El PSOE aplaza la reforma fiscal ante el riesgo de sufrir una nueva derrota
ACTUALIDAD
La falta de acuerdo entre sus socios de investidura obliga al Gobierno a posponer otra vez la votación
14 nov 2024 . Actualizado a las 18:32 h.El PSOE aplazó este jueves por segunda vez esta semana, hasta el próximo lunes, la reunión de la Comisión de Hacienda, que tiene que debatir el proyecto para crear un nuevo impuesto mínimo global del 15 % para las multinacionales, ante la falta de acuerdo con sus socios, enfrentados entre sí en varios puntos. El Gobierno pretende utilizar la trasposición de la directiva europea que fija ese tipo mínimo del 15 % para las multinacionales para aprobar otros asuntos como la supresión del impuesto temporal para las grandes compañías energéticas, que caduca el 31 de diciembre.
La comisión ya había sido aplazada el pasado lunes ante la exigencia de los socios de izquierda del Gobierno —ERC, Bildu, BNG y Podemos— de convertir en permanente ese impuesto a las energéticas. El Gobierno había pactado con el PNV y Junts mantener el impuesto extraordinario sobre la banca, aunque diluido, y eliminar ese gravamen sobre las eléctricas.
El PP se había ofrecido este miércoles para apoyar la reforma fiscal del Gobierno si se ceñía exclusivamente al impuesto mínimo del 15 %, a combatir el fraude a los hidrocarburos y sin añadir nuevos tributos a las grandes energéticas o a la banca. Con los votos del PP, el Gobierno podría haber aprobado la reforma con amplia mayoría. Pero el PSOE rechazó esa posibilidad y prefirió esperar y aplazar la reunión de la Comisión de Hacienda ante el riesgo de perder una nueva votación en el Congreso. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, justificó el nuevo aplazamiento afirmando que el Gobierno sigue negociando con sus socios de investidura.
Desde Podemos, la secretaria general del partido, Ione Belarra, criticó el nuevo aplazamiento y dijo que evidencia otra vez el «error» del Gobierno en su estrategia negociadora. A su juicio, no se puede eliminar el impuesto a las energéticas, que se ha demostrado «más necesario que nunca» ante los efectos de la emergencia climática.
Acuerdo con Junts y el PNV
El paso de la aprobación del dictamen en la Comisión de Hacienda es imprescindible para elevar al pleno la nueva ley. Las exigencias de ERC, EH Bildu y Podemos de ir más allá de las enmiendas que el Gobierno había acordado con el PNV y Junts, parecen insalvables. Tampoco Sumar era partidaria en principio de suprimir el impuesto a las energéticas, pero llegó a un acuerdo con el PSOE a cambio de aprobar nuevos impuestos como el 21 % de IVA a los pisos turísticos, el gravamen a los bienes de lujo y a las llamadas socimi, (sociedades de inversión inmobiliaria), y gravar también los seguros de salud privados. Pero ERC, EH Bildu y Podemos no ceden y exigen que el impuesto a las grandes energéticas se convierta en permanente.
El riesgo de perder la nueva votación era elevado, por lo que el PSOE prefirió aplazar la cita. El Gobierno gana así unos días para continuar negociando, aunque sus aliados de investidura de izquierda están muy molestos por la forma en que se ha abordado esta cuestión: un pacto inicial con Junts y el PNV y la búsqueda posterior del resto de apoyos.
Las dificultades del Gobierno para sacar adelante la reforma fiscal poniendo de acuerdo a sus socios dibujan un panorama complicado para el PSOE en la negociación de la senda de déficit y los Presupuestos del 2025.
El complejo escenario preocupa porque la Comisión Europea ya ha denunciado a España ante los tribunales europeos por no haber aprobado todavía el tipo mínimo del 15 % para las multinacionales. Además, se acerca la fecha tope para solicitar antes de que concluya el 2024 el quinto pago de los fondos Next Generation por importe de unos 7.000 millones de euros, ligados precisamente a la reforma fiscal.