Tercer día de protestas en Tiflis, después de al menos 200 arrestos y más de 70 policías heridos

La Voz REDACCIÓN

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Un manifestante blande la bandera europea durante las protestas contra el Gobierno en Georgia.
Un manifestante blande la bandera europea durante las protestas contra el Gobierno en Georgia. Irakli Gedenidze | REUTERS

El primer ministro prorruso niega un nuevo Maidán, porque «Georgia cuenta con instituciones sólidas y un pueblo sabio»

30 nov 2024 . Actualizado a las 23:26 h.

Miles de opositores europeístas se congregaron este sábado por tercer día consecutivo junto al Parlamento de Georgia para protestar contra la decisión del Gobierno de congelar hasta el 2028 el comienzo de las negociaciones de adhesión a la Unión Europea. Las concentraciones de los dos días anteriores desembocaron en violentos enfrentamientos entre manifestantes y agentes antidisturbios, que se saldaron con cerca de 200 detenidos y más de 70 policías heridos, según datos del Ministerio del Interior.

El jueves y el viernes los participantes en las protestas, que levantaron barricadas en las inmediaciones del Parlamento, lanzaron hierros, piedras, botellas de vidrio, bengalas y petardos contra las fuerzas policiales, según denunció el primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze. «Los radicales y sus patrocinadores extranjeros siempre están tratando de encontrar una razón para intentar provocar disturbios en el país y la ucranización de Georgia», dijo el jefe del Gobierno en una comparecencia de prensa sobre los graves incidentes en la capital.

Según Kobajidze, ellos «aún no se han dado cuenta de que, a diferencia de Ucrania en el 2013, Georgia es un Estado independiente con instituciones sólidas y, lo que es más importante, con un pueblo experimentado y sabio cuya fuerza nadie podrá quebrantar».

El primer ministro aludía a las protestas del Maidán, que estallaron en Kiev el 30 de noviembre del 2013 cuando el entonces presidente, Viktor Yanukóvich, canceló las negociaciones para entrar en la UE. Aquellas manifestaciones culminaron casi tres meses y cien muertos después, con la huida a Rusia de Yanukóvich.

Los embajadores de Georgia en los Países Bajos, David Solomonia, y Bulgaria, Otar Berdzenishvili, presentaron su dimisión por su disconformidad con las decisión del Gobierno de poner en pausa las conversaciones con el club comunitario. Según la prensa local, al menos 160 miembros de la plantilla del Ministerio de Exteriores se sumaron a una declaración de empleados públicos en la que manifestaron su desacuerdo con darle la espalda a los Veintisiete, a los que Georgia es país candidato desde diciembre del año pasado.

El Servicio de Seguridad del Estado (SSE) de Georgia anunció este sábado que investiga un «posible plan de derrocamiento violento del Gobierno, y recordó que este delito se castiga con hasta ocho años de prisión. Según el SSE, que llamó a los ciudadanos a ser cautelosos y a no dejarse arrastrar por provocaciones, «los líderes de determinados partidos políticos y oenegés tienen como principal objetivo la toma violenta del poder».

La maniobra del Gobierno, con la que dio la espalda a la UE, fue interpretada por la oposición como una señal de su propósito de llevar a Georgia al redil de Rusia. «Hay consenso nacional en cuanto a que nadie entregará Georgia a Rusia y que nadie podrá robarle al país su futuro europeo», afirmó la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, adversaria declarada de Sueño Georgiano, la formación que ostenta el poder desde el 2012.