Los reyes intentaron mediar con los vecinos y calmar los ánimos entre gritos contra Sánchez y Mazón, que fueron evacuados. El Gobierno atribuye los altercados a elementos ultras organizados
04 nov 2024 . Actualizado a las 07:19 h.«Asesinos, asesinos», coreaban los vecinos de Paiporta al paso de los reyes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Una masa enfurecida les tiró piedras, palas, botellas y barro. Así fue como su visita a la «zona cero», con la que pretendían conocer de primera mano las consecuencias de la dana, tuvo un final abrupto, envuelto en tensión y mucho antes de lo previsto.
«Se sabía y nadie ha hecho nada por evitarlo», gritaba un hombre, desesperado, mientras algunos alcanzados por las pedradas sangraban en medio del tumulto. Era la primera vez que Mazón se enfrentaba cara a cara con el desastre. Aunque los agentes que acompañaban a la comitiva crearon un cordón de seguridad, Felipe VI, manchado de barro, insistió en romperlo. Una y otra vez intentó mediar con la multitud, haciendo gestos de calma con las manos, tratando de hablar y razonar con las personas más alteradas. «Están yendo a todos los lugares posibles», les aseguraba, templado. En varias ocasiones la situación pareció tranquilizarse, pero después volvió a encenderse con exclamaciones como: «¿No queríais barro? Aquí tenéis barro».
Letizia, también embarrada y protegida por un guardaespaldas herido en la frente, se unió poco después a los intentos de acercamiento de su marido. En plena confusión, cubriéndose la cara, miraba a los ojos a algunos valencianos que, derrumbados, lloraban en su hombro y le contaban el calvario que están atravesando. Ella misma no pudo contener las lágrimas cuando varias personas le mostraron su apoyo y le dijeron que no tenía la culpa.
Desesperación, enfado, rabia, dolor e impotencia. Todas esas emociones quedaron retratadas en las imágenes del momento, a medida que los cuerpos de seguridad intentaban calmar a una multitud enfervorecida de gente que lo ha perdido todo. Algunos levantaban las manos, otros blandían palas... Una de ellas, de hecho, voló hacia el rey, aunque no llegó a alcanzarlo. También había quienes, alrededor de los monarcas, alzaban sus mochilas y paraguas a modo de escudo.
Pedro Sánchez, por su parte, se puso a cubierto enseguida después de que le lanzasen un palo, y tanto él como Mazón fueron evacuados mientras los reyes intentaban calmar los ánimos. Poco a poco, ellos también se resignaron a abandonar el lugar, en medio de una gran comitiva de coches patrulla y policías a caballo y a pie. Eran las dos y cuarto de la tarde cuando Felipe VI, después de pedir perdón con un gesto, se montó en un todoterreno negro con las ventanas cubiertas de barro.
Grupos ultras
«No hagáis caso a todo lo que se publica, porque hay mucha intoxicación informativa y mucha gente interesada en esto, para que haya caos», decía el rey en el corazón del tumulto. Se refería a lo que compartió también el Gobierno minutos después: varios elementos ultras estaban coordinados para irrumpir en la visita y provocar altercados. Según diversos medios, incluso llegaron a difundir desinformación por redes sociales para enfurecer a los damnificados. Se trata de bulos como que las autoridades habían restringido la movilidad en los lugares por los que iban a pasar los monarcas y no permitirían el acceso de voluntarios, o incluso vídeos que mostraban una falsa comitiva, desmesuradamente ostentosa.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, señalaba a «grupúsculos radicales» de ser los responsables de increpar al presidente del Gobierno. La vicepresidenta se ha hecho eco de una información que ha adelantado elDiario.es en la que asegura que el sindicato juvenil Revuelta ha reivindicado el intento de agresión con un palo a Sánchez durante la visita oficial de los reyes al municipio. «No permitiremos que grupúsculos radicales se aprovechen del dolor de la gente y nos desvíen de lo prioritario. El Gobierno, con Pedro Sánchez, al frente, está concentrado en lo que importa y es acompañar a los familiares de las víctimas y trabajar para la reconstrucción», ha escrito Montero en un mensaje en la red social X, recogido por Europa Press.
El ministro Óscar Puente también ha denunciado la «actividad organizada de algunas personas pertenecientes a grupúsculos y organizaciones políticas de extrema derecha» que, según ha dicho, se han sumado a la «indignación» de la ciudadanía y «han dado un paso más» que es «el de la agresión física». En sus palabras, estos actos no son tolerables «en ningún caso» y ha defendido al mismo tiempo que la indignación «hay que entenderla, hay que comprender la rabia que siente la gente que ha perdido sus vidas o familiares pero es »inadmisible« el uso de la violencia.
Según ha explicado el ministro de Transportes, la decisión de visitar Valencia ha sido «responsabilidad de todos» y tomada con la «mejor de las voluntades» aunque, a su juicio, quizás no se hayan medido lo suficiente los tiempos y no se haya tenido «la suficiente prevención en relación con la indignación que se iba a encontrar la comitiva». «Es posible que se haya errado en el cálculo, pero no cabe responsabilizar a nadie en concreto. Yo creo que es un error colectivo y un error que, en todo caso, no se ha hecho con ninguna mala voluntad sino con la idea de trasladarle al pueblo de Valencia el afecto, el apoyo y el respaldo de las instituciones en un momento de enorme sufrimiento», ha apostillado.
El rey presidirá hoy la reunión del comité de crisis
Tras los incidentes los reyes insistieron en continuar con la agenda del día como estaba prevista, pero finalmente aplazaron su visita a Chiva, el otro epicentro del cataclismo. Allí los vecinos se agolpaban, expectantes, en la plaza del ayuntamiento. Entre ellos pasaban algunos tractores, de lugareños que desde el primer día se volcaron para arrastrar coches destrozados y retirar escombros. La gente les aplaudía. Cuando se empezó a rumorear que Felipe y Letizia no se iban a acercar, volvieron los gritos. «Cobardes», clamaban unos; «el pueblo unido jamás será vencido», coreaban otros.
Los monarcas y presidentes del Gobierno y de la Generalitat sí se acercaron, no obstante, hasta el Centro de Coordinación Operativo Integrado (Cecopi), en la Eliana. Allí, el rey pronunció unas palabras de agradecimiento a los trabajadores y expresó que «hay que entender el enfado y la frustración» de los valencianos. Es comprensible, dijo, por «lo mal que lo han pasado» y por la dificultad de entender cómo funcionan los mecanismos de emergencias.
Felipe VI presidirá este lunes en la Moncloa la reunión del comité de crisis para el seguimiento de los efectos de la dana, al que también se incorporará la ministra de Sanidad, Mónica García.
Pedro Sánchez, tras los abucheos en Paiporta: «No nos vamos a desviar pese a actos absolutamente marginales»
«El principal objetivo es salvar vidas, recuperar los cadáveres de quienes hayan podido fallecer por esta tragedia y empeñarnos en reconstruir», añadió el presidente del Gobierno
Antía S. Aguado
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una declaración a los medios de comunicación después de reunirse en el Centro de Emergencias de la Generalitat Valenciana en L´Eliana con los reyes de España y el presidente del Ejecutivo autonómico Carlos Mazón, agradeció el trabajo que han realizado los voluntarios tras el paso de la dana por la Comunidad Valenciana y rechazó los actos violentos tras los altercados en Paiporta.
«Quiero trasladas toda nuestra solidaridad y el reconocimiento de la angustia, el sufrimiento y la necesidad de certidumbre de muchos vecinos de Paiporta y el resto de Valencia», apuntó. Además, añadió que rechaza «cualquier tipo de violencia que se pueda perpetrar como el que hemos visto el día de hoy». «No nos vamos a desviar pese a puntos absolutamente marginales», incidió.
«El principal objetivo es salvar vidas, recuperar los cadáveres de las personas que hayan podido fallecer y finalmente empeñarnos en la tarea de reconstruir la provincia de Valencia», expuso Sánchez. El presidente del Gobierno aseguró que tanto la ciudadanía valenciana como la española quiere «mirar hacia adelante y sacar adelante sus vidas». Además, se ha comprometido a seguir trabajando, en coordinación con el resto de instituciones locales y la Comunidad de Valencia, para recuperar la normalidad y reconstruir la provincia de Valencia y el resto de zonas afectadas.