La ultraderecha francesa denuncia una supuesta «voluntad» judicial de apartar a Le Pen de la política

Asunción Serena PARÍS / E. LA VOZ

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Le pen, el 17 de octubre antes de una reunión de Patriotas por Europa, el grupo dirigido por el húngaro Viktor Orbán en Bruselas.
Le pen, el 17 de octubre antes de una reunión de Patriotas por Europa, el grupo dirigido por el húngaro Viktor Orbán en Bruselas. OLIVIER MATTHYS | EFE

La fiscalía de París pide para la ultraderechista cinco años de cárcel y cinco de inhabilitación

15 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las peticiones de la fiscalía de París contra Marine le Pen, juzgada por malversación de fondos de la Eurocámara, han dejado noqueadas a la interesada y a su formación política. Los fiscales han solicitado para la líder de la formación ultra Agrupación Nacional (RN) cinco años de cárcel —dos de ellos firmes—, una multa de 300.000 euros y cinco años de inhabilitación política. Consideran que estaba en el meollo del sistema organizado para convertir al Parlamento Europeo en la «gallina de los huevos de oro», pagando a los empleados del partido con el dinero que Bruselas les proporcionaba para los asistentes a la institución comunitaria.

El tribunal no pronunciará su veredicto antes de dos o tres meses, pero la gravedad de las penas solicitadas por el fiscal ha impresionado a la ultraderechista y al resto de la clase política. Lo que más impacto ha causado no ha sido la petición de prisión, sino la pena de inhabilitación «provisionalmente ejecutable», que se aplicará con efecto inmediato si los jueces siguen al fiscal y no se suspenderá aunque Le Pen apele la sentencia. Esto quiere decir que, si el caso sale adelante, la líder de RN no podrá presentarse a las próximas elecciones presidenciales.

«Creo que el objetivo de la fiscalía es privar a los franceses de la posibilidad de votar por las personas que quieren», dijo Le Pen a la salida del juicio. No es la única que lo piensa. Ha recibido el apoyo del antiguo ministro del Interior Gérald Darmanin, que considera «profundamente chocante» que Le Pen no pueda presentarse a las elecciones y sostiene que hay que combatirla, pero «en las urnas, no en otra parte». Y más inesperado es el apoyo de Jean-Luc Mélenchon. El líder del partido izquierdista La Francia Insumisa considera que «una pena de inhabilitación no debe aplicarse antes de que hayan expirado todos los recursos previstos por la ley. De lo contrario, se agravaría la crisis política sin ningún beneficio para la sociedad».

Fuera del ámbito francés, el primer ministro húngaro, el también ultraconservador y prorruso Viktor Orbán, se solidarizó con la líder ultraderechista, llegando incluso a comparar su situación con la de Donald Trump: «No lo olviden —escribió en su cuenta de X—, el acoso de la Justicia fue un paso crucial para la victoria del presidente Donald Trump».

En términos semejantes se expresaron este jueves el conjunto de dirigentes de la Agrupación Nacional, que abrieron una petición de apoyo a su líder insistiendo en que se trata de un «asunto muy político, un ajuste de cuentas por parte de ciertos magistrados» para cargarse a Le Pen. Jordan Bardella, que se convertiría en el candidato a las presidenciales si Le Pen fuera condenada, denunció «un atentado contra la democracia».