El tardío despliegue del Ejército enfrenta a Robles con el Gobierno valenciano en medio del caos

Redacción LA VOZ

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Soldados, retirando lodo en Ribarroja (Valencia).
Soldados, retirando lodo en Ribarroja (Valencia). Manuel Bruque | EFE

La portavoz de Mazón ve inconcebible el ataque de la ministra

02 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las preguntas más repetidas entre los valencianos que luchan contra el barro, el agua y los escombros era dónde estaban los miembros del Ejército. No los de la UME, que tiene a todos sus batallones sobre el terreno desde el miércoles, sino los miles de militares que desean ayudar y que, excepto unos pocos cientos, siguen acuartelados esperando órdenes.

Por la mañana, la ministra de Defensa, Margarita Robles, se excusó en el tradicional choque de competencias entre Administraciones y responsabilizó a Carlos Mazón de no haber reclamado la movilización de nuevos efectivos. «Yo tampoco lo entiendo ni lo comparto», llegó a decir Robles en una entrevista radiofónica.

Lo cierto es que el Ministerio de Defensa movilizó inicialmente el jueves a quinientos soldados. Y ayer, en medio de la polémica, anunció otros quinientos más. «El trámite es que es la Generalitat tiene que pedirlo a los organismos de coordinación, estos dan traslado a Defensa y, si hay medios, se conceden. Hasta ahora se le ha dado a la Comunidad Valenciana todo lo que ha pedido», defendió el entorno de Robles.

Desde la Moncloa se ha hecho un esfuerzo poco comprensible por evitar la declaración del estado de emergencia. Según la ley, esa figura, como ocurrió en la pandemia, concentraría todos los poderes en el Ministerio del Interior y evitaría estas supuestas disfunciones. La parte de Sumar en la coalición lleva reclamándolo desde el martes, pero los socialistas esquivan esa demanda para «no desautorizar» a Mazón.

Pero, pese a los intentos del presidente valenciano por aparentar cordialidad con el Ejecutivo central, dando las gracias por su colaboración tanto a Pedro Sánchez como al titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, las declaraciones de Robles incomodaron al Ejecutivo valenciano. Así, la portavoz del Gobierno de Mazón, Ruth Merino, calificó de «intolerable la deslealtad» de la ministra Robles, a la que acusa de «jugar con el dolor de las personas». Merino señaló que «pensábamos que la ministra no sería capaz de meterse con las personas ni de jugar con su dolor». Robles había insistido en que «no es tanto un problema de número de militares, sino de las capacidades en función de lo que se necesite», y además celebró que Mazón «fuera consciente de la importancia del Ejército» y reclamara su presencia.

La portavoz del Ejecutivo valenciano dijo que «la ministra de Defensa sabe perfectamente que la UME actúa desde el primer momento en la emergencia de la dana». Merino recordó que «es inconcebible esta doble cara de la ministra cuando todavía seguimos rescatando cadáveres». Merino añadió que Robles «debe colaborar y dejar de entorpecer las labores de rescate y la ayuda humanitaria».