Koldo García niega ante el Supremo que él, Ábalos y el PSOE recibiesen mordidas
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Declara que Aldama iba mucho al ministerio para hablar sobre Air Europa
18 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El hombre que dio nombre a la presunta trama de cobro de comisiones por la venta de mascarillas a Transportes, Interior, Canarias y Baleares declaró ayer por primera vez en sede judicial, y lo negó todo durante dos horas y media. Koldo García compareció este martes como imputado ante el juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente, que lo investiga por los delitos de organización criminal, tráfico de influencias y cohecho, y rechazó tanto haber recibido mordidas, en efectivo o en especie, del empresario Víctor de Aldama, como haber intervenido en adjudicaciones irregulares de contratos de compra de material sanitario y de obra pública.
El que fuera asesor del exministro José Luis Ábalos también descartó haber sido testigo de que este, cualquier otro dirigente socialista y el PSOE hubieran obtenido comisiones. El declarante, que respondió a las preguntas del magistrado, el fiscal, las defensas y las acusaciones, descargó toda la responsabilidad de las supuestas ilegalidades cometidas en el entonces subsecretario de Transportes, Jesús Manuel Gómez —imputado en la Audiencia Nacional— , en quien recaía la competencia de las adjudicaciones de mascarillas, dijo.
García llegó a negar «hasta lo más obvio», aseguraron fuentes jurídicas a Efe. Así, no se reconoció en el apelativo Grandu, que consta junto a la anotación «11.500 euros» en un documento intervenido a Aldama, con el que admitió tener una relación cercana porque se encontraban mucho en la sede de Transportes, que el empresario visitaba con asiduidad como asesor de Air Europa para tratar asuntos «banales». Sin embargo, apuntó que la compañía clave de la red, Soluciones de Gestión, fue solo una más de la decena que enviaron ofertas al ministerio y que ni siquiera sabía que estaba relacionada con Aldama. También reveló que este visitó en una ocasión el domicilio de Ábalos en la urbanización El Viso, en Madrid, aunque dijo desconocer el propósito del encuentro porque se quedó esperando en la puerta.
Aunque las partes no lo interrogaron sobre la presunta mordida de cuatro millones de euros que el martes Aldama dijo haberse repartido con García, Ábalos y Ferraz, sí lo hicieron acerca de supuestas comisiones más pequeñas denunciadas por este. El imputado negó tajantemente haber entregado un sobre con 15.000 euros al secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, con quien tampoco habría coincidido en un bar, sostuvo. Rechazó haberle dado 25.000 euros a Carlos Moreno, jefe de gabinete de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y haberle pedido a Ábalos que hiciese una gestión con el Ejecutivo balear por unos tapabocas defectuosos. Respecto al comandante de la Guardia Civil Rubén Villaba, también investigado, descartó que este le hubiera suministrado teléfonos móviles encriptados y que alguien del instituto armado le hubiera advertido de que estaba siendo investigado.
Se niega a contestar sobre Delcy
García se negó, en cambio, a responder a las preguntas sobre la visita a España en el 2020 de Delcy Rodríguez, la número dos de Nicolás Maduro, pero admitió que pidió salvoconductos para ciudadanos venezolanos porque recibía 500 solicitudes al día, se justificó, y cometió el error de no estudiarlas con detenimiento.
Más torpe estuvo el exasesor ministerial a la hora de intentar explicar el «notable» incremento de su patrimonio, detectado por los agentes, ya que explicó que sus coches son de segunda mano y sus cuatro viviendas están hipotecadas, y atribuyó a una costumbre familiar la de sacar mucho dinero del banco y guardarlo en casa.
Sobre el alquiler de una vivienda de lujo que la trama costeaba presuntamente a una exnovia de Ábalos, Koldo aseveró que era un piso de empresa que pagaban Luis Alberto Escolano, socio de Aldama; su hermano, Joseba García; y él mismo, en alguna ocasión, con dinero de su hija, de cuatro años. Negó también que Joseba viajara a República Dominicana a cobrar mordidas, y defendió que solo fue de vacaciones y para buscar oportunidades de negocio.
El Supremo mantuvo las medidas cautelares —retirada de pasaporte y comparecer cada 15 días ante un juzgado de Benidorm—, porque «persisten los indicios de criminalidad» contra el imputado.