Los rebeldes buscan una nueva Constitución para juzgar a los asadistas
13 dic 2024 . Actualizado a las 21:05 h.Siria vivió ayer su primer viernes, día sagrado para los musulmanes, bajo la administración de los islamistas tras la caída de Bachar al Asad. Encima de la mesa, el nuevo Gobierno interino tiene multitud de deberes a los que atender para reconstruir y reformar el país sin que, de momento, haya existido el tan predicado diálogo político inclusivo que exigió el líder de Hayat Tahrir al Sham, Mohamed al Jolani, para levantar la nueva Siria..
El primer ministro interino, Mohamed al Bashir, hizo un llamado en el primer rezo del viernes sin el dictador para andar el camino de la «unidad y la tolerancia». «La victoria es una gran responsabilidad para todos nosotros, como la construcción del Estado», pronunció en un discurso desde la mezquita de los Omeya. Por añadido, el portavoz del Ejecutivo provisional, Obeida Arnaut, concretó que «se suspenderán la actual Constitución y se disolverá el Parlamento» hasta que se redacte una nueva Carta Magna. «Se creará un comité judicial y de derechos humanos para examinarla y luego presentar enmiendas», aseguró.
Sin embargo, el «diálogo político» prometido por Al Jolani y exigido por EE.UU., Irán, Rusia y la ONU está, de momento, en punto muerto. El partido Baaz del depuesto Al Asad anunció su cese de actividades «hasta nuevo aviso» hace días y las minorías drusas, cristianas y alahuís o bien huyen hacia el Líbano o bien no han presentado renovados proyectos políticos tras una semana. De momento, la Siria postdictadura es un monólogo del islamista Hayat Tahrir al Sham.
El proceso constitucional representa, no obstante, una urgencia para impartir justicia sobre aquellos que colaboraron en las torturas y vejaciones del régimen de Al Asad. «Todos aquellos que cometieron crímenes contra el pueblo sirio serán juzgados de acuerdo con la ley», enunció Arnaut a la televisión pública. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos estima en 100.000 las muertes en las prisiones de Al Asad. Samir Ousman Alseij, el exdirector de la prisión damascena de Adra entre el 2005 y el 2008 huido a Estados Unidos, fue acusado ayer de cometer crímenes de tortura, aunque se desconoce si la Justicia norteamericana lo entregará al país árabe para ser juzgado en su país. De fondo, miles de sirios continúan la búsqueda de sus familiares. Ahora también en fosas comunes.
Los kurdos repelen ataques en Manbij y Erdogan afirma que les combatirá
A pesar de los cambios que se anuncian desde Damasco, las YPG kurdas continúan defendiéndose de los ataques en la provincia de Manbij de manos de Estado Islámico y las milicias auspiciadas por Turquía.
Ayer, el Consejo Militar de la localidad de Manbij anunció que repelió dos ataques contra la presa Tishrín y el puente Qereqozaqe y la neutralización de 210 «enemigos» proturcos. «A pesar de la tregua acordada bajo el auspicio de EE.UU. (...), los mercenarios de ocupación turcos atacaron decenas de veces la presa Tishrín y el puente Qereqozaqe con todo tipo de armas, tanques, blindados, y con cobertura aérea de más de 20 drones turcos».
Combatir a «terroristas»
El escenario kurdosirio continúa siendo una pieza del puzle sirio que no termina de encajar en los intereses internacionales. En la reunión de ayer entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, el primero reafirmó su compromiso para luchar contra Estado Islámico y las YPG (a quien considera un grupo terrorista). El segundo, no obstante, se limitó a reiterar la «inclusividad» que debe seguir la nueva Siria.