Más de 100 mujeres con cáncer avanzado ofrecen sus datos para crear un modelo virtual de la enfermedad

Raúl Romar García
R. Romar LA VOZ

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El investigador gallego Miguel Quintela dirige el proyecto desde el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas
El investigador gallego Miguel Quintela dirige el proyecto desde el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas AMPARO GARRIDO

El proyecto de Gemelas Digitales, pionero en el mundo, está dirigido por el investigador gallego del CNIO Miguel Quintela y también ha incorporado como voluntarias a pacientes del Chuac de A Coruña

18 oct 2024 . Actualizado a las 09:27 h.

Toda su actividad está monitorizada con relojes inteligentes que registran tanto sus hábitos como sus emociones. Pero también se someten regularmente a la recogida de muestras biológicas de sangre, heces u orina. Esta es la rutina de 110 mujeres con cáncer avanzado de mama, pulmón o colorrectal que participan en un experimento pionero a nivel mundial coordinado desde el CNIO por el investigador gallego Miguel Quintela, director del programa de Investigación Clínica.

¿El objetivo? Crear un modelo virtual de la enfermedad en estas pacientes que permita estudiar cómo va a evolucionar su cáncer, qué tratamientos pueden resultar más eficaces en cada una y qué hábitos de vida contribuirán a un mejor resultado de las terapias.

Son 110 gemelas digitales, mujeres voluntarias que muy probablemente nunca lleguen a beneficiarse de los resultados del experimento en el que participan, pero sí que podrán hacerlo otras mujeres que tengan cáncer en un futuro. La experiencia, hasta el momento, está siendo «muy satisfactoria», según explica Quintela, que ha presentado los datos relativos a las primeras 30 participantes en el encuentro de la Sociedad Europea de Oncología Médica celebrado en Barcelona. Además del CNIO, en el proyecto participan nueve hospitales de toda España, entre ellos el CHUS de A Coruña, dos universidades y la Fundación CRIS contra el cáncer.

«Consideramos muy satisfactorios los datos porque se han recogido más muestras de lo esperado y su calidad, y la de los datos, es muy alta», apunta Quintela. «El estudio —añade— tiene una complejidad muy grande en cuanto a la tipología tanto de muestras como de datos y, además, implica la colaboración activa de las pacientes». La búsqueda de voluntarias aún continúa, porque el objetivo es alcanzar una muestra de 300 pacientes.

La visión a largo plazo es convertir esos modelos virtuales sobre los que estudiar la enfermedad en asistentes activos del personal médico, «una especie de copiloto, con mucha más capacidad que nosotros de asumir y digerir la información», afirma Quintela, quien matiza que «ayudarán a resolver mejor los casos, pero nunca sustituirán al personal médico».

Se trata de una de las iniciativas de medicina personalizada más ambiciosas en España. Liderado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y financiado con 2,5 millones de euros para tres años, este proyecto público de investigación llamado técnicamente Highdefinition oncology in women's cancer (Oncología de alta definición en cáncer femenino) se enmarca en el programa IMPaCT (Infraestructura de Medicina de Precisión asociada a la Ciencia y la Tecnología) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).