Si un niño se atraganta con las uvas, nada de palmadas en la espalda

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Los pediatras recomiendan cortarlas en mitades y retirarles la piel. El jamón serrano también conlleva riesgos para los más pequeños y las salchichas nunca deben cortarse en rodajas

30 dic 2024 . Actualizado a las 19:18 h.

La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha hecho públicas una serie de recomendaciones prácticas ante posibles atragantamientos infantiles en comidas, meriendas y cenas navideñas. «Nunca deben darse palmadas en la espalda mientras la tos sea efectiva ni introducir los dedos en la boca, a menos de que el objeto sea visible».

El Comité de Soporte Vital (CSV) de la AEP recuerda que productos habituales en esta época del año, como los turrones o los frutos secos son peligrosos para los más pequeños, ya que su tamaño puede obstruir las vías aéreas, al igual que las piezas desmontables de juguetes o los globos. Sobre las uvas, los pediatras recomiendan cortarlas para los niños en mitades e incluso en cuartos, y retirarles la piel y las semillas. También recuerdan que el jamón serrano conlleva riesgos y que las salchichas nunca deben cortarse en rodajas. 

Los médicos infantiles piden evitar los frutos secos enteros y el turrón duro, que deben ser consumidos triturados o en crema para aquellos niños menores de cinco años, e insisten en que los niños deben evitar comer mientras juegan, hablan o se ríen, según un comunicado del organismo.

Golpes interescapulares

Si el niño está tosiendo, se le debe animar para que siga tosiendo y expulse el objeto. Solo se deben realizar maniobras si la tos es inefectiva o el niño deja de respirar. Explican los pediatras las más adecuadas según la edad: golpes interescapulares —entre los omóplatos o paletillas—, en posición boca abajo para lactantes o inclinando hacia adelante en niños mayores de un año, seguidos de compresiones, torácicas en lactante y abdominales en niños.

La práctica de levantar al niño por los pies no ayuda a que el cuerpo extraño salga de la vía aérea, avisan los médicos, y además es «ineficaz y peligrosa». «La mejor manera de proteger a los niños es prevenir los riesgos. Supervisar su alimentación y juego, elegir juguetes seguros y estar informados sobre cómo actuar ante una emergencia son pasos clave para garantizar unas fiestas sin incidentes», concluyen. Después de cualquier atragantamiento, hay que buscar atención médica inmediata.