Una metedura de pata de Biden provoca un revés en la campaña de Harris y permite a Trump revertir la polémica de «la basura»

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

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El presidente demócrata respondió a las comentarios xenófobos contra Puerto Rico en un mitin republicano: «La única basura que veo flotando por ahí son sus seguidores [los de Trump]»

31 oct 2024 . Actualizado a las 07:43 h.

Una metedura de pata de Joe Biden ha oscurecido el discurso que Kamala Harris dio el martes en Washington, donde la candidata buscaba presentarse como garante de la democracia frente a Donald Trump. Un revés inesperado para la campaña demócrata que llega en el peor momento, justo cuando intenta revertir los malos augurios que le dan las encuestas.

El frente abierto en la encarnizada lucha electoral surgió cuando el presidente quiso romper una lanza a favor de los puertorriqueños —esa gente «buena, decente y honorable», dijo— en una entrevista en la CNN, después de los comentarios xenófobos contra ellos que se escucharon en el último mitin de Trump en Nueva York. Puerto Rico es una «isla flotante de basura», aseguró uno de los cómicos teloneros.

«Déjenme decirles algo. La única basura que veo flotando por ahí son sus seguidores [los de Trump]», dijo Biden, unas palabras que la Casa Blanca modificó en la transcripción de la entrevista para remarcar que el mandatario llamó «basura» al humorista autor de la frase y no a los seguidores del expresidente en general. Las palabras de Biden recuerdan a cuando Hillary Clinton llamó «deplorables» a los votantes republicanos en el 2016, un comentario que se convirtió en un lastre para una campaña que terminó naufragando.

Trump se hizo eco de esas declaraciones y acudió a un acto electoral subido a un camión de basura.  Acusó a la aspirante demócrata de estar liderando «una campaña de odio» y señaló que Biden «no sabe lo que dice». «Mientras yo lidero una campaña en positivo para salvar a Estados Unidos, Kamala Harris ha pasado toda la semana comparando a sus rivales políticos con los asesinos más crueles de la historia», dijo Trump, después de que varias figuras demócratas lo compararan con Hitler.

«No se puede liderar a EE.UU. si no se quiere al pueblo estadounidense», dijo el republicano durante un mitin en Pensilvania. Para acto seguido reivindicarse como «el presidente de toda la población» apelando a «ciudadanos de todas las razas, religiones, colores y credos».

Kamala Harris se apresuró a censurar el comentario del presidente: «Estoy en desacuerdo con cualquier crítica hacia una persona por su orientación política». «Seré la presidenta de todos los estadounidenses, me voten o no», zanjó. Se vio obligada así a cambiar de rumbo tras su discurso en la plaza de la Elipse, con la Casa Blanca de fondo, en el que dedicó más tiempo a describir cómo será su gobierno que a criticar a su rival. «Tenemos la oportunidad de pasar la página de una década de Donald Trump», dijo.

Otro republicano célebre se unió ayer a las filas de Harris afirmando que «rechazar los resultados de una elección es lo más antiestadounidense que se puede ser». Con estas palabras, el actor y exgobernador de California Arnold Schwarzenegger justificaba su decisión de votar por la demócrata. Schwarzenegger ha sido muy crítico con Donald Trump, por el que anunció que no iba a votar ni en el 2016 ni el 2020. Sin embargo, esta vez que el actor ha anunciado que votará por el Partido Demócrata.

El Tribunal Supremo de EE.UU. también ha entrado en campaña. Este miércoles se estrenó con una decisión que afecta directamente a las elecciones presidenciales más ajustadas de la historia reciente del país. El alto tribunal dio luz verde a un plan impulsado en agosto por el gobernador de Virginia, el republicano Glenn Youngkin, para eliminar de los registros de votantes a personas sin la ciudadanía estadounidense. La decisión bloquea el voto de 1.600 personas que no pueden probar su condición de estadounidenses, lo sean o no.