Biden enloda el final de su mandato con el indulto a su hijo Hunter

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Hunter Biden, con su padre  el pasado julio.
Hunter Biden, con su padre el pasado julio. Anna Rose Layden | REUTERS

Rompe su promesa de no utilizar la prerrogativa del perdón presidencial

03 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Con una decisión que contradice aquello que ha defendido durante los últimos cinco años, el presidente Joe Biden ha concedido un indulto «completo e incondicional» a su hijo Hunter. Con su decisión, pone fin a los problemas legales de su vástago en una de sus últimas actuaciones al frente de la Casa Blanca.

La concesión del perdón, uno de los poderes presidenciales, supone que el demócrata no solo contradice todas aquellas veces en las que afirmó que no libraría a su único hijo vivo de sus líos judiciales, sino que también pone en entredicho sus afirmaciones acerca de su respeto al Departamento de Justicia y sus actuaciones. Contrasta, también, con el argumento que guio su fallida campaña electoral a la reelección, en la que afirmó que una segunda presidencia de Donald Trump sería perniciosa para el país, precisamente, por su falta de respeto hacia el funcionamiento de las instituciones.

En su defensa, Joe Biden aduce que los problemas legales de Hunter tienen motivaciones políticas y su objetivo era perjudicarlo a él. «Los cargos solo llegaron después de que varios de mis oponentes políticos en el Congreso les instigaran [a los jueces] a atacarme y se opusiesen a mi elección», señala en el comunicado en el que anunciaba la noche del domingo el indulto. «Ninguna persona razonable que observe los hechos en los casos de Hunter puede llegar a una conclusión que no sea que Hunter fue elegido solo porque es mi hijo», añadía.

La realidad es que, con su decisión de perdonar a su hijo, Biden ha incurrido en las mismas prácticas nocivas que durante la última década su partido ha achacado a los republicanos. Lo ha hecho, además, mientras Donald Trump coloca a los suyos al frente del Departamento de Justicia y el FBI, y usa las instituciones para sofocar sus propios problemas legales y los de aquellos cercanos a él.

Biden, que tomó la decisión de perdonar a su hijo el pasado fin de semana, ha mantenido en todo momento que no usaría su cargo para defender a su Hunter. Una idea que desde la Administración defendían hasta hace menos de un mes. Así, a principios de noviembre, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, insistía en que el presidente no haría uso de ese poder presidencial.

Justificación

Ahora, y a pesar de ello, en la justificación de su decisión, Biden reafirma su confianza en el sistema legal del país que aún preside. Pero matiza: «También creo que la cruda política ha infectado este proceso y lo ha dirigido hacia un mal uso de la Justicia».

«Nunca daré por hecha la clemencia que he recibido y dedicaré la vida que he reconstruido a ayudar a aquellos que aún están enfermos y sufren», reacciónó en un declaración Hunter Biden que, además de sus problemas legales, ha pasado décadas luchando contra su adicción a las drogas.

Trump, a menos de dos meses de instalarse en la Casa Blanca, no tardó en cuestionar la decisión de Biden. «¿Incluye el indulto concedido por Joe a Hunter a los rehenes del 6 de enero [día del asalto al Capitolio], que ya llevan años encarcelados? ¡Menudo abuso y error judicial!», se preguntó el presidente electo en su red social Truth Social. «¡Menudo abuso y mal uso de la Justicia!», concluía.

Evasión fiscal y posesión ilegal de armas: las causas que perseguían a Hunter Biden 

El hijo del presidente de Estados Unidos, Hunter Biden, afrontaba dos causas judiciales diferentes. La primera, por posesión ilegal de armas, le valió una condena el pasado mes de junio. En la segunda, por evasión de impuestos, el hijo de Joe Biden se declaró culpable en septiembre. Ambos procesos estaban a la espera de la celebración de las vistas de sentencia, fijadas para mediados de este mes.

En el primera de los casos, el hijo de Biden fue condenado en junio en Delaware por tres cargos penales relacionados con la compra de un revólver en el 2018. Una compra para la que Biden hijo habría mentido en un formulario obligatorio en el que no reconoció su adicción a las drogas, que habría hecho que su posesión del arma fuese ilegal. El juicio estaba a la espera de la lectura de la sentencia por parte del juez, fijada para el 12 de diciembre.

En la segunda causa, en California, Hunter Biden se declaró culpable en septiembre de nueve cargos entre los que se incluían evasión fiscal, presentación de una declaración fiscal falseada y haber fallado en declarar sus ingresos debidamente entre el 2016 y el 2019. La investigación en torno a los desmanes fiscales de Hunter Biden comenzó en el 2018, aunque recibió el primer aviso en diciembre del 2020, un mes después de que su padre ganase las presidenciales. La vista de sentencia estaba prevista para el 16 de diciembre. 

Un pacto que no fue

Los problemas legales del hijo de Joe Biden se intensificaron el pasado verano cuando se desarmó un conato de pacto con la fiscalía que habría visto al acusado reconocer su culpabilidad a cambio de evitarle las penas de prisión. Además de las penas y de las consecuencias políticas para su padre, Hunter Biden ha sido objeto de dos investigaciones que han escrutado su vida privada. El hijo del presidente ha visto analizados en público sus problemas con las drogas, el impacto en su salud mental de la muerte de su hermano y su estilo de vida disoluto.

De no haber recibido el perdón, Hunter Biden se habría enfrentado a hasta 17 años de prisión y 1,35 millones de dólares (en torno a 1,29 millones de euros) por la evasión de impuestos, y hasta 25 años de cárcel por la posesión de armas.