El nuevo «triángulo de hierro» que rodea al ultra Javier Milei y gobierna en Argentina

Cecilia Valdez BUENOS AIRES / E. LA VOZ

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Javier Milei, en la Bolsa de Nueva York, el pasado 23 de septiembre.
Javier Milei, en la Bolsa de Nueva York, el pasado 23 de septiembre. JUSTIN LANE

El presidente, su hermana Karina y el asesor Santiago Caputo toman todas las decisiones

30 dic 2024 . Actualizado a las 14:18 h.

El Gobierno de Javier Milei en Argentina ha ido consolidando poder a lo largo del 2024 — el primer año de gestión libertaria—, alrededor de lo que se conoce como el «triángulo de hierro». Se trata, ni más ni menos, del círculo que conforman el propio Milei, su hermana Karina (o el Jefe, como la apoda el presidente), y el asesor Santiago Caputo, que son quienes toman todas las decisiones. 

En mayo pasado, la destitución del primer jefe de Gabinete de Javier Milei, y su amigo personal, Nicolás Posse —quien no se llevaba bien con Caputo—, terminó de forjar el vínculo entre los tres. Entonces, Karina pasó a ocupar el lugar de Posse en la jefatura de Gabinete. A excepción del área de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, y de la de Economía, a cargo de Luis Toto Caputo, el triángulo tripartito lo controla todo.

Santiago Caputo y Karina Milei tienen el manejo de la política partidaria, la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), la antigua Administración Federal de Ingresos Públicos (hoy, ARCA), la conformación del Gabinete, las relaciones con los empresarios y otros sectores de poder, los sindicatos, los medios y, sobre todo, la comunicación y las redes sociales, un pilar clave en la construcción del relato libertario.

También recae sobre ellos la responsabilidad de elaborar una estrategia de cara a las elecciones legislativas del 26 de octubre del 2025. La idea es conseguir más diputados y, de esta manera, ganar autonomía en la toma de decisiones y no depender tanto de las negociaciones con otros bloques para sacar adelante sus propuestas de gobierno.

El primer mandatario aseguró que sin Karina ningún logro hubiera sido posible.

En las elecciones presidenciales del 2023, Javier Milei ganó la jefatura del Estado, pero la falta de una estructura política no le dejó triunfar en ninguna provincia, cuyos gobernadores pertenecen a Juntos por el Cambio (JxC) —la coalición de la que forma parte el expresidente Mauricio Macri— y a la peronista-kirchnerista Unión por la Patria. Lo mismo sucedió en las dos Cámaras legislativas (La Libertad Avanza tiene 39 de 257 diputados y 6 de 72 senadores), donde el partido de gobierno se ve obligado a negociar cada una de las decisiones que toma. En este sentido, las crisis internas tanto del peronismo como de JxC juegan a favor de La Libertad Avanza (LLA) y Karina ha sabido sacar provecho de ello. 

Controlan el relato público

Después de la salida de Posse, el mismo Milei empezó a hablar del «triángulo de hierro» en distintas entrevistas. Pese a que el esquema se compone de tres integrantes, nadie duda de que quien tiene mayor poder es Karina. Y si bien el Jefe no mantiene prácticamente relación con la prensa, tanto ella como Caputo tienen claro que la comunicación es una pieza central del entramado libertario y procuran controlar la conversación pública y marcar la agenda diaria, sobre todo, cuando aparece algún asunto que requiere desviar la atención. Cuando la ocasión lo requiere, Caputo pone a trabajar a su ejército de trolls, es decir, las cuentas de usuarios que publican mensajes provocadores para llamar la atención o boicotear una conversación.

Cuando la ocasión lo requiere, Caputo pone a trabajar a su ejército de «trolls» para llamar la atención o boicotear una conversación.

Sin embargo, la diferencia sustancial entre Santiago y Karina es el lazo sanguíneo que une a los hermanos Milei, y que es ella quien está siempre al lado del presidente. En la cadena nacional de televisión, el pasado 10 de diciembre, cuando Milei y su equipo de Gobierno emitieron un mensaje para celebrar el primer año de gestión, Karina posó, por primera vez, sentada junto a su hermano, y el primer mandatario aseguró que sin ella ningún logro hubiera sido posible

Karina Milei, en diciembre del 2023.
Karina Milei, en diciembre del 2023. JUAN IGNACIO RONCORONI | EFE

Karina Milei, la otra presidenta que hace y deshace a su gusto 

 

Karina Milei hace y deshace a su gusto. La hermana del presidente Javier Milei y secretaria general de la Presidencia tiene un papel clave en el Gobierno. De ella también depende la estrategia de su partido, La Libertad Avanza (LLA), de cara a las elecciones legislativas del 2025, y la construcción de la estructura que la formación necesita para consolidarse a nivel nacional y no depender de otras fuerzas políticas.

Pero Karina también toma decisiones respecto a quiénes merecen un lugar o no cerca del presidente o en el Gobierno. Fuentes del oficialismo van más lejos y se encargan de señalar que, por muy buena relación que tengas con el presidente, si Karina te baja el pulgar no hay manera de sostenerse. Aunque la política argentina corre a un ritmo vertiginoso desde que asumió el poder Javier Milei, muchos recuerdan que, en los comienzos, cuando se habló de una coalición de gobierno entre LLA y Propuesta Republicana (centroderecha, PRO), liderada por el expresidente Mauricio Macri, Karina fue la principal opositora. 

Karina tiene mucho poder, pero un perfil muy bajo: solo ha concedido una entrevista y, el pasado octubre, dio un discurso en un acto que dicen que le terminó quitando las ganas de competir con alguna candidatura.

En esa ocasión, se la vio errática e incómoda, y no se quedó con una buena sensación. Pero pese al sabor amargo, en una de sus últimas apariciones públicas también reconoció: «Ustedes saben que yo siempre voy a estar donde mi hermano me necesite». 

Secretaria y repostera

La periodista argentina Victoria de Masi escribió una biografía sobre Karina Milei en la que sostuvo que es «como la otra presidente», y que no hay Javier sin Karina. Antes de su llegada al poder, esta mujer de 51 años fue secretaria, repostera y vendedora de bisutería y ropa.

Sin embargo, y sin casi experiencia en la arena política, organizó dos exitosas campañas electorales y tiene en sus manos una buena parte de las decisiones que comprometen el futuro de un país tan grande como Argentina.