Estados Unidos está en contacto con los rebeldes sirios que derrocaron a Bachar al Asad
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El líder insurgente promete que los kurdos podrán volver a zonas dominadas antes por Turquía
15 dic 2024 . Actualizado a las 10:07 h.El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha confirmado en Jordania que su país está en contacto con la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante (HTS, siglas en árabe), que lideró la ofensiva insurgente para derrocar al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.
«Hemos estado en contacto con HTS y otras partes», afirmó Blinken en una rueda de prensa en Aqaba, en el sur de Jordania, donde participa en una reunión internacional para apoyar una transición política en Siria tras el derrocamiento de Al Asad el pasado domingo. «Hemos recalcado a todos con los que hemos estado en contacto la importancia de encontrar a Austin Tice (periodista desaparecido en Siria) y de traerle a casa, y también hemos compartido los principios que acabo de exponer», agregó el secretario de Estado durante su intervención.
Tice es un exmarine que decidió viajar a Siria en 2012 para cubrir la guerra civil que recién comenzaba en el país árabe y que desapareció en agosto de aquel mismo año, justo cuando planeaba abandonar el territorio sirio a través de la frontera con el Líbano.
Washington tiene designado como terrorista al Organismo de Liberación del Levante, en el que se incluye la exfilial siria de Al Qaida, ente que también está considerado como tal por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU adoptada durante el apogeo de la guerra civil en Siria.
Blinken se encuentra en Aqaba para participar en una conferencia sobre Siria convocada por el rey Abdala II de Jordania, en la que también toman parte varios países árabes y los jefes de la diplomacia de Francia, Jean-Noël Barrot, o Turquía, Hakan Fidan, valedora de la oposición que derrocó a Al Asad.
Promesa a los kurdosirios
Por su parte, Ahmed al Charaa, líder de la coalición insurgente, ha prometido hoy a los kurdosirios que vivirán juntos e intentará que vuelvan a las zonas hasta ahora dominadas por Turquía y los rebeldes sirios proturcos. «Los kurdos son parte de la patria. Fueron sujetos a una gran injusticia, como nosotros, y si Dios quiere se eliminará la injusticia. Si Dios quieren, en la Siria que viene, los kurdos serán fundamentales. Viviremos juntos, si Dios quiere, y cada cual obtendrá su derecho por la ley. No habrá más injusticia a partir de hoy sobre nuestra gente kurda», aseguró en un vídeo publicado en la cuenta oficial del Mando de Operaciones Militares, que dirige Al Charaa.
Al final del breve clip, se le pregunta: «¿Y nuestra gente en Afrín?», a lo que Al Charaa contesta: «Si Dios quiere, lo mismo, intentaremos devolverlos a sus áreas y sus aldeas». Con Afrín hace referencia a la ciudad en el norte de Siria que en el 2018 las tropas turcas, junto a los rebeldes sirios respaldados por Ankara, del Ejército Nacional Sirio (SNA, en inglés), ocuparon en su ofensiva contra los kurdosirios, que gestionan una administración en el norte y nordeste de Siria.
La dirección política de la autoproclamada Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES, en inglés) reiteró ayer, sábado, su llamamiento a un alto el fuego general con los insurgentes que derrocaron al régimen de Al Asad y pidió trabajar por un futuro «democrático unificado» para el país.
La AANES, enemiga de Ankara, controla amplias zonas del nordeste del país árabe y se ha estado enfrentando a milicias proturcas que atacaron sus territorios en paralelo a la ofensiva insurgente para derrocar a Al Asad, al que también se oponían pese a haber colaborado con él en situaciones de emergencia.
Los kurdosirios buscan que su administración autónoma conviva con el nuevo Gobierno interino formado por los insurgentes tras la caída del antiguo régimen, que había estado en el poder durante alrededor de medio siglo y que fue derrocado el pasado domingo tras una rápida ofensiva por parte de grupos islamistas y proturcos.
Se espera que el Gobierno interino tome las riendas de Siria de forma temporal hasta que se establezca una solución gubernamental definitiva para la nueva era.