El hijo mayor de Juana Rivas pide ayuda para su hermano: «Está en riesgo de muerte»
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Gabriel Arcuri Rivas, que ya es mayor de edad, solicita a la justicia que evite que Daniel, de 10 años, siga a cargo de su padre, Francesco Arcuri. «Se siente en riesgo de muerte. Yo me he sentido en riesgo de muerte y mi reflejo lo veo en él». El caso de la madre de Maracena se convirtió en uno de los más mediáticos del 2017, cuando desapareció con sus dos hijos durante un mes para no entregárselos a su progenitor
04 dic 2024 . Actualizado a las 15:49 h.«Estoy aquí para expresar aquello que durante muchos años no he podido expresar. Lo que mi hermano en este momento no puede expresar. Yo soy su voz y vengo a pedir ayuda». Así comienza el vídeo que ha publicado Gabriel el hijo mayor de Juana Rivas, que pide amparo a la justicia italiana para que su hermano Daniel salga del domicilio paterno.
El caso Juana Rivas causó una enorme expectación en el año 2017 cuando esta madre Maracena, en Granada, desapareció un mes con sus dos hijos para evitar entregárselos a su padre, el italiano Francesco Arcuri. Rivas aseguraba que el progenitor era un maltratador y que sus pequeños no estarían seguros a su cargo.
«Vengo a darle un mensaje directo a aquellas personas que sí pueden mover los hilos y que sí pueden hacer algo por nosotros. En el 2017 me arrancaron de mi casa, que es mi madre, a mis 11 años y a los tres años de mi hermano Daniel, el cual actualmente sigue viviendo en ese infierno que yo víví hasta los 16», continúa.
Gabriel Arcuri Rivas, que ya es mayor de edad, ha solicitado a la Fiscalía de Cagliari que evite que su padre siga siendo el responsable de Daniel, de 10 años. El propio equipo de defensa de Juana Rivas ha pedido medidas que garanticen la protección de su hijo pequeño. La Fiscalía ha presentando un escrito de procesamiento contra él por presuntos malos tratos.
En concreto, en el escrito de procesamiento de la Fiscalía italiana, fechado el pasado 14 de noviembre, se le acusa de someter a ambos «habitualmente a violencia física, vejaciones, insultos y amenazas», informa en un comunicado el despacho de abogados de Carlos Aránguez.
«Él vive con un maltratador a su lado. Él tiene miedo de expresar estas cosas porque sabe que su padre puede enterarse de estas cosas y puede amenazarlo. Se siente en riesgo de muerte. Yo me he sentido en riesgo de muerte y mi reflejo lo veo en él», sentencia en la grabación de minuto y medio.
En su escrito a la fiscalía, Gabriel asegura que sabe por «conocimiento directo» lo que está pasando su hermano y vuelve a recordar su experiencia cuando les separaron de su madre. «Fue el comienzo de nuestra pesadilla». Asegura que su infancia terminó aquel 2017 y que fue víctima de «continuos ataques físicos y verbales» por parte de su padre.
Gabriel regresó a España en el 2022 con el «dolor» de dejar atrás a su hermano, en Carloforte, Italia, donde vive con Arcuri y «sin ninguna referencia que pudiera ayudarlo y protegerlo de la violencia».
El proceso
El equipo jurídico de Juana Rivas manifestaba este miércoles su «máxima preocupación ante el hecho de que un menor se vea obligado a seguir viviendo con su padre tras la existencia de un proceso penal abierto por maltratarle y, en cuya instrucción, se ha concluido que hay pruebas más que suficientes» para imputarle y proceder a la apertura de juicio penal contra él.
Por ello, emplazan a las autoridades competentes a que, «de manera inmediata», se adopten las medidas que permitan garantizar la efectiva protección del menor.
Los letrados recuerdan que el pasado mes de marzo el Tribunal Supremo italiano, tras acoger en todos sus términos el recurso de casación de Rivas, anuló la sentencia de la Corte de Apelación de Cagliari por la que se separó a los dos hijos de la expareja formada por Arcuri y Rivas y ordenó repetir el juicio civil.
Desde aquel fallo, el hijo menor vive con su padre en Italia, mientras que el mayor, que ya tiene 18 años, permanece de manera definitiva con la madre en España. Pero, «siendo esto así, no obstante, a día de hoy sigue sin ejecutarse la sentencia» y sin adoptarse medida cautelar alguna para la protección del menor, que «continúa estando obligado a vivir en Carloforte con su padre».
La respuesta de la Fiscalía
La Fiscalía de Cagliari, que ha presentado cargos contra la expareja de Juana Rivas, ha calificado este miércoles de inadmisible el retraso de la causa.
El escrito, que firma el fiscal general, Luigi Patronaggio, y al que ha tenido acceso EFE, apunta una tardanza excesiva en la tramitación de la causa contra Arcuri y añade que «en caso de mayor protección contra demoras», se reserva el derecho de tomar cualquier medida útil para agilizarla.
Mientras, Francesco Acuri afirma que la justicia italiana no le ha notificado «absolutamente nada» de un cambio en el proceso relativo a sus hijos y niega «firmemente» las acusaciones de maltratato que ha difundido su hijo Gabriel.
Pese al posible cambio de rumbo en el proceso, el equipo jurídico de Arcuri incide en la «inexistencia» de hechos que respalden estas acusaciones y se remite a la documentación recabada a lo largo del proceso con un «seguimiento casi diario» de los menores por parte de diversos profesionales, incluyendo los servicios sociales y el centro educativo.
Un caso mediático
Juana Rivas fue condenada a cinco años de prisión por dos delitos de sustracción de menores, aunque el Tribunal Supremo de España estimó parcialmente el recurso de esta vecina de Maracena (Granada) y le rebajó la pena a la mitad al considerar que, aunque fueron dos los menores sustraídos, cometió un único delito.
Los hechos tuvieron lugar en el verano de 2017, cuando Rivas estuvo un mes en paradero desconocido con sus hijos para no entregarlos al padre con el argumento de protegerlos de Arcuri, quien en el 2009 fue condenado por lesionarla y al que ella volvió a denunciar por maltrato en el 2016.
En julio de 2022, el Supremo concedió un indulto parcial a Juana Rivas, que conmutó su condena firme por 180 días de trabajos en beneficio de la comunidad y la obligación de realizar un curso de parentalidad positiva, medida de gracia que no eliminaba sus antecedentes en la justicia italiana.