El Gobierno de Georgia amenaza con ilegalizar a la oposición tras el quinto día de protestas

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Irakli Gedenidze | REUTERS

Los manifestantes se congregan por quinto día consecutivo frente al Parlamento

02 dic 2024 . Actualizado a las 18:52 h.

El primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze, amenazó este lunes con pedir al Tribunal Constitucional la ilegalización de los partidos opositores, a los que acusó de actuar abiertamente contra el orden legal vigente en el país y recibir financiación desde el extranjero.

La amenaza no desanimo a lo miles de manifestantes, que se congregaron este lunes, por quinto día consecutivo, en la céntrica avenida Rustaveli de Tiflis, para protestar frente al Parlamento contra la decisión del Gobierno de los prorrusos Sueño Georgiano de congelar las negociaciones de adhesión a la Unión Europea hasta el 2028. Las protestas tienen lugar también en otras ciudades de la nación caucásica como Batumi, Gori, Poti y Kutaisi, en algunas de las cuales han sido atacadas las sedes del partido gobernante. 

La capital georgiana vivió entre el domingo y el lunes su cuarta noche consecutiva de violentos enfrentamientos entre las fuerzas antidisturbios y los manifestantes. Desde el jueves pasado, según las autoridades, han sido detenidos 224 manifestantes por desacato y vandalismo, y 113 policías han resultado heridos.

Los Gobiernos de Estonia, Letonia y Lituania anunciaron este lunes la imposición de sanciones contra una docena de políticos y funcionarios georgianos, entre ellos diez miembros del Gobierno, por los «abusos contra los derechos humanos» cometidos durante la represión de las protestas proeuropeas. Entre los sancionados está el líder de de Sueño Georgiano,  el oligarca y ex primer ministro Bidzina Ivanishvili, el comandante de las fuerzas de antidisturbios, Zviad Kharazishvili, y su número dos, Mileri Lagazauri, ambos sancionados también por Estados Unidos.

El Kremlin alertó de los intentos de organizar en Georgia una revolución popular como la de noviembre del 2013 en Ucrania, conocida como Maidán. «Se dan todos los indicios de que se intenta de organizar una Revolución Naranja», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Al tiempo que lo consideró un «asunto interno», Peskov subrayó que «a la vista hay un intento de desestabilizar la situación» en el país caucásico. «Hemos visto sucesos similares en otros países. El paralelo más directo es lo ocurrido en el Maidán en Ucrania», dijo, en alusión a las dos revoluciones ocurridas en el país vecino en el 2004 y el 2014.