Carlos III y Starmer rechazan compensar a las excolonias por el pasado esclavista
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El primer ministro mantiene la postura «tory», muy criticada por sus colegas
26 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Como «doloroso» y «abominable». Así calificaron el rey Carlos III y el primer ministro británico, Keir Starmer, el pasado colonial de su país. Sin embargo, ninguno se ha abierto a la posibilidad de que el Reino Unido se disculpe por prácticas como la esclavitud y mucho menos ofrezca compensaciones económicas a las naciones afectadas.
«El comercio esclavista fue abominable, pero la pregunta es: ¿qué hacemos ahora? Yo creo que deberíamos mirar los retos que afrontamos hoy, como el cambio climático y el comercio, en lugar de mirar hacia el pasado, el cual no podemos cambiar», afirmó el premier en una entrevista a la BBC durante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Commonwealth, que se celebra en Samoa.
En la Commonwealth, organización que agrupa al Reino Unido y a buena parte de sus excolonias, varios de sus miembros vienen solicitando a Londres que asuma su responsabilidad «histórica» por traficar con más de 15 millones de personas, según algunos cálculos, entre África y Norteamérica y el Caribe, a lo largo de 400 años.
Como antesala de la cita, desde Downing Street descartaron ofrecer disculpas y reparaciones económicas a ningún país. Sin embargo, en la cumbre Starmer flexibilizó su posición y se abrió a estudiar fórmulas «no financieras», reveló el diario The Guardian. Preguntado sobre su negativa a pedir perdón por la esclavitud, Starmer recordó que en el 2007 su antecesor en el cargo, el también laborista Tony Blair, ya lo hizo.
El monarca respaldó al premier. «Ninguno de nosotros puede cambiar el pasado, pero podemos comprometernos a aprender sus lecciones y a encontrar formas creativas de corregir las desigualdades que perduran», dijo al inaugurar la cumbre.
Pese al aparente fracaso, algunos países de la Commonwealth dieron por hecho que la postura británica cambiará. «Puede que tarde un poco, pero lo hará», afirmó a la BBC el ministro de Exteriores de Bahamas, Frederick Mitchell.
Un asunto polémico
La negativa de Starmer implica una continuación de la línea asumida por sus predecesores conservadores y ello le ha ganado críticas dentro de su propio partido, donde cinco diputados le han pedido públicamente esta semana que acepte «estudiar las injusticias» cometidas durante el pasado colonial.
«Deberíamos afrontar la historia de nuestro país y el legado que ha dejado. Eso debería comenzar con la apertura de un diálogo con aquellos países cuya riqueza extrajimos, sobre el impacto del colonialismo y la esclavitud», declaró la legisladora Nadia Whittome.
La postura de Starmer ha metido en un aprieto a su ministro de Exteriores, David Lammy. ¿Por qué? En el 2018, Lammy, quien es hijo de emigrantes guyaneses, criticó la posición del entonces Gobierno tory sobre el asunto. «Los pueblos caribeños no van a olvidar su historia: no solo quieren oír una disculpa, quieren una reparación», dijo en aquella ocasión, mientras que ahora ha optado por guardar silencio.
Pero mientras Starmer cree que hay que dejar el pasado atrás, la Iglesia de Inglaterra anunció a principios de año que había creado un fondo de mil millones de libras (1.200 millones de euros) para reparar «el pecado moral» del comercio humano. Hace un año un informe elaborado por un exjuez de las Naciones Unidas calculó que el Reino Unido debería pagar al menos 18 billones de libras (21,6 billones de euros) a 14 países donde impuso la esclavitud.
La posición británica contrasta con la de los Países Bajos, cuyo Gobierno se disculpó por su participación en el comercio de personas en el 2022, y se da justo cuando la tensión entre España y México se ha reavivado por las exigencias del Gobierno izquierdista del país centroamericano de unas disculpas de la Corona por los crímenes de la conquista.
Biden pide perdón por las atrocidades de los internados para indígenas
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió este viernes perdón en nombre del Gobierno por las atrocidades cometidas en cientos de internados públicos para niños indígenas durante 150 años, en los que fueron privados de su lengua y cultura.
«El Gobierno federal nunca se ha disculpado formalmente por lo ocurrido, hasta hoy. Como presidente de Estados Unidos, me disculpo formalmente por lo que hicimos», afirmó durante un acto en la comunidad india del Río Gila, en Arizona. «El dolor que causamos siempre será una huella imborrable de vergüenza, de sangre, en la historia de Estados Unidos», añadió Biden. Al menos un millar de niños y niñas murieron en esos internados, aunque la cifra podría ser mucho mayor.
El mandatario dijo cargar con «la firme responsabilidad de ser el primer presidente en disculparse formalmente con los pueblos originarios, nativos americanos, hawaianos y alasqueños».
Un suceso «silencioso»
«Llega demasiado tarde. No hay excusa para que esta disculpa haya tardado 50 años en llegar», aseguró Biden. Entre 1819 y 1969, miles de niños indígenas fueron obligados a asistir a estos internados administrados por iglesias y organizaciones religiosas con financiamiento público con el propósito de asimilarlos por la fuerza a la sociedad blanca.
«Para quienes vivieron ese período, era demasiado doloroso hablar de ello. Para nuestra nación, demasiado vergonzoso reconocerlo. Pero que la historia guarde silencio no significa que no haya sucedido. Sucedió», afirmó el mandatario estadounidense.