El Gobierno se desdice de lo pactado con Junts y promete una prórroga del impuesto a las energéticas
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Pacta con ERC, Bildu y BNG, pero el rechazo de los de Puigdemont hará que el decreto decaiga
19 nov 2024 . Actualizado a las 00:55 h.En una sesión marcada por el caos en las votaciones, la Comisión de Hacienda del Congreso rechazó este lunes el mantenimiento del impuesto extraordinario a la banca y a las energéticas, y el que grava el diésel, a la espera del pleno que se celebrará este jueves. Pero al filo de la medianoche, ERC, EH Bildu y BNG anunciaron sin embargo un acuerdo con el Gobierno para prorrogar durante el 2025 el impuesto a las energéticas que Junts exigía suprimir, aunque no se aprobará en la reforma fiscal debatida este lunes, sino mediante un decreto ley.
El acuerdo es más bien simbólico porque ese decreto tendrá que ser convalidado en el pleno del Congreso donde Junts unirá sus votos a los del PP y Vox para tumbarlo. El PSOE se desdice así de su acuerdo con Junts para suprimir desde el 31 de diciembre el impuesto a las energéticas.
La votación sobre el mantenimiento o no del impuesto a la banca registró un primer momento un empate tras la abstención de ERC, EH BIldu. El BNG votó a favor del impuesto a la banca. La mesa lo deshizo recurriendo al cálculo del voto ponderado de cada partido en el Congreso y el resultado fue un rechazo a la propuesta de mantener el impuesto a la banca.
Un 15 % a multinacionales
La Comisión de Hacienda aprobó otro grupo de enmiendas en el proyecto de ley que establece un impuesto mínimo del 15% para las compañías multinacionales y las grandes empresas nacionales, que salió adelante, y cuya trasposición al régimen fiscal era español es una imposición de la Unión Europea. Se aprobaron ente otras las bonificaciones de la Seguridad Social para los clubes y asociaciones deportivas sin ánimo de lucro y también una mejora en la tributación de las actividades artísticas. También salió adelante un alza fiscal al tabaco y a los cigarrillos electrónicos.
Vetos cruzados
Los vetos cruzados entre los partidos de izquierda que apoyaron al Gobierno en la votación de investidura (ERC, EH Bildu, Podemos) y los de derecha que hicieron lo mismo (PNV y Junts) frustraron así el intento del Gobierno de acometer una reforma fiscal suficiente como para cumplir con Bruselas. El grueso del paquete tributario presentado por el Ejecutivo tras un pacto entre el PSOE y Sumar fracasó en la Comisión de Hacienda. Algo que supone un serio aviso para el Gobierno en la negociación de los Presupuestos para el 2025. PSOE y Sumar no cuentan por ahora con los votos suficientes para sacar adelante las cuentas públicas.
A pesar del intento del PSOE de mantener el impuesto a la banca con algunas modificaciones, la propuesta fue rechazada en el Congreso, lo que supone una nueva derrota parlamentaria del Gobierno. El Ejecutivo ya había tenido que retirar por dos veces in extremis la reunión de la Comisión de Hacienda ante la seguridad de que iba a perder las votaciones.
El Gobierno salvó el texto original que propone imponer un impuesto mínimo del 15 % de a las grandes multinacionales. Una trasposición de una directiva europea que España está obligada a aprobar para evitar sanciones por parte de las autoridades comunitarias. El Gobierno contó con mayoría desde el principio para aprobar ese impuesto mínimo del 15 %, pero su decisión de incluir en esa misma norma un paquete fiscal con diferentes medidas hizo que el Ejecutivo naufragara en la Comisión de Hacienda.
Peligran los fondos europeos
El impuesto especial a la banca y el gravamen a las energéticas caducarán así el 31 de diciembre. PSOE y Sumar, socios en el Gobierno de coalición, habían pactado otras medidas como la supresión de las exenciones fiscales a socimis (Sociedades Cotizadas de Inversión Inmobiliaria) y a los seguros sanitarios que también fueron rechazadas. Además, el Ejecutivo de coalición había pactado también la subida del impuesto al diésel equiparándolo al de la gasolina o la imposición de un IVA al 21 % para las viviendas de uso turístico.
El fracaso de la reforma fiscal presentada por el Gobierno hace peligrar la recepción de otro tramo, el quinto, de los fondos europeos Next Generation por importe de 7.500 millones de euros y el cobro del sexto tramo, de 4.000 millones de euros. Lo sucedido en el Congreso, a la espera del pleno del jueves, convierte en papel mojado el compromiso de cumplimiento de las reglas europeas que el Gobierno envió hace un mes a Bruselas dentro del plan fiscal estructural.