viva a una mujer que finalmente falleció.

En este sentido, Parson Shwan comenta en una publicación de la MTA que, con el peaje, «ahora tendremos más gente en el metro preocupada por si alguien les prende fuego en el tren»: «Si quieres aumentar las tasas de la MTA, invierte más dinero en medidas preventivas de seguridad», incide.

Jamie, una neoyorquina que trabaja en la industria del espectáculo en Broadway, cree que la tasa no ayudará a reducir el tráfico, pues este «se desviará a otras zonas de la ciudad», y además subraya que, a la hora de plantear la medida, «no se ha tenido en cuenta a los residentes y trabajadores» de la Gran Manzana. «Los espectáculos de Broadway ya son bastante caros y el público de fuera no ha vuelto a ver teatro en la misma cantidad que antes de 2020. Esta nueva tasa no ayudará al negocio», comenta a la agencia EFE.

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La cifra del peaje también es distinta en el caso de los taxistas, que solo tendrán que abonar 75 centavos, y en el de los trabajadores de empresas como Uber y Lyft, que pagarán 1,50 dólares. Aún así, muchos conductores se quejan de la medida: «(El gobierno) solo quiere ganar dinero, no disminuir el tráfico», opina Jasbir, un taxista que trabaja frente a la estación de Grand Central, una de las más concurridas de la ciudad.

Con él está de acuerdo Moe, otro taxista que también se queja de que el peaje le va a salir «muy caro» porque, al día, entra y sale de la zona en la que se ha implantado «decenas de veces».

En redes sociales, la reacción de los neoyorquinos no difiere demasiado de la de Jasbir y Moe: «Me veré obligado a incurrir en costes adicionales, lo que significa que tendré que destinar a esta tasa dinero que tenía previsto para otros gastos)», escribe en Facebook Dariusz Su.

Al grupo de opositores se une el gobernador del vecino estado de Nueva Jersey, Phil Murphy, que ha solicitado a un juez federal bloquear temporalmente la medida. Sin embargo, el juez falló a última hora del viernes que el peaje es completamente legal.

El año pasado, la ciudad de Nueva York fue nombrada la zona urbana más congestionada del mundo por segundo año consecutivo, según INRIX, una empresa de análisis de datos de tráfico. Los vehículos en el centro de Manhattan circularon a una velocidad de 17 km/h durante los períodos pico de la mañana en el primer trimestre del año pasado, según el informe.