Cacerolazos y protestas: el apagón en Cuba enciende el malestar popular

Natasha Vázquez

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Varias personas caminan en una calle de La Habana iluminada por los faros de un coche.
Varias personas caminan en una calle de La Habana iluminada por los faros de un coche. Ernesto Mastrascusa | EFE

En las redes han aparecido vídeos de manifestaciones en La Habana, Santiago de Cuba, Villa Clara o Artemisa, algunas reprimidas violentamente y con varios detenidos

22 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los cubanos han pasado los últimos días en la oscuridad tras la caída total el viernes del obsoleto Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Tras más de tres días de apagón los problemas se acumulan. «La comida que teníamos se echó a perder. Casi no nos queda agua en los tanques. No hay gas para cocinar. El saco de carbón, si lo encuentras, cuesta más de 3.000 pesos, más que mi sueldo», dice Zaida, maestra residente en el barrio habanero de Marianao.

El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O'Levy, reconoció que la situación es «muy tensa» y que la falta de electricidad ha dejado además a la mayoría sin agua.

Muchos han adoptado medidas extremas para cocer los alimentos. «Mi familia tuvo que coger muebles para hacer leña, llevábamos dos días sin poder cocinar», cuenta Raudel, un estudiante de informática de Santiago de Cuba.

Para los que como él viven en el oriente del país, el escenario es más dramático por el paso del huracán Oscar, entre la desinformación por la falta de internet y de  la señal de televisión.

El presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez insistió en que la situación se agrava por la «guerra económica» de Estados Unidos. «No hemos contado con los suministros estables de combustibles para que el sistema pueda operar en toda su capacidad y con toda su estabilidad», afirmó. 

Proyectos sin realizar

Cuba ha recibido desde el 2004 diversas ayudas o créditos para renovar la infraestructura eléctrica, que no se han materializado o de los que no se dispone de información suficiente. Entre ellos, el Programa de apoyo a la política de energía en Cuba de la Unión Europea.

En el 2015, el Gobierno ruso otorgó a La Habana un crédito por 1.360 millones de dólares (unos 1.257 millones de euros al cambio actual), destinado a la construcción de una planta energética. Hasta hoy este proyecto no se ha concretado.

La ejecución de inversiones en electricidad, gas y agua ha estado en los últimos años muy por debajo de otras como la construcción de hoteles y el turismo.

La situación extrema actual ha provocado protestas y cacerolazos en distintos puntos del país. En las redes han aparecido vídeos de manifestaciones en provincias como La Habana, Santiago de Cuba, Villa Clara o Artemisa, algunas reprimidas violentamente y con varios detenidos. Díaz-Canel culpó de esto a individuos que se aprovechan de la situación por «órdenes de la contrarrevolución» y advirtió que «todos los involucrados serán procesados».

Las autoridades aspiran a que el SEN vuelva el martes a su estado antes de la primera desconexión. En el mejor de los casos, saldrá del colapso actual, pero se mantendrá la infraestructura precaria y la falta de combustible, por lo que persistirá la «emergencia energética» y con ella, los apagones de hasta 20 horas diarias.