Cinco años de los primeros casos notificados de covid: «Detectados en Wuhan casos de una neumonía de origen desconocido»
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El 31 de diciembre del 2019 las autoridades chinas informaban a la OMS de varios infectados; fue el inicio de una gran crisis sanitaria
31 dic 2024 . Actualizado a las 09:29 h.El 31 de diciembre del 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió una notificación que pasaría a la historia. Desde China informaban a la entidad supranacional sobre la detección de varios casos de «una neumonía de origen desconocido» en Wuhan, una ciudad de 19 millones de habitantes, capital de la provincia de Hubei, que acabaría siendo el epicentro de un terremoto global, el del covid-19.
Como el agente patógeno no había sido confirmado, la OMS demandó más información el 1 de enero para determinar el posible riesgo, y puso en marcha un equipo de apoyo para la gestión de incidentes. La nota que esta organización publicó cuatro días después indicaba que las autoridades chinas mantenían a los pacientes «aislados y recibiendo tratamiento», y que algunos de ellos eran vendedores en el mercado mayorista de marisco de Huanan, lo que se conoce en aquel país como «mercado mojado». El síntoma principal, la fiebre, pero con algunos enfermos presentando dificultades para respirar y con lesiones en sus pulmones. «Según la información preliminar del equipo de investigación chino, no hay evidencia de transmisión significativa entre humanos y no se han reportado infecciones entre trabajadores sanitarios», apuntaba la OMS.
Estaban en observación médica 121 contactos estrechos de los infectados. El día 3 ya se habían confirmado 44 personas contagiadas, once de ellas en estado grave. Pero todavía se desaconsejaban las restricciones para viajeros que tuvieran China como origen o destino, y tampoco recomendaba la adopción de medidas especiales en esos desplazamientos. A esas alturas nadie sospechaba que el mundo estaba ante el germen de una pandemia, la del covid-19, que llegaría a paralizar el planeta.
La secuencia genética
El 12 de enero China compartía la secuencia genética del covid-19. «Las autoridades chinas han identificado un nuevo tipo de coronavirus, que fue aislado el 7 de enero del 2020. Se realizaron pruebas de laboratorio a todos los casos sospechosos identificados mediante la búsqueda activa de casos en una revisión retrospectiva. Se descartaron como causas otros patógenos respiratorios como la gripe, la gripe aviar, el MERS y el SARS-CoV (el virus detectado en Wuhan recibió el nombre de SARS-CoV-2)», indicaba la OMS. Se reportaba también la primera muerte a causa de este brote. Un paciente con problemas de salud preexistentes (era el primer uso de la etiqueta «patologías previas»). Y, pese a que se insistía en que no estaba probada la transmisión entre humanos, el círculo de contactos estrechos bajo control médico crecía hasta las 763 personas y el mercado de Huanan permanecía cerrado mientras seguían investigando el origen del brote.
Primer enfermo fuera de China
El 13 de enero se informaba sobre el primer caso de covid-19 detectado fuera del territorio chino: Tailandia notificaba un contagio. El paciente, hospitalizado el día 8 de ese mes, procedía de Wuhan y presentaba una evolución favorable. Al día siguiente, la OMS reconocía la existencia de «transmisión limitada» entre personas, «principalmente entre familiares, lo que supone un riesgo de un brote mayor» y añadía que no era sorprendente este tipo de contagio dados los precedentes con «SARS, MERS y otros patógenos respiratorios».
El 20 y el 21 un grupo de expertos de la OMS se trasladó a Wuhan. Las autoridades chinas les presentaron kits para pruebas PCR para detectar la enfermedad de forma rápida. Y un día después esta misma misión lanzó un comunicado reconociendo ya de forma definitiva la transmisión entre humanos. El 23 de enero China confinó la ciudad de Wuhan.
Pese a todo, parecía que el terremoto sanitario del covid-19 era una cuestión china o asiática. Pero el 30 de enero se declaró el nivel más alto de alarma de la OMS. Fue el principio de una pandemia que dejó millones de muertos y una gigantesca herida social.