Trump elige a su veterana jefa de campaña para controlar al Gobierno

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Susie Wiles con Trump en el palco de los New York Jets.
Susie Wiles con Trump en el palco de los New York Jets. Evan Vucci | REUTERS

La experimentada estratega republicana será la primera mujer en ocupar el cargo

09 nov 2024 . Actualizado a las 08:57 h.

Donald Trump comienza a trazar su próxima administración. El magnate sorprendió con el nombramiento tempranero de quién estará llamada a tener uno de los papeles más relevantes en su segundo mandato. Es Susie Wiles, que será su todopoderosa jefa de gabinete. La experimentada estratega republicana sale así promocionada después de estar al frente de la exitosa campaña electoral del nuevo presidente. Es, además, un nombramiento histórico. Wiles será la primera mujer que ocupa un puesto que la convierte en la mano derecha del magnate durante los próximos cuatro años. Eso será, siempre y cuando aguante, no como ocurrió con sus predecesores, que tuvieron una relación de todo menos plácida con su jefe. En su primer mandato, el magnate puso y quitó hasta cuatro de estos asesores de alto rango. Algunos, como el general John Kelly, que ocupó el cargo durante más tiempo que nadie, han acabado siendo muy críticos con el presidente electo. La percepción de Kelly sobre su exjefe terminó empeorando tanto que el general salió durante la campaña a advertir públicamente sobre las tendencias autoritarias de Trump y su veneración por los dictadores.

Regalo envenenado

En ese contexto, el nombramiento de Wiles podría terminar siendo un regalo envenenado. Trump es famoso por sus arrebatos y por terminar mal con gran parte de sus empleados.

Lo que también es cierto es que Wiles llega al cargo con una amplia experiencia al servicio del magnate. Antes de ponerse al frente de su tercera candidatura presidencial, la estratega participó, en puestos de menor perfil, en las dos campañas anteriores del millonario neoyorquino. Llega, además, con un mérito del que pueden presumir pocos: ha sido la única jefa de campaña de Trump que ha sobrevivido una campaña entera.

En su nuevo cargo, Wiles será la puerta de entrada a Trump. Como jefa de gabinete decidirá quién se reúne con el magnate, cómo, y en qué condiciones. Además, controlará el calendario presidencial, coordinará a su equipo y asesorará a su jefe en cuestiones de estrategia y políticas públicas.

Wiles recibe su nuevo cometido después de un logro hercúleo: ganar las elecciones haciendo que el candidato mejore en casi todos los estados, incluso en los feudos históricamente demócratas. Consiguió el objetivo con un enfoque heterodoxo. El más pragmático fue transformar las constantes apariciones del candidato en los juzgados en oportunidades de hacer dinero. Una estrategia que les llevó a recaudar más de cien millones de dólares en un solo mes tras la primera imputación de Trump en Nueva York.

Wiles también puso condiciones para aceptar el cargo. Ha negociado, según medios estadounidenses, que tendrá decisión sobre quién puede acercarse a Trump, papel que ya desempeñó durante la campaña, un tiempo en el que mantuvo a raya a histriónicos aliados que, como la activista de ultraderecha Laura Loomer, pudieran afectar a la imagen del candidato entre los moderados.

Cuando Wiles llegó a la campaña del magnate en el 2021, lo hizo con un solo objetivo poner orden y posibilitar que un candidato con una condena en firme y acusado de poner en jaque la democracia norteamericana pudiese volver a la política. Puso orden, como ella misma dice y quiere seguir haciéndolo. Ahora, en su nuevo rol como mano derecha del presidente número 47 de los Estados Unidos, tendrá que demostrarlo, si su jefe le deja.

La abuela con más poder de Washington

Washington tiene nueva jefa. Se llama Susie Wiles y llega después de dirigir la exitosa campaña electoral que ha devuelto a Donald Trump a la Casa Blanca. La nueva jefa de gabinete del magnate es una experimentada estratega republicana curtida en la política del estado de Florida.

Wiles, más bien desconocida para el gran público, no se prodiga en los medios. Creció en el estado de Nueva Jersey en el seno del hogar encabezado por Pat Summerall, legendario locutor deportivo, famoso por ser la persona que más Super Bowls ha narrado en la historia de la competición. Criada en una casa con tres hermanos y ella como única hija, fue testigo de cómo su madre, Katharine Jacobs, luchaba con su padre para que este superara sus problemas de alcoholismo. Su progenitor no logró dejar sus adicciones.

Graduada en inglés por la Universidad de Maryland, la estratega política se describe a sí misma como una republicana «tradicional». Una que, además, da fe del cambio que ha experimentado el partido en las últimas décadas. «Al principio de mi carrera cosas como la educación importaban y había un cierto nivel de decoro esperado» dijo en referencia a la organización republicana para rematar: «Entiendo que el GOP [por Great Old Party, apodo por el que se conoce al Partido Republicano] de hoy es diferente. Hay cambios con los que tenemos que convivir para hacer las cosas que intentamos hacer».

Lo sabe bien la nueva mano derecha de Trump. Wiles tiene décadas de experiencia dentro de la política republicana. Pasó por el departamento de Trabajo de Ronald Reagan y participó en innumerables campañas electorales. Trabajó para el vicepresidente de Bush padre, Dan Quayle, en su carrera a la vicepresidencia a finales de los ochenta. También estuvo en el 2012 con Mitt Romney .

También con DeSantis

Una parte importante de trayectoria como asesora política de éxito tuvo lugar en el estado de Florida. En la campaña de Trump del 2016, estuvo al cargo de las operaciones en este estado del sur y, dos años más tarde, fue la elegida por el magnate para ayudar a Ron DeSantis en su carrera para ser gobernador en Florida. Una experiencia que la estratega no dudó en utilizar dos años más tarde para hacer picadillo a DeSantis cuando este decidió presentarse en las primarias y lugar por desbancarlo.

Fuera de la política de partido, Wiles se ha empleado durante años como intermediaria para gigantes del sector como Mercury o Ballard Partners. Una actividad que, además, ha compaginado con su labor al frente de la última campaña de Trump y que entre finales del 2023 e inicios del 2024 la llevó a iniciar una campaña en el Congreso para modificar las regulaciones de la Agencia de Alimentación y Drogas (FDA), un encargo por el que se embolsó 120.000 dólares (cerca de 112.000 euros).

Con todo, Wiles afronta ahora un puesto en el que tiene una escasa experiencia. La estratega, con un extenso currículo en campañas electorales, apenas ha tenido contacto con la política institucional. Se verá ahora las caras con uno de los puestos más exigentes de la Casa Blanca y lo hará con una edad avanzada. Acaba de cumplir 67 años, pero puede presumir de tener algunos menos que su jefe que con 78 años regresa otra vez al despacho oval.