Uxía Hermida, la cómica gallega que parodia a las «influencers» de vidas perfectas: «Que se bajen un poco de la nube»
ACTUALIDAD
La humorista, natural de la parroquia de Guillarei, en Tui, ha hecho en su última publicación un homenaje a las abuelas gallegas como respuesta a los elegantes «outfits» para ir al campo de una creadora de contenido
20 nov 2024 . Actualizado a las 16:26 h.En las redes sociales es difícil escapar de la idea de que todo el mundo vive una vida idílica. Lugares de ensueño, vidas plenas, outfits siempre impecables, físicos de revista, lujos inalcanzables. Y las grandes influencers que acaparan los timelines tienen mucho que ver con eso. Pero en internet también hay sitio para la resistencia, para quienes se crecen en la demostración de que la vida cotidina, la común, es incluso mejor y nos representa mucho más. Porque es lo que somos. Uxía Hermida —conocida en redes como @uxiacomx— es de estas últimas. De quienes contrarrestan la ridícula ostentación de lo sublime con la realidad de la gente de a pie.
Y eso no quiere decir que la de Uxía Hermida no sea una vida perfecta. Lo es, a su manera, al xeito de la gente normal. Porque no se necesitan los lujos o los cuentos de hadas para tenerla. «Yo llego a casa, con mi perro y mi novia y la compra del Mercadona», dice la gallega. Y si María Pombo hace un unboxing de productos que las marcas de lujo le mandan a casa, Uxía hace lo propio con la compra que acaba de cargar ella misma desde el supermercado; si una creadora de contenido grita de emoción con un exclusivo bolso de pelo, ella tiene a su propio peludo de cuatro patas que «come dos veces al día» al que sostener en brazos.
En su último hit viral, a una creadora de contenido que muestra sus elegantes outfits para ir al campo —que demuestran que o bien su campo y el nuestro no es el mismo o que no ha pisado una huerta en su vida—, Uxía le da su réplica con «homenaxe ás avoas galegas» incluida. Frente a las alpargatas, unas buenas botas impermeables; nada de chaqueta tweed, mucho mejor una buena bata de paño de cuadros; y a dónde vas con bolso «de Luisvi» teniendo un buen capacho. Sacho en mano, da su contrapunto a una pretendida finesse bucólica con la genuina vida de aldea. «Yo soy de campo de toda la vida», dice Uxía, natural de la parroquia de Guillarei, en Tui. Allí siguen viviendo sus padres, que cuidan «de la huerta y de sus gallinas» tras cogerle el relevo a su abuela, ya fallecida y a quien le pertenecía la ropa que viste en su última creación. «Este vídeo es una especie de homenaje a ella», se sincera.
La vida de Uxía Hermida, sin embargo, ha acabado en otro lugar. Al otro lado de la Raia. La tudense vive ahora en Portugal, donde se mudó hace ya ocho años para trabajar en su otra gran pasión en la vida aparte de la comedia: la de educadora social. Su primera parada fue Lisboa, en el 2016, donde trabajó dentro del servicio voluntario europeo en barrios con población gitana y también con inmigrantes africanos.
Si lo que la hizo irse fue su vocación, lo que la hizo quedarse fue el amor. Allí conoció a su novia, y con eso vinculó ya para siempre su vida a Portugal. Ahora trabaja más cerca de casa, pero todavía al otro lado de una frontera que ya no es tal. En Oporto sigue dedicándose a su labor como educadora social, aunque actualmente trabaja sobre todo con personas sin hogar.
Su gusto por la comedia explotó en algo más serio en el 2019, cuando empezó a hacer vídeos de humor en redes sociales, y la pandemia, como para muchos otros, fue el momento de explayarse a gusto. Tras un parón de un par de años, regresó con fuerza en el 2023, y dio el salto también a los monólogos. Ese año empezó participando primero en un micrófono abierto en un local en Vigo, y ya le cogió el gustillo a los open mics, de los que hay mucha más oferta en Oporto.
Desde el principio, su idea fue convertirse en una influencer de barrio, castiza, muy «a lo Paquita Salas», nos dice. Pero hay otro gran referente al margen de la serie de Los Javis. Un creadora internacional que también se hizo su hueco con un cuerpo curvy y una belleza no normativa: la australiana Celeste Barber, que también ridiculiza a su particular manera las ocurrencias más estrambóticas de las grandes influencers.
Lo de Uxía va un poco en esa misma línea. Contraponiendo ambas vidas, la de las grandes creadoras de contenido y la de una persona de barrio, en el contenido de Uxía subyace mucho de denuncia social, en su crítica a la oda al consumismo que acapara los timelines de las apps de nuestros móviles. Pero también es una forma de darles un pequeño toque a las grandes creadoras de contenido, especialmente de España y Portugal. «Para que se bajen un poco de la nube», reclama Uxía con sorna. Y además, reclamar en redes ese espacio para las preocupaciones del día a día a pie de calle.
Únete a nuestro canal de WhatsApp
Uxía destaca entre sus creaciones audiovisuales uno de sus vídeos con más repercusión, en el que se prepara para ir a crossfit y en el que incide, siempre desde la retranca, en las preocupaciones de las mujeres curvy a la hora de ir al gimnasio. «Tenemos que ir de negro, no nos pueden ver, tenemos que ir camufladas. Tranquilo, que nunca te vas a encontrar con una gorda, estás a salvo», dice con indudable gracia autodefiniéndose como «una deportista del Lidl».
Es, sin duda, lo que engancha a sus seguidores, que prefieren con mucho sus vídeos de la vida cotidiana a los inalcanzables hábitos y costumbres de la élite de las redes. Gente que puede, por fin, sentirse identificada y notar que, también en las redes, las vidas como las nuestras también existen. «Estas píldoras de realidad que das con un humor y tan necesario dan la vida», le escribió una seguidora recientemente. Y hablaba por todos.