Sánchez y Montenegro difieren en los plazos y en los tramos para la alta velocidad entre España y Portugal

Brais Suárez
Brais Suárez FARO / E. LA VOZ

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El presidente español prioriza la conexión Lisboa-Madrid para el 2030 frente a la de Oporto-Vigo, que la pospone al 2032, y que es la preferida por el mandatario luso

24 oct 2024 . Actualizado a las 09:19 h.

Se intuían divergencias en torno a la visión de los Gobiernos de España y Portugal sobre el desarrollo de las conexiones ferroviarias entre ambos países. Pero no ha sido hasta la rueda de prensa posterior a la cumbre bilateral celebrada este miércoles en el Algarve (sur de Portugal) que se han hecho claras. Aunque ambas delegaciones «destacan los avances realizados en las conexiones transfronterizas por carretera y ferrocarril y se comprometen a impulsarlas, en particular las comprendidas en el corredor Atlántico», el discurso de sus líderes ha evidenciado que tienen ambiciones distintas: «El compromiso del Gobierno de España para la alta velocidad entre Lisboa y Madrid es el año 2030; hasta Vigo es 2032, fecha que compartimos con el Gobierno portugués», dijo el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, sobre los plazos sobre su tramo de recorrido.

Por su parte, el primer ministro luso, Luís Montenegro, afirmó que «nuestra prioridad es unir Lisboa, Oporto y Vigo; la segunda prioridad es la unión de Lisboa y Madrid a través de Évora», refiriéndose al 2032 y 2034, respectivamente. Asimismo, destacó los avances en ambas direcciones: las primeras licitaciones entre Oporto y Lisboa, y la decisión de construir un tercer puente sobre el Tajo, que facilitará la conexión con Madrid. Además, ambos mandatarios remitieron una carta al Gobierno francés para pedirle que acelere la nueva infraestructura ferroviaria transfronteriza de los corredores Atlántico y Mediterráneo. 

Lucha contra la sequía

La 35.ª cumbre bilateral entre España y Portugal, que era la primera entre los actuales jefes de Gobierno, tuvo lugar este miércoles en la localidad lusa de Faro, con el tema central de renovar la gestión de las cuencas hídricas compartidas: «La elección del Algarve tiene varios motivos, pero la prioridad del agua es el más importante», recordó Montenegro, en alusión a las restricciones que ha sufrido la región. Así, se establece un régimen de caudales diarios en el río Tajo y mensuales para el Guadiana, «a fin de garantizar el buen estado del estuario y una distribución equitativa de los caudales disponibles para uso de ambos Estados». Eso sí, siguen sin establecer un régimen de caudales ecológicos, como solicitan colectivos ambientalistas, de acuerdo con la normativa europea.

Además, se reconocen «las captaciones de agua de Pomarão y Bocachança, quedando su explotación sujeta a los principios fijados en el Convenio de Albufeira»; es decir, se regulariza definitivamente la captación de agua del embalse de Alqueva por parte de los agricultores españoles. Ambos líderes destacaron el papel «esencial» del agua para el bienestar y el desarrollo económico común.

También se hará realidad una voluntad presupuestada por Portugal hace mucho tiempo: la construcción de dos puentes sobre el río Guadiana (Andalucía) y el Séver (Extremadura). Y, además, ambas partes destacaron la importancia de que la economía peninsular se siga desarrollando mediante la exportación de energía. «Debemos presionar para que se cumplan los compromisos de conexiones energéticas», dijo Montenegro en alusión a Francia, firmante de los acuerdos para construir el H2Med, primer gran corredor de hidrógeno verde en Europa.

Una sensibilidad distinta hacia la inmigración 

Coronando las marismas de Faro y con honores militares, el primer ministro portugués, Luís Montenegro, recibió al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en lo que fue su primera cumbre bilateral juntos, después de un lustro de fuerte complicidad entre el español y António Costa, que ahora está camino de Europa.

Ambas delegaciones, según fuentes de Exteriores, pretendían demostrar que el intenso trabajo entre los países no se había alterado. Montenegro y Sánchez recibieron las llaves de la ciudad de manos de su alcalde, Rogério Bacalhau y visitaron el Museo Municipal. Ambos están de acuerdo en la mayor parte de temas de tipo bilateral e internacional. «Los resultados van a fortalecer las relaciones bilaterales aún más», evaluó Sánchez.

Algo más distantes se mostraron en materia de inmigración, al ser preguntados sobre los centros de detención construidos por Italia en Albania. Montenegro, que venía de anunciar la construcción de dos centros para inmigrantes irregulares en Oporto y Lisboa, ha comentado que se debe entender la postura de otros países. Sánchez fue claro: «Hay Gobiernos europeos que se equivocan al enfocar el debate sobre la inmigración; lo hacen bajo aspectos negativos, pero debemos construir un discurso positivo, porque lo tiene».