Aumenta la indignación en Puerto Rico tras el mitin de Trump en Nueva York
ACTUALIDAD
Uno de los cómicos teloneros se refirió al Estado como «isla de basura»
28 oct 2024 . Actualizado a las 22:22 h.Donald Trump volvió la noche del domingo a Nueva York con un mitin a poco más de una semana de las elecciones. En su regreso a la ciudad de los rascacielos, el republicano protagonizó una cita con tintes de regreso del hijo pródigo, en la que estuvo acompañado de un nutrido grupo de aliados cuyas declaraciones llevaron a la campaña a alcanzar nuevas cotas de xenofobia.
Su equipo había planteado la vuelta de Trump a su ciudad como un regreso triunfal. Originario del barrio de Queens, se mudó oficialmente a Florida en el 2020; un golpe sobre la mesa en un estado en el que el expresidente no se juega demasiado dadas las nulas posibilidades que tiene allí de imponerse a Kamala Harris. Sin embargo, la historia personal de Trump está íntimamente ligada con Nueva York, metrópolis en la que el candidato se inició en el negocio de su padre y en la que hizo gran parte de su fortuna. Eso llevó a la campaña a organizar el mitin en uno de los recintos más famosos de la Gran Manzana: el Madison Square Garden.
El republicano se dio un verdadero baño de masas. Lo hizo con un evento que agotó las 20.000 entradas en cuestión de minutos y para el que algunos asistentes hicieron cola durante siete horas. También se dejó ver, en honor a la ocasión, la mujer del expresidente, Melania Trump, que se ha mantenido alejada de los focos durante gran parte de la campaña electoral.
Allí, sobre el escenario, los colegas de Trump volvieron a echar mano de una xenofobia recalcitrante para pedir el voto por el magnate. Durante el encuentro, quizá el punto más polémico fueron las declaraciones del cómico Tony Hinchcliffe, que se refirió a Puerto Rico como «una isla de basura». Unas declaraciones contra una comunidad, la puertorriqueña, que podría tener especial relevancia en estados en disputa como Pensilvania. Un hecho del que dio fe la inmediata corrección de la campaña que, por medio de Danielle Álvarez, una de sus asesoras, quiso aclarar en un comunicado que la broma de Hinchcliffe «no reflejaba la opinión de Trump ni de la campaña».
A pesar del intento de la campaña de dar marcha atrás, las reacciones de la comunidad puertorriqueña no se hicieron esperar. Para el gobernador del país, un Estado libre asociado a EE.UU., Pedro Pierluisi, las palabras vertidas en el Madison Square Garden demuestran «los prejuicios y el racismo» que persisten en norteamérica. Un hecho que, según Pierluisi, debería recordar a los votantes «la importancia de escoger líderes que rechacen y luchen contra ese tipo de intolerancia».
Trump, por su lado, dio en Nueva York el espectáculo al que acostumbra. «Has destruido nuestro país. No vamos a aguantarte más ¡Vete ya, Kamala! ¡Estás despedida!», dijo Trump dirigiéndose a su rival y haciendo referencia a su frase en el reality show El aprendiz. El republicano también acusó a Harris de haber «perpetrado la más escandalosa traición» contra EE.UU. a cuenta de la política migratoria de la actual Administración.