El fiscal retira todas las acusaciones contra Trump: un presidente no puede ser juzgado
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Jack Smith ha pedido que se desestimen los casos por el asalto al Capitolio y por los papeles de Mar-a-Lago
25 nov 2024 . Actualizado a las 22:36 h.Jack Smith desiste de perseguir judicialmente a Donald Trump. El fiscal especial ha solicitado el cierre de los casos contra el magnate por su participación en el asalto al Capitolio y por el caso de los documentos clasificados de Mar-a-Lago. Lo ha hecho basándose en una política del Departamento de Justicia que prohíbe juzgar a presidentes en ejercicio.
Smith solicitó a un juez federal de Washington este lunes que desestimase el juicio federal contra Trump por el asalto al Capitolio, y a un juez de Atlanta que hiciese lo propio con la causa por haber guardado ilegalmente cientos de documentos clasificados tras abandonar la Casa Blanca.
El fiscal se ha rendido, pero en la moción que dirige a la jueza federal de Washington afirma que la retirada de las acusaciones «no responde a la gravedad de los delitos imputados, a la solidez de las pruebas o a los méritos de la acusación». Además, Smith pide el cierre de las causas «sin perjuicio», lo que implica que, en el futuro, los cargos podrían ser presentados de nuevo.
Desde el equipo de Trump reaccionaron con júbilo. Según el portavoz, Steven Cheung, la retirada de los cargos supone «una victoria para el imperio de la ley». Además, Cheung añadió que la moción de Smith pone fin a la «instrumentalización de la justicia» de la que los republicanos han acusado a la administración Biden.
Un Ejército «inmisericorde»
El presentador de televisión Pete Hegseth, a la espera de la confirmación del Senado, podría ser el próximo Secretario de Defensa de EE.UU. Además de criticar a la OTAN y a las Naciones Unidas, cree que el Ejército de EE.UU. no debería estar sujeto a la Convención de Ginebra ni a ninguna otra norma ética. El republicano considera que Washington tiene que «soltar las riendas» de sus fuerzas armadas para convertirlas en «inmisericordes», «inflexibles» y ocupadas en «ganar nuestras guerras de acuerdo con nuestras propias reglas». «¿Por qué tenemos que financiar a una ONU antiestadounidense?», preguntó, por otro lado, en American Crusade.
Tampoco Europa y la OTAN se libran de las críticas de quien podría dirigir el aparato bélico estadounidense. Según dice, la Alianza Atlántica no es más que un «acuerdo de defensa para Europa, pagado y asegurado por EE.UU.». La ve como «una reliquia» que debería ser «desguazada y reconstruida» en pos de una supuesta «defensa de la libertad». Algo que es «por lo que lucha Donald Trump».