El 37 % de las pymes españolas ya usan alarmas de seguridad para evitar robos

S. Gómez

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Fotografía de archivo de una cámara de seguridad instalada en un establecimiento comercial
Fotografía de archivo de una cámara de seguridad instalada en un establecimiento comercial OSCAR CELA

El 96% de los negocios han implementado medidas, que van desde soluciones tecnológicas al refuerzo de las barreras físicas

26 dic 2024 . Actualizado a las 08:47 h.

Según datos del Ministerio del Interior, a través de su balance de criminalidad, en España se produjeron casi 38.000 robos en establecimientos durante el 2023. Un dato que, pese a que viene creciendo desde el 2021, continúa lejos de los niveles prepandémicos. A pesar del repunte del 2021, a estas alturas se mantiene un 14% por debajo del 2019. Aun así, son cada vez más pequeñas y medianas empresas las que apuestan por evitar riesgos. En muchas ocasiones, los daños que provocan los ladrones son más altos que los botines que logran llevarse, de ahí que, según el último informe del Observatorio Securitas Direct, el 96% de los pequeños negocios de España ya han implementado medidas de seguridad adaptadas a sus necesidades. 

La opción más socorrida es la de instalar alarmas: el 37,4% de los negocios utiliza dispositivos vinculados a centrales receptoras de alarmas (CRA), que permiten actuar rápidamente ante cualquier intrusión. Esa vertiente tecnológica no es suficiente para el 31,7% de los autónomos que, sabedores de que tampoco existe medida infalible, optan por instalar puertas y ventanas blindadas. El 27,6% se decanta por rejas como medida disuasoria frente a intentos de intrusión.

La vigilancia constante con cámaras atrae al 25,2% de los pequeños empresarios, que invierten en sistemas de videovigilancia que monitorizan continuamente los locales, herramienta que previene y registra cualquier incidente. En los últimos años, ha comenzado a verse un aparato que emite niebla para bloquear a los ladrones. Las pymes lo adoptan en el 19,5% de los casos, colocando aparatos que expulsan el humo para dificultar la visión de los intrusos, reduciendo el tiempo que permanecen en el establecimiento.

Las maneras de actuar

El observatorio de la compañía de seguridad también hace una distinción de las diferentes técnicas usadas por los ladrones para perpetrar sus fechorías. Ponen en primer lugar el uso de la lanza térmica, capaz de alcanzar temperaturas de 5.000 grados, y que permite perforar cajas fuertes en busca de dinero y documentos valiosos. En estas fechas, indican, se usan especialmente en administraciones de lotería, gestorías y otros negocios que manejan grandes cantidades de efectivo.

El butrón resulta frecuente en naves industriales, oficinas y estancos. Implica perforar techos o paredes para entrar en el local desde espacios adyacentes, como locales vacíos o cuartos de mantenimiento. Generalmente, se lleva a cabo de noche para evitar interrupciones. Destrozar el escaparate aparece entre las tretas más utilizadas, siendo habitual en bares, restaurantes y tiendas. Consiste en romper las cristaleras para sustraer rápidamente la mercancía visible. En ocasiones, si el agujero es lo suficientemente grande, los ladrones entran en el local para ampliar el botín, todo en cuestión de minutos.

Farmacias, gestorías y oficinas son objetivos de una técnica que utiliza herramientas especializadas para extraer el bombín de la cerradura y abrir la puerta. Este método destaca por su efectividad en accesos secundarios y puertas de emergencia. Joyas y tecnología son el objetivo principal de los alunizajes. En esta técnica, los ladrones estrellan un vehículo contra la entrada del establecimiento para acceder rápidamente y sustraer mercancía de alto valor.

En comparación con los hogares, hay mayor probabilidad de que las intrusiones ocurran en los negocios. Concretamente, sufren cuatro veces más robos que los hogares. Los bares, pubs y restaurantes son los que tienen mayor riesgo de sufrir una intrusión, con un 166% más de probabilidad que las naves industriales o talleres. Las tiendas o negocios abiertos al público cuenta con un 46% más que las oficinas o empresas, que son la tipología de negocios con menor riesgo de intrusión o robo. En el informe de Securitas Direct, Galicia destaca como una de las comunidades de riesgo medio-bajo de robo, por detrás de otras como Cataluña, Comunidad Valenciana o Madrid.