Renunciar a aumentar los impuestos sobre la electricidad y la fiscalidad a los salarios más bajos, y la ayuda médica a los inmigrantes como le reclamaba el partido de Marine Le Pen
28 nov 2024 . Actualizado a las 22:22 h.El primer ministro francés, Michel Barnier, embarcado en una desesperada carrera por salvar su Ejecutivo, lanzó este jueves guiños a la extrema derecha y llamamientos a la responsabilidad de los socialistas para tratar de evitar el caos que, a su juicio, entrañaría una moción de censura.
El campo de batalla en el que se juega su futuro es la aprobación de los presupuestos y en ese contexto el jefe del Gobierno hizo un gesto claro a la ultraderecha al renunciar a aumentar los impuestos sobre la electricidad y la fiscalidad a los salarios más bajos, así como reducir la ayuda médica a los inmigrantes. Unos requisitos que le reclamaba el partido de Marine Le Pen para que no tumbar al Ejecutivo en diciembre.
La izquierda, mayoritaria en la Asamblea Nacional, no deja lugar a dudas sobre su intención de derribar al que considera un Gobierno ilegítimo, puesto que fueron ellos quienes quedaron en primera posición en las legislativas de julio. Pero el Ejecutivo intenta romper la unidad de ese bloque y multiplica los llamamientos a la responsabilidad de los socialistas, que cuentan en sus filas parlamentarias con el expresidente François Hollande.
Barnier tendrá que utilizar todo su talento para los pactos de aquí al lunes si quiere impedir convertirse en el primer ministro más efímero de la historia de Francia.