Entre enero y septiembre de este año, la temperatura media del planeta superó en 1,54 grados Celsius la de mediados del siglo XIX, que es tomada como referencia si se quieren evitar efectos catastróficos sobre la naturaleza y los seres humanos, indicó ayer la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
No obstante, el calentamiento global a largo plazo (tres décadas) se mantiene por debajo de ese umbral, aunque las mediciones indican también que los últimos diez años han sido, en conjunto, los más cálidos registrados, y que la temperatura del mar va en aumento. El Boletín del Estado del Clima de la OMM, que se ha publicado coincidiendo con la inauguración de la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) en Azerbaiyán, indica que la extensión del hielo en la Antártida ha sido, en lo que va del año, la más baja jamás observada, mientras que se sigue acelerando el retroceso de los glaciares.
Y casi no existe ya duda de que el decenio 2015-2024 será el más caliente jamás visto, con lo cual solo queda esperar que siga la subida del nivel del mar y del calentamiento de los océanos, y que los fenómenos meteorológicos extremos causen más daños en las comunidades y economías de todo el mundo.
El calentamiento global está definido por consenso científico como el aumento de la temperatura media global de la superficie, que es la temperatura media del aire cerca de la superficie de la tierra y del océano, promediada en un período de treinta años, en relación con niveles de la era preindustrial.