Pedradas, barro e insultos a los reyes, Mazón y Sánchez durante su visita a Paiporta
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En momentos extremadamente tensos, les tiraron piedras, barro y botellas de agua y les gritaron «asesinos». Felipe VI ha intentado mediar con los vecinos
03 nov 2024 . Actualizado a las 15:43 h.«Asesinos, asesinos», coreaban los vecinos de Paiporta al paso de los reyes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. En momentos extremadamente tensos, les tiraron pedradas, barro y botellas de agua. Su visita a la «zona cero» de la dana tuvo así una interrupción abrupta, mucho antes de lo previsto.
«Hijos de puta, nos hemos quedado sin nada», gritaba un hombre, desesperado, mientras algunos alcanzados por las piedras sangraban, heridos en medio del caos. Las autoridades que acompañaban a la comitiva crearon un cordón de seguridad para proteger a los reyes y a los presidentes nacional y autonómico. Felipe VI, manchado de barro, insistió en romper ese cordón para mediar con la multitud, haciendo gestos de calma con las manos, intentando hablar y razonar con las personas más alteradas. En varios momentos la situación pareció tranquilizarse, pero después volvió a encenderse con exclamaciones como: «¿No queríais barro? Aquí tenéis barro».
Letizia, también manchada, se unió poco después a los intentos de mediación del monarca. En medio de la tensión, cubriéndose la cara, miraba a los ojos a algunas personas que le contaban, derrumbadas, su desesperación. Uno de sus guardaespaldas, a centímetros de ella, tenía una herida en la frente.
Sánchez, a quien lanzaron una barra metálica, se puso a cubierto enseguida, igual que Mazón, y ambos permanecieron ocultos mientras los reyes intentaban calmar los ánimos. Poco a poco, Felipe y Letizia también se resignaron a abandonar el lugar, en medio de una gran comitiva de coches patrulla, policías a caballo y agentes a pie. Eran las dos y cuarto de la tarde.
Desesperación, enfado, rabia, dolor e impotencia. Todas esas emociones quedaron retratadas en las imágenes del momento, a medida que los cuerpos de seguridad intentaban calmar a una multitud enfervorecida de gente que lo ha perdido todo. Algunos levantaban las manos, blandían palos y palas. Una de ellas, de hecho, voló hacia el rey, pero no llegó a alcanzarlo. Otros, alrededor de los monarcas, alzaban sus mochilas y paraguas a modo de escudo, para protegerlos, o se abrazaban a Felipe o lloraban en el hombro de Letizia.
Aunque los reyes insistieron en continuar con su plan de acercarse a Chiva —el otro epicentro del desastre—, finalmente la visita se canceló. Allí los vecinos se agolpaban, expectantes, en la plaza del ayuntamiento. Entre la multitud pasaban algunos tractores, de lugareños que desde el primer día se volcaron para arrastrar coches volcados y retirar escombros. La gente les aplaudía.
Cuando se empezó a rumorear que Felipe VI y Letizia no se acercarían, volvieron los gritos. «Cobardes», clamaban unos; «el pueblo unido jamás será vencido», coreaban otros.
Los reyes, Pedro Sánchez y Carlos Mazón habían llegado a Paiporta alrededor de las once y media de la mañana, con la idea de conocer en persona las consecuencias del desastre. Es la «zona cero» de la dana que ha asolado Valencia se sigue sacando agua, fango y lodo de cada domicilio.
A pesar de que la idea inicial era acudir primero al Centro de Coordinación de Emergencias (Cecopi), los reyes se dirigieron directamente a Paiporta, al puesto de mando avanzado. Tenían previsto partir hacia Chiva para conocer de primera mano la magnitud de la tragedia y acompañar a los afectados.
Son al menos 60 los fallecidos en Paiporta, después de que el martes el temporal de lluvias descargara una ingente cantidad de agua en el interior de la provincia, lo que desbordó por completo el barranco del Poyo.
Felipe VI y Letizia habían suspendido toda la agenda de otras actividades previstas para la próxima semana. Los monarcas han hablado por teléfono en los últimos días con los alcaldes de poblaciones afectadas por la dana, las valencianas de Chiva, Catarroja, Torrent, Algemesí, Utiel, Paiporta y Sedaví, y la albaceteña de Letur para trasladarles su sentimiento de pesar por las pérdidas humanas y materiales en sus municipios.