Rusia prepara represalias tras dos ataques con misiles ATACMS

R.P. REDACCIÓN / LA VOZ

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Los rescatistas retiran escombros mientras buscan personas en el lugar de un ataque militar ruso, en Sumy, Ucrania.
Los rescatistas retiran escombros mientras buscan personas en el lugar de un ataque militar ruso, en Sumy, Ucrania. STATE EMERGENCY SERVICE OF UKRAI | REUTERS

Lanza el bombardeo con drones más masivo desde la invasión

26 nov 2024 . Actualizado a las 21:52 h.

Vladimir Putin no piensa permitir que los misiles occidentales que caigan sobre Rusia queden sin respuesta. La pasada semana, el presidente ruso ya lanzó una advertencia a Occidente con el lanzamiento del misil hipersónico Oreshnik tras los primeros ataques con misiles tácticos de largo alcance estadounidenses ATACMS. Así, el Kremlin anunció que ya prepara medidas de represalia, después de que reconociera dos ataques ucranianos con estas armas en tres días.

Según el mando militar ruso, esos bombardeos se produjeron sobre la región de Kursk. El sábado cinco misiles ATACMS apuntaron sobre una división de misiles antiaéreos S-400 junto a la localidad de Lotariovka, que ya había sido atacada hace una semana con proyectiles británicos Storm Shadow. Dos alcanzaron su objetivo, dañando un radar y dejando heridos entre el personal militar. El lunes, ocho misiles cayeron sobre el aeródromo Kursk-Vostoch, siete de los cuales fueron interceptados. El ATACM que sorteó las defensas antiaéreas causó «daños menores» en la infraestructura y dejó dos heridos leves. Es la primera vez que el Ejercito ruso admite abiertamente que armas occidentales han dado en el blanco.

En la reunión del Consejo OTAN-Ucrania, celebrada este martes a solicitud de Kiev, se debatió «la situación de seguridad del país invadido tras el lanzamiento del misil balístico experimental Oreshnik. Los aliados reafirmaron su apoyo a Ucrania a pesar del intento del Kremlin de «intimidar» a la OTAN y «aterrorizar» a la población ucraniana. El secretario general de la Alianza Atlántica, el neerlandés Mark Rutte, se pronunció ayer a favor de aumentar la ayuda militar a Ucrania, incluida la entrega de «sistemas de defensa aérea críticos», con el fin de mejorar la posición ucraniana en el conflicto.

Los invasores tampoco dejaron de castigar territorio ucraniano. De hecho, Rusia lanzó la madrugada de ayer el ataque con drones más masivo desde la su entrada en guerra en febrero del 2022. Según el presidente Volodímir Zelenski, en un solo ataque cayeron más de 180 drones —una cifra récord— sobre el país eslavo. Las defensas aéreas lograron derribar 76 drones, mientras que un centenar perdieron el rumbo debido a las interferencias de los medios de guerra electrónica del Ejército ucraniano. Esto no evitó daños en infraestructuras y edificios de viviendas.

Rusia lleva dos meses consecutivos batiendo el récord de drones utilizados en un mes contra territorio ucraniano. Cuenta para ello con un número cada vez más alto de aparatos no tripulados kamikaze Shahed que al principio de la guerra adquiría de Irán y ahora produce en sus propias fábricas situadas dentro de la Federación Rusa.